Carlos Vargas Sepúlveda
El Gobierno de México le quita todo a sus indígenas: el agua, las tierras y hasta las lenguas, reclama Yásnaya Elena Aguilar Gil, lingüista, escritora y activista.
Javier Valdez Cárdenas escribió Levantones, Miss Narco, Malayerba, Con una granada en la boca, y más. Lo hizo desde el corazón de Sinaloa. Lo hizo después de escuchar y oler las ciudades. Utilizó el periodismo para mostrar una realidad que ahí estaba, que ahí sigue. Se acercó a las víctimas y a los victimarios. Entrevistó a un morro que perdió un padre y a un joven gatillero. Sintió siempre. Fue asesinado un lunes de mayo. Aquí habla Ismael Bojórquez Perea, su amigo y colega, el mismo con el que fundó Ríodoce y bebió tequilas.
Los mexicanos viven la peor novela negra que pudieron imaginar. Los asesinados y desaparecidos se cuentan por miles. En ese contexto, la literatura continúa buscando el equilibrio: sí, dar espacio a la muerte, pero también a la vida, señala Ana Clavel, escritora e investigadora mexicana.
La joven de “los ojos de metal” no apartó la mirada de su libro, ese que guarda pasajes de Miguel de Cervantes Saavedra, José Vasconcelos y Jorge Luis Borges, pero fue testigo de la “desprivatización” del comedor del Fondo de Cultura Económica (FCE).
No se le puede dar la espalda a la realidad violenta que enfrentan los mexicanos, señala Francisco Gerardo Haghenbeck Correa, novelista y guionista de cómics.
El ejército de Estados Unidos ayudó a Venustiano Carranza a cometer un genocidio durante el periodo revolucionario, y también participó, casi un siglo después, en el origen de la brutal violencia que hoy lacera a México, señala Francisco Pineda Gómez, autor de La guerra zapatista. 1916-1919.
Marcial Maciel Degollado abusó de niños durante décadas. Era un depredador sexual, señalan las víctimas. El personaje, alguna vez llamado “guía eficaz de la juventud” por Juan Pablo II, es uno de tantos criminales que aparecen en Sodoma: Poder y escándalo en el Vaticano, libro del periodista francés Frédéric Martel.
Edson Lechuga observó un árbol de Navidad adornado con botellas de Tonayán, y supo que ahí, justo en el corazón de la Ciudad de México, había algo terrible que debía ser contado.
En México hay prioridades: primero hay que preocuparse por la gente de la sierra, no por las becas de artistas e intelectuales, señaló el actor Damián Alcázar, protagonista de El complot mongol.
El complot mongol, cuya adaptación cinematográfica se estrenará este jueves 18 de abril, fundó el género policiaco en México, pues Rafael Bernal logró conjuntar los hemisferios de la novela canónica estadounidense, señala Mauricio Montiel Figueiras, narrador, poeta e ensayista.
Los proyectos independientes son incómodos para los cacicazgos que hay en el ámbito cultural mexicano, coinciden Leonardo Garvas y Ulises López, de El Ático Pent Cultural.
Aún es temprano para evaluar la estrategia de comunicación del nuevo Gobierno, pero algo es claro: Andrés Manuel López Obrador es un comunicador muy eficaz, señala Ana Paula Ugalde Haro.
Donald Trump y Jair Bolsonaro llegaron al poder con programas electorales basados en el odio, y eso es terrorífico, señaló la escritora española Rosa Montero.
Hay que buscar la voz de la novela. Si se consigue, la novela estará lista, señala el escritor Isaí Moreno, autor de Orange Road.
En la Ciudad de México “cada vez es más fácil matar sin que haya consecuencias para los responsables”, señalan los autores de Narco CdMx: El monstruo que nadie quiere ver.
Eugenio Aguirre, novelista, cuentista y ensayista, se sienta junto a una ventana y enciende su cigarro. Hablará sobre su novela Isabel Moctezuma y sobre la polémica que generó Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México, después de pedir que el rey de España y el Papa Francisco se disculparan por la conquista.