Dolia Estévez
En diciembre, Fox lanzará al mercado estadounidense Let Move On: Beyond Fear and Phalse Prophets (Movámonos: más allá del miedo y los falsos profetas). Con el mismo lenguaje de los videos, el libro convoca a los estadounidenses a levantarse y resistir. Será publicado por la casa editorial Simon & Schuster.
López Obrador confundió el respeto a la investidura presidencial con las criticas a las indefendibles políticas racistas del individuo que la ostenta.
Es una realidad, no porque lo digan las alertas extranjeras, que la violencia y la inseguridad han empeorado. Este año, el penúltimo de Enrique Peña Nieto, el número de homicidios romperá récord.
Los grupos supremacistas, neo nazis y del Ku Klux Klan que protagonizaron los hechos en Charlottesville, no tienen nada que ver con los contra manifestantes. Los primeros son individuos convencidos de que el creciente pluralismo de la sociedad estadounidense ha oprimido a los blancos y los ha dejado en desventaja. Los segundos, son activistas de izquierda y miembros de la comunidad local que salieron a las calles a manifestarse contra el neo fascismo.
El mensaje de Lighthizer, un abogado proteccionista, tuvo el doble propósito de intimidar a sus contrapartes y ofrecer garantías a las hordas globalifóbicas que apoyan a Trump.
o más probable es que el Congreso la rechace. Sin embargo, hay que preguntarse: ¿Quién propagandizó la falacia de que una sociedad estadounidense multicultural y multiétnica representa una amenaza a los valores «americanos» de libertad, equidad, individualismo, democracia y constitucionalismo?
Cuando Trump y Peña se hayan marchado, quizá entonces México y Estados Unidos podrán encontrar el paradigma perdido.
Trump no puede predicar con el ejemplo. Al igual que Enrique Peña Nieto, usa al Estado para su beneficio personal.
Presidencia no subió a su sitio la versión en español, pero seguramente contiene la misma sintaxis fallida que la traducción al inglés y que aquí retraduje al español. Cuando Peña habla sin teleprompter o tarjetas mete la pata y hace el ridículo. Su nivel intelectual es limitado, y su facultad de hablar con fluidez y de manera efectiva para convencer a quien escucha, inexistente.
Peña y Trump cargan la misma lacra: son profundamente detestados. Pertenecen a la ralea de políticos ineptos.
Durante una conferencia, Bojórquez dijo: «Me hubiera gustado venir a Washington por otras razones, no porque nos están matando.
Washington.- Esta semana, un demoledor reportaje de primera plana en The New York Times, basado en una investigación científica de Citizen Lab de la Universidad de Toronto, que contó con la asistencia de Artículo 19, R3D y Social TIC, corroboró que el Gobierno de Enrique Peña Nieto espió a periodistas, defensores de los derechos humanos […]
Donald Trump no tiene política hacia América Latina. No ha pisado pie en el patio trasera. Ni hay señales de que alguna vez lo haga. Prefiere que los lideres vengan a prestarle pleitesía. Después de África, quizá América Latina sea el continente que menos le importa. Sólo México, Venezuela y Cuba aparecen en su radar. Y no por otra cosa que por deseos de cumplir promesas pasadas, como dar marcha atrás a la apertura histórica hacia Cuba y rehacer o deshacer el tratado comercial con México.
En un país donde los privilegiados del poder político y económico viven en simbiosis y cohabitan bajo el mismo techo el fin de los privilegios, es un sueño guajiro.
Kushner es el personaje más cercano al Presidente bajo investigación en torno a la presunta confabulación entre la campaña de Trump y Rusia durante las elecciones de 2016. La indagación podría llegar hasta la misma Oficina Oval. Pocos en Washington creen que el yerno más famoso de Estados Unidos se haya ido por la libre, es decir, sin el conocimiento y anuencia de su suegro. Con todo, es difícil vaticinar cuándo tocará fondo el escándalo, más allá de decir que para la Casa Blanca se ha vuelto una bomba de tiempo con el potencial de hacer añicos no solo a Kushner sino a la presidencia de Trump.
ras la muerte del periodista Javier Valdez la semana pasada, se manejó la hipótesis de que los perpetradores del visceral asesinato podrían ser sicarios enviados por Iván y Jesús Alfredo Guzmán, hijos del extraditado líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín «El Chapo» Guzmán. Según dicha versión, los Chapitos se indignaron porque el cofundador de RíoDoce entrevistó a Dámaso López Núñez, un ex incondicional de «El Chapo» apodado “El Licenciado” con quien los narco juniors están en guerra abierta por el control del multimillonario negocio.