El orgullo de comer mexicano: regresar al origen, a la dieta tradicional, podría ser la solución para paliar los problemas de obesidad y diabetes que vive México, afirman especialistas.
La dieta tradicional comenzó a ser desplazada hace décadas por productos ultraprocesados que –gracias a la publicidad, disponibilidad y precio– están presentes en la mesa de los mexicanos a quienes han enfermado con sus altos contenidos de azúcar, grasa, sodio y conservadores.
Ciudad de México, 17 de agosto (SinEmbargo).- El orgullo de ser mexicano se siente al entonar el Himno Nacional, se ve en sus majestuosos paisajes, se olfatea en sus flores multicolores, se escucha al grito del mariachi y también se saborea: la exquisita variedad de alimentos con que cuenta el país es un privilegio no sólo para el paladar, sino también para la salud.
De acuerdo con especialistas en materia, desde hace décadas la dieta tradicional comenzó a ser desplazada por productos ultraprocesados que –gracias a la publicidad, disponibilidad y precio– están presentes en la mesa de los mexicanos a quienes han enfermado con sus altos contenidos de azúcar, grasa, sodio y conservadores.
El país está inmerso en un problema grave de obesidad y diabetes desde hace un par de décadas, razón por la que el Gobierno federal decidió decretar una alerta epidemiológica el 14 de noviembre de 2016, sin embargo, organizaciones de la sociedad civil y expertos han criticado que la declaratoria llegó sin la implementación de medidas para mitigarla.
De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), 7 de cada 10 adultos, 3 de cada 10 adolescentes y 3 de cada 10 niños viven con exceso de peso. Además, anualmente alrededor de 105 mil personas fallecen a consecuencia de complicaciones de la diabetes mellitus tipo 2.
Es por eso que con motivo de las fiestas patrias que se avecinan, señalan que volver al origen podría ser la solución para paliar el mal, pues México cuenta con una extensa variedad de alimentos ricos en nutrientes y bajos en grasas y azúcares.
«México tiene una gran riqueza de alimentos. Debemos sentirnos orgullosos y afortunados de tener esa diversidad de productos vegetales y debemos aprovechar y rescatar esa dieta mexicana para tener una buena salud», subraya María Andrea Trejo Márquez, especialista en tecnología de alimentos, en entrevista para Mundano.
En el mismo sentido, Fiorella Espinosa de Cándido, especialista en Dietética y Nutrición, indica que «la dieta mexicana es rica en todos los elementos que favorecen la salud: es rica en fibra, vitaminas, minerales, ayuda a estabilizar los niveles de colesterol, etcétera».
El reto del Gobierno mexicano será devolverle a la población las facilidades para alimentarse de forma saludable, por lo que deberá poner al alcance frutas y verduras; limitar la disponibilidad de productos ultraprocesados, así como su publicidad y destinar apoyos a los pequeños y medianos productores.
UN ABANICO LLENO DE SABORES
La variedad de alimentos que la tierra mexicana brinda a sus habitantes da paso a combinaciones casi infinitas de platillos nutritivos y deliciosos, ¿qué tal un tlacoyo de masa azul relleno de frijol, con salsita verde, queso y acompañado de ensalada de nopales con jitomate y cebolla? ¿Un pozole rojo con lechuga, rábanos y una pizca de orégano? ¿Un chile en nogada? ¿Una quesadilla de flor de calabaza, de quelites o de huitlacoche? ¿O un elote asado con sal y limón?
La dieta de la milpa contiene todo lo necesario que debe haber en un plato saludable, cada alimento tiene propiedades que se complementan y forman recetas muy mexicanas y muy sanas, explica la maestra Espinosa de Cándido, y agrega que dicho modelo de alimentación es de origen mesoamericano y tiene como centro nutritivo-cultural al maíz, frijol, chile y calabaza.
En apego a información de las especialistas entrevistadas por Mundano, la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) y El Poder del Consumidor (EPC) aquí algunas propiedades y datos sobre la riqueza cultural que se degusta en el país:
MAÍZ
En América Latina existen alrededor de 220 razas de este cereal y 64 de ellas tienen presencia en México.
Es un alimento muy importante en la dieta mexicana y puede ser preparado de 600 diversas formas: tortillas, tamales, corundas, sopes, huaraches, memelas, peneques, picadas, salbutes, panuchos, molotes, quesadillas, tostadas, tacos, tlacoyos y más.
Al pasar por la nixtamalización, el maíz es convertido en tortillas que son una gran fuente de calcio, mientras el elote contiene altas cantidades de potasio y ácido fólico.
FRIJOL
La semilla nativa de América se da en más de la mitad de la República Mexicana: en Chiapas, Colima, Durango, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Querétaro, Quintana Roo, San Luís Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán.
El frijol es bajo en grasas y colesterol, alto en fibra, en hidratos de carbono de lenta absorción y en proteínas. Al combinarse con cereales como el maíz, se complementa y da origen a proteínas de alta calidad.
CALABAZA
En el territorio mexicano, las razas nativas de calabazas se cultivan prácticamente en todas las regiones agrícolas y acompañan al maíz y al frijol en el agroecosistema “milpa”.
Contiene potasio, hierro, vitamina C y A, específicamente en carotenos, que fungen como antioxidantes y protegen las membranas de las células.
CHILE
Su nombre proviene del náhuatl chili y su género cuenta con 26 especies, todas originarias de América.
Contiene agua, fibra, carbohidratos, proteína, vitaminas, calcio, hierro, magnesio, potasio, sodio y yodo. Se dice, además, que tiene propiedades anticancerígenas, analgésicas y antiinflamatorias.
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Además, hay otros alimentos que han encajado perfectamente con la dieta de la milpa y son parte de los platillos mexicanos:
NOPAL
Existen alrededor de 220 especies y en el país existen entre 60 y 90. Esta cactácea está constituida por más del 90 por ciento de agua y es rica en fibra insoluble y soluble, ayudar a regular la concentración de glucosa en la sangre y protege al estómago cuando hay producción excesiva de ácidos gástricos.
Por si fuera poco, esta verdura también contribuye a disminuir el colesterol en la sangre y es fuente de vitaminas A, C y complejo B, además de potasio y calcio.
El cultivo está presente en varias parte de la República Mexicana, como son Ciudad de México, San Luis Potosí, Oaxaca, Jalisco, Puebla, Michoacán, Aguascalientes, Baja California y Zacatecas.
QUELITES
Existen más de 350 especies de estas hierbas comestibles, sin embargo, los mexicanos están familiarizados con unas de 30 especies que crecen en diversas regiones del territorio mexicano.
En México, los favoritos son el pápalo o papaloquelite, el huauzontle, los quintoniles, el quelite cenizo, las verdolagas, los berros y la hoja santa. Son ricos en fibra, de vitaminas A y C, hierro, calcio, además de ácidos grasos omega 3 y omega 6.
AMARANTO
La planta nativa mexicana es aprovechada desde hace aproximadamente 7 mil años y fue designada por la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos como “el mejor alimento de origen vegetal para consumo humano”.
El amaranto es rico en proteínas, vitaminas, minerales, fibras dietéticas, grasas saludables y aminoácidos.