The Conversation
Las zonas volcánicas activas, como las Islas Canarias, traen magma desde la profundidad hasta la superficie. Pero esto es sólo el final de la historia.
Las grandes civilizaciones se han basado en el consumo de algún tipo de cereal. Las indoeuropeas, en trigo, cebada y centeno. Las asiáticas, en arroz. Las suramericanas, en maíz.
El oxígeno atmosférico es un invento de los microorganismos. Por tanto, no sólo la vida en la Tierra ha sido y será fundamentalmente microbiana, sino que los seres más complejos, plantas y animales hemos evolucionado a partir de ancestros microbianos en una biosfera modificada y condicionada por su actividad.
Como la boca está llena de microorganismos, es evidente que podemos intercambiar muchos de ellos al besarnos. De hecho, según un estudio holandés realizado con estudiantes, en un beso apasionado de 10 segundos nos transferimos la friolera cantidad de 80 millones de bacterias.
La variante Delta (B.1.617.2) nos lleva acompañando (al menos) desde diciembre de 2020. Ya se ha convertido en dominante en muchos países en los últimos meses.
Últimamente, y en relación con la vacunación frente a la COVID-19, el término de inmunidad colectiva se usa cada vez más para referirse a un concepto un tanto diferente: el umbral de inmunidad de rebaño (en inglés, Herd Immunity threshold, HIT).
Actualmente, la vida siempre procede de la vida. Sin embargo, al menos una vez en su historia tuvo que surgir de la materia inerte. Eso implica que no sería nada extraño que las primeras formas de vida se parecieran mucho a la materia no viva de la que proceden, lo que dificultaría su distinción.
La tardanza en reaccionar del propio Presidente evidencia lo impensable de esta amenaza para el imaginario colectivo. Súbitamente, la sociedad occidental tomó conciencia de su vulnerabilidad, al comprender que el enemigo ya no actuaba en conflictos lejanos a los que permanecía ajena e indiferente, sino que se movía con facilidad en sus propias estructuras, dispuesto a atacar aleatoriamente y atentar contra sus pilares.
Es muy probable que el SARS-CoV-2 siga el camino de sus predecesores y acabe convertido en el quinto coronavirus endémico que nos produce catarros y resfriados sin demasiada importancia.
A este grupo de escépticos o dudosos debemos dedicar todos los esfuerzos y recursos pedagógicos para mejorar la comunicación, la resolución de dudas, la información sobre el método de toma de decisiones, el valor de la ciencia sobre la creencia, explicar la importancia de vacunarse y los impresionantes logros de la vacunación.
La razón es clara, y la estamos viviendo este año en España. Los océanos en general están más calientes, y el Ártico mucho más. Un mar más caliente que hace 50 años evapora mucha más agua, que luego precipita (en América con los huracanes y en España con las DANA).
El eje intestino-cerebro (gut-brain axis) escenifica nítidamente este tipo de relaciones. Lo hace planteando una comunicación bidireccional entre ambos órganos e introduciendo incógnitas fascinantes sobre cómo ciertos hábitos interfieren en la salud emocional o neurológica.
La fase REM se caracteriza por movimientos oculares muy rápidos y ensoñaciones muy vívidas, casi una película. Esta fase aumenta su duración cuando estudiamos. Sirve para guardar conocimientos abstractos y también episodios muy emocionales.
A día de hoy, sólo el 27 por ciento de la población mundial ha recibido la pauta completa de la vacuna.
El pasado 7 de junio, en medio de este contexto tan desolador, la Agencia del Medicamento de Estados Unidos o FDA aprobó por sorpresa un fármaco para el alzheimer. Se llama Aducanumab (o Aduhelm, como será comercializado por la farmacéutica Biogen).
La mayoría de nosotros no tenemos ningún recuerdo de los tres o cuatro primeros años de nuestra vida; de hecho, solemos recordar muy poco de la vida anterior a los siete años. Y cuando intentamos rememorar nuestros primeros recuerdos, a menudo no está claro si son reales o solo recuerdos basados en fotos o historias que nos han contado otras personas.