Diego Petersen Farah
«Las iglesias en México ha lanzado un embate contra los principios del Estado laico».
Con el zapatismo hemos topado, pudo haber rezado el reporte de gobernación (en caso de que lo hubiera) del primero de enero de 2020 al presidente, tal como sucedió hace 26 años cuando en plena fiesta de año nuevo Salinas se enteró que había una insurrección en Chiapas. La diferencia entre una y otra fecha es abismal, lo que sí se parece es la incapacidad de ambos presidentes de entender que alguien estuviera o esté en contra de su proyecto salvador de la patria.
«Las mañaneras son un mecanismo de comunicación política muy eficiente, pero están lejos, muy lejos de ser, como nos la venden, un acto de transparencia y rendición de cuentas».
Ningún Presidente, ni siquiera el poderosísimo López Obrador o antes Carlos Salinas, tiene ni puede tener control, ya no digamos absoluto sino suficiente, en este tema porque, y este es el verdadero mal, el crimen organizado está enraizado en las instituciones del Estado mexicano, llámese fuerzas armadas, policía federal, poder judicial, fiscalía, etcétera.
Paralelamente, el ministro Arturo Farela, el líder de las iglesias evangélicas agrupadas en Confraternice (que hay que aclarar que no son todas, ni siquiera las más importantes) anuncia que darán cursos de valores a los chavos del programa “Jóvenes Construyendo el Futuro” en una clarísima intromisión de las iglesias en políticas gubernamentales.
«Un años después tenemos un Presidente popular, un gobierno de medio pelo, un país con urgencias y una ciudadanía todavía con esperanza».
«Los 500 años de la llegada de Hernán Cortés al territorio que hoy es México se ha convertido en una excusa perfecta para el uso político de la historia».
«La polarización privilegia el desacuerdo, simplifica los argumentos, anula la inteligencia, pero sobre todo pone en jaque a la democracia que tiene sentido sí y solo sí la usamos como un mecanismo de construcción de lo común y no de destrucción del enemigo».
«El fracaso del lenguaje no es otra cosa que la derrota de las ideas, la incapacidad nombrar y por lo mismo de comprender lo que está sucediendo».
«El Presidente arremetió contra los medios diciendo que ellos enseñado el cobre y mordían al mano de quien les quitó el bozal».
«Cuanto más avanza la contienda al interior de Morena más convencido estoy de que será una elección cerrada, que al final se decidirá por un solo voto: el de López Obrador».
Lo que hay en el proyecto de presupuesto 2020 -que por supuesto puede ser modificado- es dinero para los estudios y el proyecto ejecutivo.
El poder envilece, no a fulano o mengano, a tal o cual Presidente, envilece al ser humano y se manifiesta de múltiple maneras, desde la más común que es la incapacidad de escuchar opiniones divergentes hasta las más terrible que es la venganza y más aún convertir a ésta en el alimento del poder, en el motor del Gobierno cuando las cosas no salen bien.
Uno de cada tres hogares hoy en México es monoparental, lo encabezan jefas de familia, madres que trabajan y cargan con todo el peso del hogar o padres solteros.
La noche de Iguala cambió al país. Fueron muchas cosas las que se rompieron aquella horrible jornada que desnudó al sistema, que hizo que poco a poco fuéramos tomando conciencia de que, como en la fábula, la justicia iba desnuda, y nosotros también.
Una verdadera transformación sería dejar de desacreditar a los medios y concentrarnos en la veracidad de la información; discutir la eficiencia y pertinencia de las políticas públicas sin importar quién la propone o propuso; impedir y castigar los negocios que se hacen desde el poder y con el poder y no la filiación política de quienes los hacen. Pero nada, es solo una ocurrencia.