Denver (EU), 20 abr (EFE).- Durante décadas, la misa con motivo del Domingo de Resurrección era la razón exclusiva que atraía a miles de personas hasta el centro de Denver (Colorado), un protagonismo que este año deberá ser compartido con otro evento que se perfila también multitudinario y cuyo centro de adoración será la cultura de la marihuana.
La ciudad albergará hoy dos grandes y casi simultáneos actos, uno netamente religioso y el otro de marcado tono celebratorio tras la legalización de la marihuana recreativa en este estado, y en los que, según estimaciones, se podrían dar cita más de 40 mil personas en cada uno de ellos.
Los promotores «Denver 420 Rally» han querido desarrollar su evento hoy Domingo de Resurrección, importante festivo en el calendario católico y cristiano que este año cae el 20 de abril o, tal como se fecha en Estados Unidos, el 4/20, que es como se conoce popularmente a la marihuana, por lo que desde hace 40 años se realizan festivales «prohibidos» en este día.
Según explicó a Efe Miguel López, fundador y maestro de ceremonias del «Denver 420 Rally», la fiesta de la marihuana de este año (que de manera excepcional permitirá que se consuma este producto en público) «celebrará cuánto ha progresado esta industria y a la vez reconocerán los desafíos que todavía permanecen».
No obstante, el evento se realizará pocas horas después, y a poca distancia, de una de las mayores celebraciones para los creyentes, una coincidencia que ha generado preocupación tanto entre los dirigentes de la industria de la marihuana como entre líderes comunitarios y religiosos.
Mark Elliott, director ejecutivo de Marijuana Industry Group (MIG), la mayor asociación de vendedores de marihuana legal en Colorado, enfatizó que su organización «no está involucrada de ninguna manera en los eventos del 4/20» y que, precisamente por este acto, «hemos redoblado nuestra campaña de educación pública sobre el uso responsable de la marihuana».
Según Elliott, el público «debe entender» que el consumo de marihuana recreativa debe realizarse dentro de los límites establecidos por la ley, es decir, en privado, menos de 28 gramos y sólo entre mayores de 21 años.
Fidel «Butch» Montoya, exjefe de seguridad pública de Denver y un opositor a la Enmienda 64, que legalizó la marihuana recreativa, se muestra reacio con la jornada de este mediodía y estima que constituye «una muestra de inmoralidad y conducta reprochable en nuestro país».
«Que en el día fundacional de las creencias cristianas Colorado celebre la marihuana recreativa en una plaza pública, y fumando marihuana en público, es como desafiar con el puño a Dios», consideró Montoya, quien ahora dirige un ministerio cristiano pentecostal.
Resaltó que resulta «inadmisible» que las autoridades municipales cedieran «a la presión de los pandilleros consumidores de marihuana» y hayan otorgado un permiso especial a los organizadores del evento que permite el consumo de la marihuana en un lugar público.
Otro dirigente hispano, Arturo Vargas, pastor de la Iglesia Amistad y un colaborador en el equipo organizador de la celebración cristiana en el Parque de la Ciudad, invitó a enfocarse sólo en el significado religioso del día. EFE