Óscar de la Borbolla
"El objeto deseado nos marca un camino para alcanzarlo y en ese camino está todo con lo que habremos de toparnos: nuestro destino particular".
Esta sospecha de no conocer en absoluto lo que está afuera de mí, de no saber lo que son las cosas en sí mismas, de no sospechar siquiera lo que pueda haber por no contar con el sentido correspondiente, me da horror.
"Y respecto del amor, ¿qué es lo que se da cuando se da amor? ¿Qué clase de bien es el que se regala al otro?"
"El mundo en el que estamos es la consecuencia de haber erigido el dinero como lo más valioso".
"Lo característico del universo levantado por Franz Kafka es la impotencia del individuo frente al poder".
Qué tiempos aquellos en que Ser y Pensar eran la misma cosa; hoy cada quien en su mundo portátil se ve obligado a una convivencia democrática y tolerante con los distintos puntos de vista, pues se asume que ninguno de ellos es el punto de vista absoluto, objetivo, definitivo y verdadero.
La marcha de las mujeres destapó una cloaca moral que ha envenenado a la sociedad mexicana y tal vez mundial.
La condición humana es muy extraña. Su criterio para admitir como normales las desgracias (resignarse) no es, por lo visto, la reiteración inveterada: la mera repetición, aunque sea eterna e incesante, no nos acostumbra a cualquier cosa.
A Beatriz Escalante Existen innumerables organizaciones preocupadas por despertar la conciencia ecológica; sin embargo, ninguna ha puesto en la mira la luz; se habla mucho de las especies que están a punto de extinguirse, del calentamiento global, del deterioro de la capa de ozono, de la contaminación del aire, de las islas de espuma de […]
La vida es un círculo vicioso que comienza al nacer -antes no se es- y termina al morir, cuando volvemos a no ser.
Para unos, la fecha será feliz; para otros, aciaga, pero de que el tiempo llega no debe cabernos la menor duda; de hecho, la única certeza que merece nuestra más fervorosa confianza es que no hay plazo que no se cumpla: de que llega llega, dice la gente.
El futuro, el que podrá constarnos, es así: una serie de cosas que nos sorprenden poco, que de alguna manera eran previsibles, que estaban ya anunciadas.
Nuestra muerte nos encara con el más lastimoso ninguneo, nos enfrenta al hecho de que nuestra muerte no trastoca nada, de que todo seguirá sin nosotros, de que por más singulares que nos creamos, no valemos nada, no tenemos ninguna importancia: no sólo somos mortales, sino que siempre hemos sido nadie.
A los seres humanos también se les conoce por sus dioses y, no cabe duda, que los de hoy, al haber adoptado como dios emblemático Lo Divertido, son, somos, los más infantiles y ñoños de toda la historia.
"Hay una ocasión en que la vida alcanza un punto desde el que se puede mirar con desdén el porvenir".
Alguna vez nos aferramos o quisimos retener algo o a alguien, pero fuimos arrastrados contra nuestra voluntad en el sentido contrario a nuestro deseo.