Jorge Javier Romero Vadillo
López Obrador está usando su mayoría legislativa no para garantizar su programa de Gobierno, sino para desmantelar lo avanzado en los últimos 40 años, con el pretexto de que ha sido solo producto del neoliberalismo. El riesgo de regresión autoritaria es enorme.
Es hora de construir una opción de izquierda democrática, razonable y deliberativa, que se nutra de conocimiento experto, capaz de movilizar a los intelectuales que tanto maltrato han recibido de este Gobierno. L
La estabilidad es un valor colectivo. Donde la crisis sanitaria y económica haga saltar el arreglo político, las pérdidas serán mayores, a menos de que se trate de las ruinas estatales de Cuba, Nicaragua y Venezuela, donde poco queda por destruir.
Así, lo peor de la religiosidad presidencial no es que la exprese en público, sino que determine la manera en la que gobierna. Lo primero es demagógico, lo segundo puede ser criminal.
La circunstancia terrible en la que nos encontramos va a mostrar la relevancia de la fortaleza estatal cuando llegue la hora de hacer el balance de las respuestas, tanto las sanitarias como las económicas.
Las cárceles mexicanas, como las de todos los países de América Latina, son lugares donde no solo se materializa la exclusión social, sino también la deshumanización de presuntos delincuentes y sentenciados por igual
El propio Presidente ha lanzado desde su púlpito la más estúpida de las campañas supuestamente enfocadas a la prevención del consumo de la que tengamos memoria.
La incomprensión de López Obrador no es sino reflejo de la insensibilidad y la estulticia que impera aún entre buena parte de los hombres de este país.
Lo ocurrido en el Senado hace unas horas es reflejo de las enormes contradicciones de la política de drogas del actual Gobierno.
La regulación de la marihuana sería el primer paso para desmontar esa mayúscula tontería, pero el conservadurismo la sigue obstaculizando.
El sistema electoral proteccionista, que favorece a las redes clientelistas y excluye a los proyectos ciudadanos sin capacidad de acarreo, está mostrando sus límites y su cerrazón.
El sistema de partidos basado en asambleas es una herencia institucional del sistema electoral proteccionista de la época clásica del régimen del PRI.
El objetivo de revivir el mito del fraude de 2006 es el INE. Entre la ojeriza presidencial contra el instituto autónomo y la andanada de iniciativas de reforma electoral.
La credencial para votar con fotografía fue resultado de una reforma ulterior, en 1993, para darle mayores garantías a la elección de 1994.
«El diseño regulatorio propuesto en el documento de la Comisión de Justicia está pensado de tal manera que las barreras de entrada a la producción y al mercado legal sean infranqueables».
«Es indispensable que la intentona de contrarreforma sea detenida y que, en cambio, avancen cambios que consoliden una justicia auténticamente garantista».