Diego Petersen Farah
Ningún desaparecido es más importante que otro; pero sí los hay más visibles. Es paradójico y hasta irónico plantearlo así, pero hay desparecidos que nadie ve. No es lo mismo ser estudiante que campesino, vivir en Guadalajara que en Tecalitlán o aún en Tala, a solo 50 kilómetros del centro de la ciudad.
Los equipos de campaña de los dos terceros lugares, Anaya y Meade, han puesto su fe y su esperanza en el debate. Y digo fe porque no hay elemento racional alguno que permita suponer que algo trascendental sucederá en el debate, lo que están esperando es un milagro que haga que la tendencia ascendente de López Obrador finalmente se quiebre y comience a caer. Pero ¿realmente cambian los debates la intención de voto?, ¿el debate de este domingo tendrá algún efecto en las tendencias electorales?
Lo único que podría hacer el candidato del PRI para meterse a la pelea es reducir la carga negativa que tienen el gobierno y el partido y eso no se logra con spots ni en unos cuantos meses.
Ya pasaron ocho días y no ha pasado nada. Los candidatos siguen empecinados en las mismas estrategias, para bien de uno y mal de todos los demás. Siempre lo mismo, como con Raúl Velasco.
Las desapariciones son en este sentido una tragedia personal, de la familia que sufre la peor de las angustias, un duelo eternizado, y una tragedia social, pues detrás de cada una de ellas lo que hay es un pedazo del Estado que se desmorona, sea por putrefacción interna, o por incapacidad adquirida, por la esclerosis del sistema. De ahí que la reacción no solo de las autoridades sino de muchos ciudadanos a negar el problema, a criminalizar a las víctimas, porque no se quiere ver, no se quiere aceptar, lo que significa realmente este fenómeno.
¿Otro México es posible? Frente al derrotismo que impera en una buena parte de la sociedad, la pregunta no solo es pertinente sino sumamente significativa. Plantearnos la pregunta implica desde ya cuáles son esos Méxicos Posibles y qué consecuencias tiene tomar o no tomar ciertas decisiones en el corto y mediano plazo para el derrotero […]
Una de las funciones del poder es reproducir y conservar el poder. Esta máxima está en mayor o menor grado en la mente de todos los poderosos, sean políticos, narcos, empresarios, líderes sindicales, burócratas de medio pelo o ministros de cualquier culto. Una buena parte de la energía del poder se va en esta tarea tan primaria como desgastante. En contra partida, una de las grandes virtudes de la democracia, hoy tan cuestionada, es poner frenos a esta lógica perversa; asegurar el transito pacífico del poder implica, entre otras cosas, frenar la tentación de los abusos de los poderosos.
Si la persecución desmedida de la PGR al candidato Ricardo Anaya era en sí mismo una muestra de este abuso, el no ejercicio de la acción penal contra el ex gobernador César Duarte y las declaraciones del ex fiscal contra delitos electorales, Santiago Nieto, de que recibió presiones de un funcionario de la Secretaría de Gobernación para no investigar las posibles contribuciones de funcionarios de Odebrecht a la campaña de Peña Nieto, muestran hasta dónde el gobierno está dispuesto a jugársela para mantener el poder, pasando por encima de leyes, instituciones y personas.
Vamos a creerles que, en el caso de Duarte tengan razón, que la investigación estaba mal hecha o que efectivamente a pesar de que grazna como pato, tiene plumas de pato y camina como pato, no es un pato, que esas extrañas maromas financieras no constituyen delito alguno. Se las compramos, pero cualquier persona con un poco de sentido político no habría hecho pública la decisión en este momento.
En el caso de Santiago Nieto no dijo nada que no nos imagináramos, pero al ponerlo en palabras y en un medio extranjero mostró la lógica del juego del gobierno de Peña. El ex fiscal dice que primero le ofrecieron dinero, luego le advirtieron que no se arriesgara y finalmente lo corrieron y lo amenazaron pasando por encima de cualquier lógica institucional.
No les gustó a los banqueros la metáfora de López Obrador sobre el tigre: lo leyeron como amenaza y lo criticaron en coro. Pero es justamente este tipo de acciones lo que puede provocar que el animal salga del estado de aletargamiento.
La lucha por el poder es con todo, pero justamente por y para ello hemos construido una democracia con instituciones y reglas. Algunas voces desde la sociedad civil e incluso desde dentro del PRI han comenzado a llamar a la cordura. Es importante que, a unos días del arranque de las campañas, todos le bajen tres rayitas: que Anaya deje de amenazar, pues tendrán que ser las instituciones quienes en todo caso procesen los casos de corrupción; que López Obrador deje de asustar con su metáfora del tigre y el domador, pero, sobre todo, que el presidente y el gobierno manden señales de que no usarán el poder para mantener el poder, que las instituciones son del Estado y no de un candidato.
Ningún candidato o partido por sí solo va a combatir la corrupción. Esta es una batalla que durará años, será a nueve entradas y muy probablemente nos vayamos a extra innigs. Lo cierto es que no serán los candidatos ni quien resulte presidente quien llevará la carga de esta batalla sino las instituciones de Estado que nos hemos dado a través del sistema nacional y los estatales anticorrupción y la sociedad civil.
“El gordo” tuvo claro que quería hacer cine desde que era flaco.
No hay encuesta buena, dice Roy Campos, que algo sabe de esto. El director de Consulta Mitofsky es uno de los grandes encuestadores de este país y tiene claro que ninguna encuesta por sí sola, ni siquiera la que hace él, es la buena, pero el conjunto de encuestas sí marcan una tendencia.
Si alguien puede derrotar a Andrés Manuel López Obrador es “El Peje”, esa especie de otro yo autoritario, intolerante e imprudente que vive dentro del propio Andrés. Lo traicionó en 2006 cuando lo llevó a cometer errores que le costaron la elección, pifias que AMLO nunca reconoció públicamente pero que quedaron en la historia y […]
Con los nuevos sistemas de control que tiene Pemex en las gasolineras es imposible que una gasolinera venda litros incompletos o gasolina robada sin que la paraestatal se entere de inmediato.
Como en película gringa, alguien debería de leerle sus derechos a José Antonio Meade: “Tiene derecho a permanecer callado. Todo lo que diga será usado en su contra”. Y no porque haya cometido delito alguno, al contrario. Si una ventaja tiene Meade como candidato es que nadie lo acusa de corrupción, que se le reconoce […]
A diferencia de sus adversarios, Andrés Manuel López Obrador parece estar gozando la campaña presidencial. Sus contrincantes, Ricardo Anaya y José Antonio Meade no se distinguen por su sentido del humor. Anaya parece tomarse demasiado en serio a la vida y a sí mismo, y cuando cuenta chistes le salen mal, no le quedan.
Los políticos hacen muchas dagas, y algunas cosas buenas. Entre las dagas que suelen hacer y que más cuestan económica y socialmente, porque generan desconfianza y trastocan la visión del país, es distorsionar la información para usarla a su conveniencia. Vemos como normal que un político mienta o diga medias verdades o solo la parte […]