Adela Navarro Bello
Pero el Presidente, cuyo tema no es la mujer, ni el feminicidio un asunto primordial en su agenda de Gobierno, y las manifestaciones siente que son lo suyo, perdió el balance una vez más. Acusó que detrás del movimiento de las mujeres había una vertiente que estaba en su contra y que quería que su Gobierno fracase al tiempo que no se consolide su cuarta transformación, “es el conservadurismo disfrazado de feminismo”, sentenció fuera de lugar, denostando un movimiento que no se manifestó contra él.
La realidad que el Presidente López Obrador no quiere, o no puede entender, es que el Día Internacional de la Mujer fue eso, y no un acto en su contra.
Es preocupante que el Presidente se enoje, pero es grave que arremeta contra la sociedad que abuchea a un político, que los llame mentirosos; y más grave que pretenda minimizar las acciones de un sector que se mueve y luego se para, en un intento por sensibilizar a la clase gobernante, y sobrevivir en un país de violencia.
Lo que es un hecho, es que con personajes como Leyva Mortera y decisiones como las que hoy toma Bonilla Valdez a su favor, en Baja California los ideales que postula López Obrador no existen y de la llamada cuarta transformación, el regimen morenista local no tiene nada. Nada.
En México, tenía razón López Obrador en 2017, caen los de abajo, no los de arriba.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador no habla de los muertos a menos que tenga otros datos que le indiquen que los homicidios dolosos van a la baja.
A pesar que en un inicio tanto Rodríguez Lozano como Bonilla Valdez mantuvieron a “Caminante” en el Gobierno, la visita de Alfonso Durazo, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) a Tijuana el miércoles 22 de enero, fue decisiva para la salida del sospechoso de participar como enlace en los hechos de Ayotzinapa.
«La lucha por la dirigencia es apenas el inicio del resquebrajamiento de Morena, instituto que ha dado cuenta de no representar transformación alguna».
«Los tres casos de mayor responsabilidad en la Fiscalía General de la República, sucedieron en el sexenio de Peña Nieto, acaso el más protegido por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha decidido perdonar la corrupción pasada, al menos en la figura presidencial».
Alejandro Encinas Rodríguez, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, declaró el 8 de enero de 2019, en conferencia de prensa en Ciudad de México, que uno de los objetivos más importantes en la investigación sobre el homicidio y desaparición de 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, era encontrar la verdadera identidad de “Caminante” y de “El Patrón”, señalados de ser partícipes de los hechos sucedidos entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014.
«En unos días, o semanas, de acuerdo al tiempo que tome al Ministro Franco y a sus proyectistas concluir el documento que someterán a votación del pleno, se sabrá la resolución de la Corte en lo que llamaron ‘Ley Bonilla'».
«En un año del Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, los cuatro narcotraficantes que gozan de mayor impunidad, ya sin García Luna y con una nueva corporación, siguen disfrutando de la misma».
«Salvo Robles Berlanga, los priístas acusados de corrupción permanecen impunes todos, empezando por el Presidente Enrique Peña Nieto».
«En todo momento, Genaro García Luna contó con el apoyo de las autoridades de los Estados Unidos en dos administraciones, la de George W. Bush y la de Barack Obama».
«Tres yerros de la 4T en Baja California, tres excesos para sacar provecho de una situación de orden público».
«2019 va encaminado a ser un año violento en el País, como sucedió en cada uno de los seis años de gobierno del priísta Enrique Peña Nieto, o en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa».