Tomás Calvillo Unna
«Sus vocablos/ son la arena del desierto/ y el susurro de sus consonantes/ la sombra creciente del acantilado/ a orillas del mar».
«Cuando la palabra pierde su alma/ y ya no nombra,/ el universo desaparece».
«No se danza con la muerte todos los días/ termina por momificar la cultura,/ y para allá pareciera que andamos/ cada minuto más cerca».
«Zurce los referentes/ para descifrar una y otra vez:/ los caminos minados,/ los infiernos superados,/ los efímeros paraísos».
«El olvido de su dominio/ es la hipnosis elegida/ en fantasías que carcomen/ e idolatrías que se apoderan/ y enceguecen».
«El peligro de equivocar el pasado/ para leer el presente/ convoca cada amanecer/ a sus fantasmas».
«La grandeza de la debilidad/ es la revelación de una promesa/ cuya única posibilidad/ es su entrega sin más».
«Cuando la carpa se levante,/ estaremos ahí,/ aquí,/ bajo el cielo/ atenidos a su misteriosa clemencia/ si bien nos va».
Como ignoradas marionetas quedamos arrinconados en nuestro extravío.
«Una huella tan sólo resta/ de esa divagación del orgullo:/ su proyección onírica que no escapa/ a la razón y su dominio».
El corazón se oculta/ como una sabia intuición de la espera./ Hay una voluntad impecable/ que retoma su turno./ Pocos la aprecian todavía/ pero no tarda, con su disciplina y silencio,/ en recuperar el sentido de las cosas».
«Las sirenas de la tragedia/ no se han acallado desde anoche./ No se dan cuenta/ que en cualquier momento/ desconectan la luz./ Las tinieblas están dentro, no fuera».
«Hay que barrer las desdichas/ y soplar y alejar los temores./ La magia no es otra cosa/ más que el arte de ocultar el tiempo;/ por eso cada vez más,/ los magos son menos».
«Es la basura del subconsciente colectivo,/ la plaga que precipita/ la pauperización del ser y la palabra/ en una nación que se descubre/ atemorizada e iracunda,/ en la dualidad de su cultura/ que enaltece el abuso/ a como dé lugar/ y en todas las formas posibles».
«Hay muertes que no se olvidan/ las llevamos dentro/ como se lleva la vida».
«La amistad es una atmósfera compartida,/ la firme confianza/ que el silencio conserva/ a veces más y mejor que las palabras».