Jaime García Chávez
El 15 de enero de 1972 significó dolor y muerte y, de bulto mostró lo endeble de las instituciones para encarar, con la ley en la mano, una acción armada.
López Obrador suele decir una cosa y hacer otra cuando se refiere a su persona.
¿Cuál es la razón para hacer de 1990 una fecha de corte histórico, dejando de lado más de treinta años en los que es evidente que han sucedido cosas de extrema gravedad?
Paradoja singular también el hecho de que López Obrador haya asistido primero a las instalaciones de la Quinta Zona Militar y luego al evento de las víctimas de desapariciones el mismo día.
«Quizás lo que falta, y es una tarea ingente, sea una nueva síntesis de pensamiento y praxis que marque rutas y destino. La izquierda asociada al marxismo, que no es ni remotamente la única, surgió con una encomienda de hacer de la crítica algo fundamental».
«López Obrador, al pretender gobernar de esa manera, da muestra inequívoca de su talante autoritario y lleva el sello de ponerse al margen de la Constitución que protestó cumplir y hacer cumplir».
«La vida de Sontag que percibo en la obra de Benjamin Moser es tan vasta y tan fecunda que hace difícil una reseña breve, más cuando lo que se pretende –confieso que fracasé en el intento– es un texto ágil y sencillo para recomendar no sólo una biografía, sino la lectura de una gran obra, viva y fuerte como el torrente de un manantial que no admite dique alguno».
En realidad a López Obrador no le importa lo qué suceda en el mundo, o dicho de otra manera, no está en sus prioridades, a contracorriente de lo que ha sido la política exterior del país.
«(…) quiero pensar que Salazar más lanzó un piropo para herir la vanidad del Presidente que trazar un real paralelismo histórico, sobre todo si tenemos en cuenta que programas como Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro están bajo el ojo crítico en este momento».
«Para estar a tono con el discurso oficial y la narrativa lopezobradorista, se dice que, por fin, Bartlett “rompió el silencio” en relación a 1988. Probablemente rompió su silencio interesado, porque ya hay suficientes investigaciones que han esclarecido el robo de la Presidencia que obtuvo en las urnas Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano».
¿Será que López Obrador quiere una universidad para producir cuadros propios, como las escuelitas totalitarias que prohijaron pedagogías a favor del fanatismo?
López Obrador se dice liberal, pero nos está regresando a la peor etapa del siglo XIX, con su clero político y los fueros militares.
«En estos días Javier Coello Trejo, que presume una gran memoria y no dudo que la tenga, nos ha prodigado su texto memorioso».
El poder se ejerce a través de señales. Suele ser así, para tener visos de mensajes herméticos sólo entendibles por los iniciados cercanos.
A siete años, cuatro con Peña Nieto y tres con López Obrador, estamos donde mismo.
Pero vale la pena, y cuando digo pena es real, reseñar algunas notas sobre el actual Presidente de la República de Cuba, Díaz-Canel.