Además de las normas que limitan a los vacunados o sanados el acceso a comercios no esenciales, cines, teatros, piscinas públicas y otros espacios cerrados, las autoridades alemanas aplicarán nuevas restricciones para evitar contagios de la nueva variante.
Berlín, 28 dic (EFE).- Alemania aplica desde este martes nuevas restricciones tanto a reuniones privadas como a grandes eventos, ante una Nochevieja que se teme propicia a la propagación de la variante Ómicron y mientras suceden las protestas contra las limitaciones.
Las medidas consensuadas entre el Gobierno del Canciller Olaf Scholz y los poderes regionales se extienden a todo el país, después de que algunos «Länder» -estados federados- empezaran ya a aplicarlas en los días precedentes.
La norma general es que no habrá reuniones privadas de más de diez personas -aunque los menores de 14 años no cuentan- en el caso de los vacunados, mientras que para los no inmunizados el límite queda en dos personas.
Queda prohibido bailar, sea en discotecas u otros salones, y sólo se autoriza la apertura de algunos clubes bajo estrictas medidas de higiene en, por ejemplo, Berlín.
Estrictamente prohibida está la venta de fuegos artificiales en un país donde habitualmente la llegada del Año Nuevo iba acompañada de espectáculos de pirotecnia y también batallas campales «espontáneas» en las calles. En Berlín se han marcado 53 zonas de «exclusión» o puntos de encuentro habituales de grupos, para evitar que se formen concentraciones o botellones.
En algunos «Länder», como Baden-Württemberg, se ha impuesto un toque de queda nocturno -de las 22:30 a las 05:00 de la mañana-, aunque en la Nochevieja se permitirá circular hasta las 01:00.
Estas normas acompañan a las ya vigentes desde hace unas semanas, que limita a los vacunados o sanados el acceso a comercios no esenciales, cines, teatros, piscinas públicas y demás recintos cerrados.
La entrada en vigor de estas restricciones estuvo salpicada por manifestaciones en todo el país en contra de estas medidas. Se trata de marchas de entre un par de centenares de personas o hasta varios miles, que se convocan como «paseos» y a menudo derivan en altercados por la policía, puesto que ni siquiera se pidió autorización para celebrarlas.
Las autoridades alemanas vienen alertando de la presencia de elementos ultraderechistas entre los movimientos antivacunas. Los contrarios a las restricciones alegan que las medidas adoptadas atentan contra su libertad de movimientos y no están justificadas por la situación actual de la pandemia.
La incidencia de nuevos contagios, que a finales de noviembre escaló a máximos -hasta rozar los 480 infecciones en siete días y por 100 mil habitantes- se sitúa ahora en 215 casos. Son cifras, sin embargo, que deben tomarse con cautela, advirtió el Instituto Robert Koch (RKI) de virología, dado que en las festividades se ralentiza la verificación de datos y se realizan menos test.