Tomás Calvillo Unna
El foco desnudo alumbrando aquellas mesas de lámina en la pequeña cantina incrustada en lo más alto de la montaña en los umbrales de Wirikuta.
Desde las primeras palabras y los primeros pasos el desprendimiento se inicia no hay tiempo para verlo; la necesidad y el asombro eligen sus caminos, después la costumbre y el olvido. Este reino que multiplica su imagen en cada palpitar adhiere nuestra respiración a las cosas, a sus ciclos, a sus inagotables historias, una tras […]
Un volantín sobre el tablero de cuadros donde las mudas piezas antes de ceder y caer, disputan la ilusión
Estás en paz contigo y por lo mismo, tienes más claridad,
hay una cierta distancia en ti al observar;
en realidad, experimentas el desapego.
Es decir, no hay que buscar alejarse del mundanal ruido donde nos desenvolvemos o creemos hacerlo. Solo necesitamos recuperar un antiquísimo conocimiento, estudiarlo, pero sobre todo vivirlo dentro y con suerte, un poco afuera de nosotros mismos, es decir en la calle, en lo público, aunque pase desapercibido, e incluso es mejor así en estos tiempos.
Sentir el viento nocturno adherirse a los vidrios; las ventanas de anhelo donde solemos detenernos para fijar la mirada.
Replantear la visión del sur donde las razones de estado estén permeadas por la diversidad local, regional e histórica es indispensable si no queremos asistir a una confrontación de raíz.
Los actuales acontecimientos obligan a reactivar una dinámica diplomática que otorgue otro horizonte a la política del encierro, que Trump aprovecha cada día mejor con sus venenosos dardos que le siguen dando votos
Cada centro tiene una historia diferente, todos ellos son construcciones institucionales que han tomado años y múltiples esfuerzos de la comunidad científica del país para edificarlos.
¿Cuál es esa palabra que nombra?, aquello que hemos alejado, hasta volvernos extraños, en nuestro propio hábitat.
Las llamas como endemoniados soldados avanzan en las montañas, a su paso los encinos y esos centenarios bosques son ya ceniza que el viento en su rigor esparce.
Pero más allá de propagandas y guerras sucias en la que participan todas las fuerzas que buscan acceder al poder y conservarlo, vale la pena advertir que Venezuela se ha convertido en ese espejo donde se pretende atrapar al Gobierno de la 4T.
La llamada contracultura de la década de los sesentas del siglo pasado, replanteó la lectura de estos procesos. Se desenvolvió paralela a los avances científicos que enseñaban que la descripción del mundo a partir de una de las tradiciones de la razón, los sentidos y la densidad histórica como contexto, era sólo una interpretación de las múltiples realidades posibles.
La conciencia requiere entrenarse para llegar preparada a reconocer su despertar, en ello toda cultura debía poner atención y esfuerzo, nos ayudaría a relajar nuestras permanentes tensiones que suelen terminar en actos violentos. La cultura es el entrenamiento, por diversas vías, de ese despertar.