Alejandro Páez Varela
@paezvarelaSirva mi catarsis de hace diez años a manera de repaso de lo que éramos y de lo que somos; el dónde estamos una década después. ¿Estamos de la chingada? Evalúe. ¿Hemos avanzado? Evalúe. ¿Estamos de la chingada? Evalúe. Mídase y mida. No digo más. Aquí va, el texto.
Nadie puede decir que la violencia en México empezó el 1 de diciembre, pero este gobierno tampoco puede negar que los ciudadanos esperaban un cambio importante a partir del 1 de diciembre.
La eventual caída de Alfonso Durazo podría derivar, peligrosamente, en el fortalecimiento las Fuerzas Armadas.
Hay un cambio de régimen en proceso que es empujado por varios factores, y no sólo el fracaso del neoliberalismo.
Claro que hay muchos simpatizantes de resolver todo a balazos y manotazos de escritorio. Y claro que se crecen con los errores.
No digo que López Obrador tenga la culpa de ambos excesos. Lo que digo es que los dos personajes lo usan, a él que tiene una amplia aceptación, para justificarse.
–Mire: si los reporteros recibían dinero, los directores y los dueños de los periódicos lo sabían. Y le voy a decir por qué: porque les pagaban poco. Decían: “De todas maneras con las fuentes se complementan”.
Me atrevería a asegurar que habrá un momento en el que esa cantidad de pistas ahoguen al nuevo Gobierno y a la Fiscalía General y que eso, y la misma presión que genera la ridícula vida pública del bon vivant Peña Nieto, obligarán a tomar acciones.
Ahora, como podría ser de cierta manera normal, muchos se preguntan quién sigue, por dónde avanzarán en la persecución de la corrupción.
Erick Castillo Sánchez se resistió a un asalto y lo mataron anoche, en Acapulco. Era fotógrafo. Trabajaba en Discovery Channel. Estuvo con Alfonso Cuarón en Roma.
La falta de oposición no es una buena noticia pero tampoco debe alimentar la falta de crítica al proyecto en curso, que llaman 4T.
Y tiene razón, al menos en aquello de “están moralmente derrotados”. Nada más hay que repasarlos.
Y no por Calderón: ese hombrecillo perverso, iracundo y rencoroso le ha hecho más daño a México que (léalo bien) muchos presidentes juntos, que ya es mucho decir.
Fue Enrique Peña Nieto el que la levantó del suelo… y luego la dejó caer: ni una palabra de aliento. Como la dejaron caer tiempo atrás Salinas y Fernández de Cevallos.
“Ordenar bibliotecas es ejercer, de un modo silencioso y modesto, el arte de la crítica”, decía Jorge Luis Borges.
–Sí. Sí –dijo Beto–. Las cosas que ha dicho como candidato y luego como Presidente de Estados Unidos. Esto no puede estar abierto a debate.