Jorge Alberto Gudiño Hernández
He escuchado a varios profesionales de la lectura lamentar ya no ser ingenuos frente a un texto.
En verdad me da mucho trabajo entender las motivaciones de estos criminales. Lo peor es que no es un caso aislado.
Me parece lógico el coqueteo de los escritores con los medios audiovisuales, pues de algo se debe vivir.
Sé que son apenas unas cuantas recomendaciones pero pueden servir como punto de partida para quien se interese en la literatura china.
¿Es mucho o es poco el dinero que cobran por escribir? Se me ocurre que, la única ventaja que tienen, es que reciben pagos por un trabajo ya realizado.
Quedarse impávido frente a lo que sucede o, peor aún, condenar la migración centroamericana, es propio de personas que no son capaces de reconocer al otro como un ser humano pleno.
Es una percepción generalizada que la diferencia entre un profesional y quien no lo es radica en que el primero cobra por su trabajo.
Se necesita ser muy torpe, muy lego o completamente insensible, para lamentar que no iniciara una guerra.
Es complicado definir qué es lo que convierte a una persona en escritor profesional.
No desconfío del todo, lo confieso. Algunos críticos me convencen y también amigos con los que comparto gustos. En contraparte, detesto los algoritmos que creen saber lo que me gusta (¡como si yo mismo siempre lo supiera!).
No es el momento de hacer una crítica a lo que funciona mal en la industria sino de ver cómo ésta se puede fortalecer.
Si corremos el riesgo de los albures es porque pensamos que la apuesta opera a nuestro favor.
«La ficción contribuye, desde planeamientos que involucran planos que van de lo político a lo sexual, a que comprendamos mejor en dónde descansa la importancia de las cosas».
«Es inevitable la maldad, es cierto. Pero es responsabilidad de todos y, en especial del gobierno, hacer todo para contenerla».
«Cuando una autoridad es legítima y conoce a quienes la rodean, basta con una orden para resolver cierta clase de problemas».
«Parece, no obstante, que hoy en día se adquieren más seguidores y comentarios gracias a los insultos»