Ciudad de México, 2 de mayo (SinEmbargo).– Teresa Ulloa Ziaúrriz, directora de Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC, por sus siglas en inglés), denunció intimidaciones a raíz de su trabajo en defensas de las víctimas de trata del ex líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI) capitalino, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, acusado de tener una red de prostitución para su servicio y pagada con recursos públicos.
Ulloa Ziaúrriz se pronunció sobre las acusaciones lanzadas por las dirigentes del PRI en las delegaciones Azcapotzalco y Cuauhtémoc, Aída Beltrán y Leticia Álvarez, respectivamente, y sobre supuestas amenazas en su nombre para testificar en contra de Gutiérrez de la Torre.
“Obviamente están tratando de intimidar, están inventando cosas y calumniando, inclusive, y cometiendo actos ilegales. Porque esas dos mujeres se presentaron el día 23 [de abril] a mi oficina. Fue una manera de intimidarnos para que nos demos cuenta que saben, tratan de intimidar a las víctimas que estamos ayudando, que ahorita están recibiendo un reforzamiento emocional y estamos en el periodo de ver qué medidas de seguridad les van a ofrecer tanto para cuando declaren, y después de que declaren. Claro que están tratando por todos los medios de intimidarme a mí, a las víctimas y al equipo de trabajo”, expresó en entrevista con SinEmbargo.
Con una experiencia de 45 años en el combate a la trata de personas, Ulloa afirmó que no se siente amenazada, pero que sí interpondrá una denuncia contra las priistas por el delito de usurpación de identidad, ya que ambas se presentaron en su oficina con otros nombres para presuntamente denunciar un domicilio donde había tráfico de niñas.
En esa ocasión, le pidieron que fuera al sitio a investigar y se molestaron cuando Teresa Ulloa les planteó que cuando vieran la camioneta en que supuestamente llegaban las menores, avisaran a la policía para no ponerse en peligro. Pero las mujeres se impacientaron y abandonaron abruptamente la oficina en cuanto supieron que había alguien encargado de un área jurídica.
El miércoles pasado ambas lideresas priistas denunciaron a Ulloa por las presuntas llamadas amenazantes, y una de ellas dijo que su auto fue rayado con la frase: “Puta declaras o te chingas”.
Tanto la dirigente de CATWLAC como su equipo reconocieron a las dos priistas como las dos mujeres que las visitaron.
Sobre el caso de Gutiérrez de la Torre, Tere Ulloa reconoció que detrás debe haber otros intereses políticos.
“Me imagino que sí hay muchísimos intereses involucrados. Quisiera que cayeran otros políticos que están detrás de él, pero lo más evidente es que el PRI no ha cambiado y que en la Ciudad de México se tienen muy bien merecido que nadie quiera saber nada de ellos”, expuso.
Afirmó que ella sabe de tres víctimas más, pero aún no declaran porque están temerosas, ya que conocían a un nivel profundo la red. “Yo tenía otras tres víctimas pero tuvieron mucho miedo, yo creo de plano porque estuvieron bien adentro del asunto va a ser muy difícil convencerlas hasta que vean que hay seguridad y garantías para las otras”, afirmó.
La defensora de derechos humanos pidió paciencia para que las víctimas se presenten a declarar, ya que sus tiempos no son iguales a los de los medios de comunicación, ya que algunos comunicadores han dicho que no hay testimonios contra el hijo del ex «Rey de la Basura».
Ulloa aclaró que el caso sí cuenta con documentación plena y pone de ejemplo la denuncia que fue interpuesta contra el priista ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje en 2003 por tres empleadas que lo acusaron de acoso y que en 2011 le costaron al tricolor pagar 1 millón 170 mil pesos.
También aseguró que la línea telefónica de su oficina está intervenida. Por ello, le pedirá a la Procuraduría General de la República (PGR) averigüe quién está detrás de la intervención. Además, solicitará a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) que resguarde su seguridad.
La activista hizo un llamado a las víctimas para «que sigamos construyendo consenso para el avance de los derechos de las mujeres, en lugar de utilizar lo que llamo la política del avestruz, donde escondo mi cabeza para no meterme en problemas, pero dejo pasar que al rato le pueda pasar a mi hija, hermana, a la hija de mi amiga o a muchas otras mujeres. Debemos hacerlo juntas, unidas, si no, no vamos a detener esta clase de abusos y, no sólo eso, no se sabrá cómo utilizaron recursos públicos para cosas que eran de orden personal o ganancia política del presunto culpable».
LAS IMPOSTORAS
Tere Ulla explicó a SinEmbargo el caso de las jóvenes que la están acusando.
«Esa vez que estuvieron en la oficina y dieron otros nombres, se hicieron pasar como si fueran vecinas de un lugar que hay en Lomas de Becerra y que se llama El Cuernito, y fueron a denunciar que había una casa en Armida 39 que pensaban que estaba siendo utilizada como centro de reclutamiento y que varias veces le habían hablado a la policía y no les hacían caso. Les dije que me parecía muy raro porque justo para eso se había dividido la ciudad en cuadrantes y que el tiempo máximo que debía tardar una patrulla en responder era de siete minutos. Ellas hablaron de que llegaba una camioneta Tahoe Azul con niñas y que nadie las veía nunca salir. Yo dije: ‘no sé’. Llegó un momento en que me dijeron: ‘¿nos va a ayudar, sí o no?’.
