“No creo que vayamos a ver a otro capo como ‘El Chapo’ en este país”, dice Malcolm Beith, autor de “El último narco”

15/04/2014 - 12:03 am
Foto Francisco Cañedo Sinembargo
"No creo que vayamos a ver otro capo como 'El Chapo0'", dice el escritor Malcolm Beith Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

Ciudad de México, 15 de abril (SinEmbargo).– Cuando Malcolm Beith empezó a reportear sobe Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera en 2007, sus fuentes les dijeron que el narcotraficante era más mito que realidad y que la verdad era que estaba acabado, debilitado y sin poder.

El periodista británico-estadounidense viajó entonces a Baridaguato, Sinaloa, la tierra que arrulló a “El Chapo” y que lo vio crecer en sus calles polvorientas y así empezó una historia entre él y el narcotraficante. Una relato que se fue hilvanando, donde Beith quería narrar la historia de aquel que parecía más leyenda que realidad.

“Hay una razón por la que llamé a mi libro El último narco: no creo que vayamos a ver otro capo del tipo como 'El Chapo' en este país. Cuando cayó Pablo Escobar en Colombia, no había nadie con esa mitología y el mito es muy importante, porque ayuda a hacer crecer una organización multinacional, con alguien que no es conocido, eso es más difícil”, dice Malcolm.

El costo de ser una leyenda y a la vez la cabeza de un imperio de la droga, como lo fue Guzmán Loera, es elevado y la actual administración del Presidente Enrique Peña Nieto, ya no está dispuesta a dejar crecer el mito de ningún otro capo.

Están cortando cabezas, sí, aunque se escuche feo, reconoce el escritor Beith.

“Quien quiera ser esa leyenda como la de 'El Chapo' va a saber que al momento que crezca su reputación, va a caer muy rápido”, dice.

El libro publicado por Ediciones B vendió más de 50 mil ejemplares en todo el mundo. Malcolm Beith escribió acerca de la guerra contra las drogas para NewsweekSlateWorld Politics Review y Jane’s Intelligence Weekly, y colaboró en Foreign Policy y Soldier of Fortune.

Es ex director de The News, diario en inglés de circulación nacional en México y fue uno de los editores generales de Newsweek International

Hace unos años rechazó escribir un libro sobre la huella de la droga desde Colombia, hasta Estados Unidos, porque consideró que elriesgo era mucho y el impacto real, sería poco.

Prefirió entonces hacer un libro que contara la historia de “El Chapo” como un hombre de negocios: calculador, inteligente, cuidadoso, cualidades necesarias para ser el CEO de cualquier gran trasnacional.

 

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Foto Especial
Foto: Especial

–¿En qué año hizo el recorrido por Sinaloa?

–En 2007 llegué a México para trabajar para un periódico que se llama The News, antes había estado en Irak y no estaba en mi zona de confort. Nuestros jefes dijeron: 'No vamos a cubrir el narcotráfico, no vale la pena, la versión oficial está buena para nuestros lectores, no necesitábamos cubrirlo'. Después de dos meses, mi curiosidad empezó, también pensé que como periódico queríamos tener algo bastante especial en este mundo de medios y propuse: 'Yo puedo ir en mis fines de semana a cubrir un poco el narco, no investigar corrupción, quiero explicar lo que está pasando, notas de color'. Cuando entró el Ejército yo quise ir a Baridaguato para saber si la mitología de 'El Chapo' Guzmán era verdad o era sólo un mito.

'El Chapo' tenía muchos colegas y fuentes oficiales y ellos dijeron: 'Se acabó su poder, es un hombre que tenía poder pero ahora no es importante para el narcotráfico y la lucha contra el narco', pero vi en su pasado que tenía una manera de sobrevivir, hacer alianzas al momento perfecto y una manera calculadora para mantener una posición en este mundo. Tiene que tener una cabeza muy lista como en muchos negocios, no solo el narco. Entonces empecé a investigar un poco la fuga de Puente Grande, yo quería describirlo para mi libro, no ir a profundidad.

–¿En 2007 es cuando le dicen que 'El Chapo' ya no tiene poder en México?

–Sí

–En su libro usted platica que preguntaba, ¿dónde está 'El Chapo'?, con la esperanza de obtener una entrevista…

–Sí, cuando te vas a Baridaguato si ellos quieren entrevistas con 'El Chapo', la pueden conseguir, pero no lo vas hacer con suerte. Eso fue un poco de color para el libro, tengo que admitirlo.

En 2009 una editorial inglesa quería que yo siguiera la cocaína desde Colombia hasta Estados Unidos, y no acepté, les dije que no. La verdad esto no ayuda a explicar lo que es el narcotráfico. Sabemos que las drogas vienen de Colombia, que aquí se produce metanfetamina, lo que dije fue: 'Puedo hacer un libro con la historia de El Chapo, algo para congelar la narrativa, sabemos que lo que pasa en el mundo del narco; la violencia, los muertos, todo eso está en las mejores noticias'.

En el 2009 también, el mundo periodístico y académicos decían que el gobierno de Calderón [Felipe Calderón Hinojosa, ex Presidente de la República] y la DEA [Agencia Antidrogas de Estados Unidos] estaban protegiendo al Cártel de Sinaloa, que había un pacto. Yo fui crítico de esto, porque vi que iban por el cartel de Sinaloa paso a paso, con la detención de Vicente Zambada Niebla.

– Ahora que esta administración capturó a 'El Chapo' volvió a surgir esta hipótesis. ¿Por qué tan rápido Peña Nieto atrapó al Chapo? ¿Cómo lo analiza usted?

–Se puede ver como se quiera: se puede ser muy cínico. Yo veo una trayectoria desde 2008 cuando cayeron los Beltrán Leyva, cuando cayó Alfredo Beltrán Leyva y en 2009 que murió su hermano, y también el juicio contra Vicente Zambada Niebla. