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Pedro Mellado Rodríguez

21/05/2022 - 12:05 am

Alfaro Vs. Padilla ¿Quién entregará a quién?

Dos políticos tan ambiciosos, inevitablemente tenían que chocar.

Los dos políticos más poderosos de Jalisco están enfrentados: por un lado el poder formal de la entidad, representado por el Gobernador emecista Enrique Alfaro Ramírez; por otro, su contrincante, el poder de facto más representativo en el estado, el cacique Raúl Padilla López, quien desde hace 33 años maneja la Universidad de Guadalajara en forma personalísima, discrecional y patrimonialista.

El pretexto para la confrontación son 140 millones de pesos que el gobernador Enrique Alfaro Ramírez reorientó del financiamiento del Museo de Ciencias Ambientales de la UdeG, al Hospital Civil de Oriente, en Tonalá, que también pertenece a la UdeG.

El agravio es personalísimo, pues el Museo de Ciencias Ambientales es una obra esencial del Centro Cultural Universitario que impulsa el cacique universitario y en el cual se han invertido casi 5 mil millones de pesos, desde el 2001 hasta la fecha.

“Hasta ahora, la UdeG ha invertido en el CCU (Centro Cultural Universitario) un total de 4 mil 856 millones de pesos en el periodo 2001-2020, de los cuales casi mil millones fueron tomados directamente del presupuesto universitario (962 millones 349 mil 128 pesos), mientras que el resto fueron gestionados por la institución ante instancias de gobierno o de otras fuentes”, señala el periodista Luis Herrera en un trabajo publicado por Reporte Índigo el jueves 11 de febrero del 2021.

Explica la nota que “pese al volumen de recursos públicos que ya se han dirigido al mega desarrollo del CCU (…) las autoridades universitarias no cuestionan en absoluto su costo, pues se trata de uno de los proyectos más personales de Raúl Padilla López, el exrector que sigue controlando a la UdeG, quien retiene la Presidencia del Comité Técnico del Fideicomiso del CCU”.

“El Museo de Ciencias Ambientales es uno de los componentes del CCU, un mega-desarrollo que edifica la UdeG y que contará con áreas de vivienda, oficinas para profesionistas y grandes corporativos, y hoteles”, publicó Luis Herrera en Reporte Índigo, el 12 de agosto del 2021.

La Universidad de Guadalajara promovió una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para exigir la restitución de esos 140 millones de pesos. El pasado jueves 10 de febrero del 2022 la controversia constitucional fue desechada por el máximo tribunal del país que consideró que la UdeG no estaba facultada para promover ese recurso legal por tratarse de un organismo descentralizado y no de un organismo constitucional autónomo.

El pasado miércoles 17 de mayo del 2022 el rector general de la UdeG, Ricardo Villanueva Lomelí convocó a una manifestación de protesta en contra del gobierno de Jalisco, programada para el jueves 26 de mayo del 2022. Dijo: “hagamos la marcha más grande en la historia de Jalisco, porque esta es la arbitrariedad, ilegalidad y el atropello más grande en la historia que ha vivido esta Universidad. Hay muchos gobernadores que no nos han querido dar dinero y hemos tenido que salir a la calle para conseguirlo, pero esta es la primera vez que un gobernador nos quita”.

Entre estudiantes de preparatorias y licenciaturas la UdeG tiene alrededor de 300 mil alumnos y cerca de 20 mil profesores. El año pasado la institución dispuso de un presupuesto de 14 mil 379 millones de pesos, que aumentó a 14 mil 803 millones de pesos en 2022.

LOS TRES CACIQUES

Restaurada como universidad pública de Estado en 1925, de origen la Universidad de Guadalajara fue siempre manzana de discordia y motivo de fuertes disputas por su control entre las familias y grupos políticos encabezadas por tres exgobernadores: José Guadalupe Zuno Hernández, Margarito Ramírez Miranda y Jesús González Gallo.

Durante los últimos 71 años la Universidad de Guadalajara ha padecido tres severos cacicazgos. Carlos Ramírez Ládewig (hijo de Margarito), primer presidente de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG) -la del socialismo teórico y el pistolerismo práctico-, fue jefe político de la institución durante 24 años, desde 1951 hasta el día de su muerte, cuando fue asesinado el viernes 12 de septiembre de 1975.

Presumiblemente lo ultimó un comando guerrillero, aunque su hermano Álvaro sostiene que fue un crimen de Estado perpetrado por el gobierno del presidente Luis Echeverría Álvarez (1970-1976), quien era yerno de José Guadalupe Zuno Hernández, pues estaba casado con su hija María Esther Zuno Arce.

Al morir Carlos, asumió la jefatura política de la FEG y de la UdeG su hermano Álvaro, cacicazgo que duró 14 años. A la sombra de Álvaro creció el actual jefe político de la UdeG.

Al heredar el poder, Álvaro hizo presidentes de la FEG a Raúl, en el periodo 1977-1979. De la mano de Álvaro, Raúl llegó a la rectoría el 1 de abril de 1989. Padilla López rompió alianzas con Álvaro y con la FEG, para asumir un poder total, sin restricciones y contrapesos en la UdeG.

Raúl modernizó el cacicazgo en la UdeG y estableció nuevos y más férreos controles, sobre los gremios de estudiantes, profesores y trabajadores, al amparo de una autonomía que le fue concedida a la institución al aprobarse una nueva Ley Orgánica de la Universidad de Guadalajara el 31 de diciembre de 1993, promovida y promulgada por el entonces gobernador priista Carlos Rivera Aceves.

Fue una graciosa concesión que el presidente priista Carlos Salinas de Gortari le hizo a Padilla López, el presunto modernizador de la institución, que desde entonces controla el Consejo General Universitario, autoridad y poder jurídicamente formal de la UdeG que quita y pone rectores.

Cinco expresidentes de la FEG han sido rectores de la UdeG: Jorge Enrique Zambrano Villa, Enrique Javier Alfaro Anguiano, Raúl Padilla López, José Trinidad Padilla López e Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla, actual regidor por el partido Hagamos en el Ayuntamiento de Guadalajara.

Padilla López fue por cierto el relevo en la rectoría de la UdeG de Alfaro Anguiano, padre del actual Gobernador Alfaro Ramírez, quien fue entonces, como ahora lo es su hijo, su muy enconado enemigo político.

“El Licenciado”, como genéricamente se conoce al cacique de la UdeG, ha impuesto a los siete últimos rectores de la UdeG: Víctor Manuel González Romero, su hermano José Trinidad, Carlos Jorge Briseño Torres, Marco Antonio Cortés Guardado, Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla, y el más reciente, Ricardo Villanueva Lomelí.

Vive la UdeG una simulada modernidad de cambio generacional, cosmético, con nuevos rostros, de apariencias, pero con los vicios de siempre, de una burguesía dorada que bajo la férrea dirección del cacique ha controlado la institución más de tres décadas.

Además, Raúl Padilla López preside el Corporativo de Empresas Universitarias, un conjunto de 14 negocios, para los cuales la UdeG destinó el año pasado un presupuesto de 575 millones de pesos y en 2022 gastará 545 millones de pesos.

Pese a las cuantiosas inversiones orientadas a los negocios que interesan a Padilla López, en la última década la UdeG no ha aumentado sustancialmente su cobertura, pues ha rechazado al 60 por ciento de los aspirantes a cursar una licenciatura, según reconoció el coordinador de Control Escolar (CCE), Roberto Rivas Montiel, en información publicada por la Gaceta de esa institución el 19 de julio del 2021. La cobertura de admitidos en este periodo ha sido del 39.76 por ciento, en promedio.

Los negocios universitarios que maneja Padilla López en forma discrecional son el Centro Internacional de Animación Taller de Chucho, Desarrolladora de Software Empresarial y de Negocios, Editorial Universitaria, Estación Gourmet, Feria Internacional del Libro, Hoteles y Club Deportivo de la Universidad de Guadalajara, Inmobiliaria Universitaria Uniterra, Librería Carlos Fuentes, Auditorio Metropolitano, Operadora del Centro Cultural Universitario, Operadora de Servicios Integrales, Operadora Universitaria de Energía, Operadora de Prevención de Riesgos, Sistema Corporativo Proulex (escuelas de idiomas).

El cacique preside también el Consejo Directivo de la Fundación Universidad de Guadalajara, el Patronato del Festival Internacional de Cine de Guadalajara, la Fundación de la Universidad de Guadalajara en Estados Unidos, el Consejo Consultivo del Centro de Estudios Estratégicos y el Consejo de Administración del Sistema Universitario de Radio y Televisión, entre muchas otras entidades.

Padilla López controla el PRD Jalisco desde hace 24 años. Los últimos 13 presidentes de ese partido en la entidad han pertenecido a su grupo político. Desde el año pasado es también jefe absoluto del partido estatal Hagamos. Jugará sus cartas político-electorales en el 2024 y seguramente desafiará a su exsocio político Alfaro Ramírez con quien hizo alianza electoral en 2018.

El Gobernador de Jalisco es el personaje más destacado de Movimiento Ciudadano en el país. Controla el Congreso de Jalisco y tiene poder sobre las fracciones de diputados federales y senadores de Movimiento Ciudadano en el Congreso de la Unión. Tiene una gran fuerza de negociación política.

Dos políticos tan ambiciosos, inevitablemente tenían que chocar. La gran duda en esta disputa de poder en Jalisco es quién entregará a quién y finalmente, cuál de los dos liderazgos logrará el apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien será el fiel de la balanza.

Pedro Mellado Rodríguez
Periodista que durante más de cuatro décadas ha sido un acucioso y crítico observador de la vida pública en el país. Ha cubierto todas las fuentes informativas y ha desempeñado todas las responsabilidades posibles en medios de comunicación. Su columna Puntos y Contrapuntos se ha publicado desde hace más de tres décadas, en periódicos como El Occidental, Siglo 21 y Mural, en Guadalajara, Jalisco. Es profesor de periodismo en el ITESO, la Universidad jesuita de Guadalajara.
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