Alejandro Moreno Cárdenas, presidente nacional del PRI, ofreció una conferencia de prensa, en la que, además de mostrarse sonriente y efusivo, rechazó las acusaciones de enriquecimiento ilícito que pesan sobre él y se dijo un perseguido político del Presidente López Obrador.
Ciudad de México, 17 de agosto (SinEmbargo).- Protegido por las cúpulas del PRI, PAN y PRD ante las acusaciones de corrupción de la Fiscalía de Campeche, “porque cuando atacan a uno de los diputados del bloque Va por México nos atacan a todos”, el priista Alejandro Moreno Cárdenas jamás perdió la sonrisa durante la larga conferencia de prensa de casi dos horas, ni siquiera ante la hipótesis de que vaya a la cárcel.
—¿Desde la cárcel presidirá al PRI?
—¿Quieres que te diga una cosa? Vamos a ganar con la coalición, hermano.
—¿Pero desde la cárcel va a presidir el PRI?
—…a los corruptos de Morena.
El presidente nacional del PRI y exgobernador de Campeche, conocido como “Alito”, se mostró sonriente y efusivo, flanqueado por sus homólogos del PAN, Marko Cortés, y del PRD, Jesús Zambrano, un día después de que el Fiscal de Campeche, Renato Sales Heredia, formalizó en la Cámara de Diputados la solicitud de desafuero para enjuiciarlo por tres delitos, entre ellos el de enriquecimiento ilícito.
Casi un mes y medio después de que comparecieron los presidentes de los tres partidos, cuando anunciaron una “moratoria constitucional” para no aprobar ninguna reforma del Presidente Andrés Manuel López Obrador, y pese a que ha sido exhibido en audios sobre corrupción y otros abusos, “Alito” se mostró feliz.
Cómo no iba a estar alegre si, además de ratificar que los tres partidos seguirán unidos en las próximas elecciones, el presidente del PAN, la primera fuerza de oposición, hizo suya su narrativa de que se trata de un perseguido político y apuntó al Presidente López Obrador como responsable de pretender instaurar una dictadura.
“Le decimos al Presidente de la República —afirmó Cortés— que México sigue siendo y seguirá siendo una democracia y que no puede usar las instituciones del Estado para callar, para perseguir, para amedrentar a los opositores. Aquí están los opositores y aquí vamos a estar y en el Congreso vamos a estar para cuidar el INE, la democracia y vamos a estar para evitar la militarización del país, que es el paso que quiere dar, para que México sea realmente una dictadura”.
El propio Cortés afirmó que existen versiones de que a él también le van a hacer imputaciones de delitos, como al coordinador de los diputados federales del PAN, Jorge Romero, el cacique de ese partido en la Ciudad de México vinculado al “cártel inmobiliario”.
“Sabíamos que es parte de su estrategia. Estamos listos para ello”, subrayó Cortés sobre eventuales imputaciones en su contra, aunque el que se mostró más efusivo en su inminente desafuero fue Romero, el histriónico Diputado panista:
“Si lo que creen es que aventando la lámina, aventando el calor, nuestra actitud como oposición va a cambiar, no saben quiénes somos, y habremos que enfrentar lo que tengamos que afrontar. Lo que sea y que sea, lo habremos de enfrentar de frente y de pie. Están muy mal si creen que por sus amenazas y amedrentamientos vamos a cambiar de actitud. ¡Por favor, que nos conozcan ahora!”
Aunque el presidente del marginal PRD, Jesús Zambrano, no vaciló en respaldar a sus aliados, el coordinador de los diputados federales de ese partido, Luis Cházaro, fue el más enfático en abrigar a Moreno Cárdenas, porque los aliados son uno mismo:
“Cada que nos atacan, lo único que logran es unificarnos más; cuando atacan a uno de los diputados del bloque Va por México, nos atacan a todos”.
En su turno, Moreno Cárdenas reiteró su inocencia ante el presunto enriquecimiento ilícito, en particular su mansión valuada por la Fiscalía de Campeche en más de 130 millones de pesos: “No tengo nada que esconder. Mi patrimonio es transparente”.
Y reiteró: “Con responsabilidad, con mucha claridad, pero con mucha firmeza, a este gobierno le tiene que quedar claro que ni nos asusta ni nos amedrenta”.
La coalición Va por México convocó a la conferencia de prensa para anunciar que instaló la Comisión Especial para la Construcción Legislativa en materia de gobiernos de Coalición, que se encargará de elaborar la legislación a nivel federal y en los estados, pero el mensaje fue el respaldo a Moreno Cárdenas, quien velozmente se despidió de sus homólogos en un salón del hotel Barceló y tomó el Paseo de la Reforma.
Rodeado de mujeres, avanzó hasta la calle de Lafragua, donde se ubica lo que queda de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) del PRI, y a su paso recogió muestras de repudio de quienes lo reconocieron. “Es el rata de Alito”, gritó un peatón.
Trabajadores de la construcción lo vieron pasar le enviaron, también, sonoros saludos.
—¿Quién era? –preguntó un trabajador.
—El presidente del PRI.
—¡Dígale que chingue a toda su máscara del Santo!