Martín Moreno-Durán
Y por supuesto que hay otros legisladores en Morena que han dicho una cantidad generosa de burradas en tiempo récord. Algunos que hablan porque tienen boca. O las senadoras que agreden a periodistas verbalmente. Una pléyade de cuasi analfabetos que en su vida han abierto o leído un libro.
Que la aprobación a López Obrador cayó al 60 por ciento a finales de abril, cuando a mediados del mismo mes, registraba casi el 68 por ciento de respaldo ciudadano. “Hay una tendencia clara a la baja de López Obrador en las últimas semanas”, aseguró Roy Campos. Y más:
El costo del Aeropuerto militar (en realidad, lo es) y cuyos beneficios económicos, por órdenes de López Obrador, serán exclusivamente para los militares, saldrá…¡66 por ciento más caro que el NAIM Texcoco!
El Presidente no supo qué hacer ese sábado. Se encerró durante todo el día.
+ Azuza a sus fanáticos vs periodistas + ¿A dónde nos llevará esta esquizofrenia? La frase no tiene desperdicio. Es amenaza clara, directa y agraviante. Nada de que hubo mala interpretación. Así lo quiso decir, y así lo dijo: “Y si ustedes se pasan, pues ya saben, ¿no? Lo que sucede, ¿no? ¡Pero no soy […]
Nos toca observar y opinar sobre AMLO y su equipo, un equipo que, hoy por hoy, no existe. Es muy limitado. Gris. Hay casos como los de Nahle o Sandoval cuyos cerebros y voluntades funcionan a control remoto desde Palacio Nacional.
Lo dicho: el Gobierno actúa al equivalente de que una familia se sostenga económicamente con una tarjeta de crédito sin pagar el mínimo mensual.
Echemos un vistazo a los paralelismos entre AMLO y Peña Nieto, basados en los hechos. No los ve quien no los quiera ver.
La palabrita la traen los adoradores de AMLO. Sus seguidores. Sus cuijes. Para ellos, toda crítica mediática es “golpismo”.
¿En qué mintió o manipuló AMLO en su discurso de los 100 días?
A casi 100 días del nuevo Gobierno, algunas señales son más que preocupantes.
Más de espectáculo mediático que de efectividad legal, sería el posible juicio en contra de los ex mandatarios mexicanos. ¿Por qué? Resulta que la propia Constitución prohíbe investigar a Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña.
Y sí: ayer fueron los muertos de Calderón y de Peña. Hoy, sin duda, serán los muertos de López Obrador.
Y fue el propio AMLO quien acabó por entregar el poder absoluto a los militares. El poder que les faltaba: el financiero.
El pleito no es nuevo ni sorprendente. En público y en privado, Andrés Manuel López Obrador y Felipe Calderón se han mostrado los colmillos y cruzado acusaciones virulentas. Algunas, con fundamento. Otras, simples descontones callejeros.
¿No hubiera sido mucho mejor que AMLO enviara un mensaje de estadista bajo el siguiente formato?: “Preferible heredar bienestar sin deshonestidad”. Así de sencillo. Así de legítimo. Así de válido.