Ricardo Ravelo
Las amenazas de muerte y/o de encarcelamiento en contra de Juan Monrreal derivan precisamente de haber tocado los intereses de una familia poderosa
Nunca antes en la historia del país habían ocurrido tantos asesinatos de periodistas.
El “guachicolero” que se enfrenta al Ejército, corrompe a las policías y a los funcionarios estatales y municipales, es un ejemplo ya emblemático.
Con algunas excepciones, el gobierno ha apostado por una suerte de libre albedrío en este caso: permite que los cárteles antagónicos acuerden, negocien y pacten. Es una forma de garantizar el negocio. Y si alguna pieza genera algún cortocircuito –el caso de Dámaso López es un ejemplo –pues entonces desactiva la pieza para que el flujo no se interrumpa.
De esa manera, el Cártel que encabeza Nemesio Oceguera ya controla diez estados del país –Jalisco, Michoacán, Colima, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Estado de México, Veracruz, Puebla y San Luis Potosí –y van por más: ahora pretenden incursionar en los territorios que durante poco más de dos sexenios dominó Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, actualmente en disputa.
Lo cierto es que Javier Duarte se entregó. Un cercano amigo suyo le llamó por teléfono en días pasados y le dijo estas palabras: «Ya entrégate, Javier, no hagas sufrir más a tus hijos».
Después del escándalo de corrupción política y criminal que a finales de los noventa hundió a Mario Villanueva Madrid, ex Gobernador de Quintana Roo, el caso de Tomás Yarrington Ruvalcaba pasó a ser el más emblemático de los últimos tiempos por la dimensión de su expediente criminal. El político detenido en Florencia, Italia, el pasado […]
Edgardo Buscaglia habla con el conocimiento de un sapiente sobre los temas de la delincuencia organizada nacional e internacional, amplio el horizonte de su análisis. Desde los años ochenta ha sido un trotamundos incansable: va de país en país y lo mismo destraba conflictos en Afganistán que imparte clases de derecho en la universidad de […]
Los delitos que enfrentan son fraude procesal y falsificación de documentos.
De Yarrington se ignora su paradero desde hace cuatro años; Fernando Cano vive en Monterrey, Nuevo León, libre por los amparos otorgados por la justicia federal y local. Vive sin mayores sobresaltos, hace vida pública y mantiene sus andanzas en los negocios tanto de construcción como inmobiliarios.
Enrique Peña Nieto tiene ante sí un país desgarrado por la violencia criminal, el narcotráfico desbordado y enquistado en las propias instancias del poder y una alianza perniciosa con Televisa. Los retos que el mexiquense enfrentará a partir del 1 de diciembre son múltiples: ¿cuál será su estrategia para enfrentar esos problemas, cuál será su agenda, cómo […]