«Yo dije: ‘claro, claro, pero vamos a necesitar que ustedes nos llamen cuando suceda eso. Yo la verdad viajo bastante, en caso de que llamen y yo no esté pidan con alguien del jurídico’. Entonces reaccionaron como diciendo: ‘¿aquí hay jurídico?’. Claro que hay jurídico, si no, ¿cómo ayudamos a las víctimas? Entonces se despidieron muy rápido”, detalló.
Recordó que no las vio sola sino con su equipo de trabajo, y la recepcionista también las vio. Por eso cuando supo de las acusaciones, las reconoció. «El miércoles que estaba oyendo lo que estaban diciendo, me avisaron, más tarde bajé las fotos. ‘Esas son las que fueron a mi oficina’, me dije, oí las voces, no quedó ninguna duda. De todas maneras mandé a preguntar en mi oficina y confirmaron», dijo.
La activista explicó que el 23 de abril las mujeres no hicieron un solo reclamo, ni dijeron nada de amenazas o que les hubieran pintado su vehículo.
“Si estoy enojada con alguien y lo tengo enfrente le reclamo, no sé cómo el dirigente de PRI en Iztapalapa [Hugo Espinoza Vázquez] se atreve a decir que van a actuar dentro del marco de la ley, si ya están actuando fuera.Tal vez no conozcan la trayectoria que tenemos, pero eso es intimidar y no sólo a mí sino para que las víctimas no se atrevan a declarar, de ese tema no hablamos nada. Es muy curioso, me dieron otros nombres, me dieron un teléfono falso, es un teléfono que no existe”. explicó.
La vez que se presentaron ambas mujeres dijeron llamarse Eva Resendiz Chávez y Aracely Fuentes.
“No sé si pensaron que les iba a decir que no las iba a ayudar o pensarían que les iba a pedir dinero y de ahí agarrarse para desprestigiarme. El león cree que todos son de su condición. No, la organización no funciona así; les dije que sí, pero que me ayudaran avisándome cuando llegara la dichosa camioneta. Según ellas, llega cada tres meses, que porque ahí es una zona de mucho malandro, inclusive trataron despectivamente a la gente de esa zona», expuso.
–¿Ellas le pidieron que fuera en persona?
–No, nada más me dijeron que estaba pasado eso y no sé cuánto y dijeron: ‘queremos que usted vea’. ‘No, no’, les dije, ‘las voy a poner en peligro a ustedes y me voy a poner en peligro yo. Cuando vean la camioneta me avisan y voy a solicitarle a las autoridades respectivas que vayan de inmediato para que los agarren en flagrancia’.
–¿Las vio agresivas?
–No. Llegó un momento en donde me dijeron: ‘¿Y qué, entonces no nos va a ayudar, eso es todo? Y cuando vieron que había un jurídico sí se pusieron algo nerviosas y se retiraron. Iban ellas dos y un muchachito delgadito que no dio su nombre y cuando iban a salir dijo: ‘buenas tardes’ y le dije: ‘hasta que oí tu voz’.
–¿Entre esta fecha y lo del miércoles 30, vio algo más?
–Tenemos intervenida la línea. Ya hablé con las procuradurías y ninguna de ellas nos está interviniendo la línea, ya le pedí a Procuraduría General de la República que la vaya a revisar.
–¿Cómo se dieron cuenta de esto?
–Se oye hueco y como que echan andar algo así como un clic para grabar. Estamos tratando de no tocar este tema por teléfono.
EL PRI NO CAMBIÓ
–¿Le había tocado este tipo de situaciones, ve en este tema muchos intereses?
–Me imagino que sí hay muchísimos intereses involucrados si pudiera caer este señor. Quisiera que cayeran otros políticos que están detrás de él, pero lo más evidente es que el PRI no ha cambiado y que en la Ciudad de México se tienen muy bien merecido que nadie quiera saber nada de ellos.
–¿Cómo analiza las noticias de que nadie se ha presentado a dar testimonios, como para decir que no hay caso? ¿Ve negligencia?
–Primero, las tres chicas que declararon en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje que hay laudo, eso es documental pública y tiene efectos de prueba plena, ahí hay tres víctimas. Efectivamente nosotros tenemos unas víctimas que no hemos presentado y que estamos buscando las mejores condiciones para que puedan rendir su testimonio. Estoy segura que nos han empezado a buscar más, que cuando entren las primeras declaraciones llegarán más.
Yo no puedo creer que haya mujeres que se atrevan a defender esa práctica a no ser que así hayan empezado ellas y que así ascendieron políticamente. Me parece absolutamente increíble que aún haya alguien que aún defienda a ese hombre. Es muestra que no tenemos solidaridad entre mujeres.
–¿Prevé más presión? ¿Le pedirá algo a las autoridades?
–Sí, estamos pidiéndole al Procurador del DF [Rodolfo Ríos Garza] que nos garantice nuestra seguridad, y al Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, que nos haga el favor de averiguar quién se está colgando de los teléfonos, porque todo está muy raro.