Jorge Zepeda Patterson
Tenemos que entender que el TLC y un modelo entregado a la apertura comercial y a la integración con las redes productivas de Estados Unidos tuvo efectos importantes en la modernización, pero terminó por aumentar la dependencia. Hoy somos rehenes de nuestra extrema vulnerabilidad.
Desde tiempos inmemoriales la opinión pública en México ha conocido como “el chayote” a las partidas entregadas por el soberano a los periodistas que influyen en la opinión pública.
Claudia Sheinbaum tendría que ser cuestionada en términos de la demora para anunciar algunas medidas que entraban dentro de sus competencias, pero resulta un poco excesivo cargarle los defectos de un desorden civilizatorio.
Los periodistas y editores de diarios y noticieros sabemos por experiencia que las buenas noticias no venden ejemplares ni conquistan audiencias (good news, no news), por más que el público proteste por la diaria exhibición de los males que nos aquejan.
Cuando veo la intensidad con que se repudia en algunos círculos a López Obrador, la vehemencia biliosa que provocan los dislates y defectos del Presidente, las redes de odio que se han construido en su contra, me pregunto ¿qué hay en el fondo de esta reacción?. ¿Por qué antes no encontraban el aire irrespirable? Supongo que tampoco les gustaba la corrupción, el saqueo, la pasividad ante la inseguridad galopante o la frivolidad del Gobierno, pero más allá del chiste inocuo por las torpezas verbales de Peña Nieto, no parecía provocar urticaria, como ahora, lo que hacía y decía el presidente.
Algo similar sucede con la guerra en contra del huachicol. Los errores y las precipitaciones cometidas, el desabasto momentáneo, las pérdidas en vidas humanas fueron exhibidas ad nauseam, y no podía ser de otra manera. Trastocó la vida de muchos ciudadanos. Pero el reporte sobre los primeros resultados de esta campaña también merecía una difusión infinitamente mayor de la que tuvieron a bien concederle los medios.
No existe un manual del usuario para dirigir un país, que yo sepa; ni una escuela en donde se aprenda a ser un buen Presidente. Los mandatarios terminan descubriendo en qué consiste pilotear esa enorme nave que es la nación cuando están por terminar su sexenio y a veces ni entonces. Conducir desde Palacio Nacional […]
Durante treinta años López Obrador vio lo que el poder hizo con gobernadores y presidentes, quienes terminaron creyendo que la única verdad era el aplauso de sus públicos cautivos. Espero que esté en condiciones de reconocer las primera señales de lo que el poder pueda provocar en él y en contra de la oportunidad histórica que tiene en sus manos.
Lo chairos furibundos le hacen a López Obrador el mismo dudoso beneficio que un hooligan a su equipo de fútbol. Una barra brava de la UNAM, del América o de cualquier otro club, puede provocar incluso el veto del estadio o por lo menos que los aficionados moderados dejen de ir a las tribunas a apoyar a su equipo.
El Presidente ha dicho que no se deben hacer excepciones, pero habría que hacerle ver que no es así, porque se trata de un asunto totalmente distinto”. Foto: Cuartoscuro Hasta ahora he defendido la tesis de Andrés Manuel López Obrador de que es preferible entregar recursos y apoyos directamente a los ancianos, a los jóvenes […]
Todo poder necesita un contrapoder o de lo contrario se hace absoluto. A Dios hubo que inventarle Satanás, al Rey el Parlamento, a Bill Gates de Microsoft Apple de Steve Jobs, al Real Madrid el Barcelona. El triunfo arrollador de López Obrador, sus mayorías en las Cámaras y sus astronómicos niveles de aprobación entre las […]
Si esto fuera la Guerra de las Galaxias, no tengo duda de que la fuerza estaría del lado de López Obrador. Por desgracia eso no asegura la victoria. Pero al menos el hecho de plantearse un gobierno a favor de los desprotegidos y los que menos tienen en un país con tanta desigualdad e injusticia, […]
Para muchos lo único que puede evitar bloqueos y huelgas es el endurecimiento de las leyes y, sobre todo, la intervención del Gobierno para impedir por la fuerza tales incidentes. Pero está claro que esa no es una alternativa para López Obrador. Me parece que tiene razón. Y por varios factores.
Cuando fue candidato López Obrador criticó la presencia de soldados en las calles y prometió regresarlos a los cuarteles. Muchos de nosotros, opinadores y periodistas, escribimos en el mismo sentido. Y sin embargo, el músculo que hoy muestra el crimen organizado, su capacidad para dominar territorios, penetrar en el tejido social y controlar todos los aspectos de la vida diaria es mucho mayor de la que habíamos previsto.
No es casual que las tragedias se desaten en lugares impronunciables o inéditos para el resto de los citadinos.
Los huachicoleros ahora perforan los ductos no para ordeñarlos sino para prolongar el desabasto y obligar a la opinión pública a presionar al Gobierno para que suspenda el operativo en su contra.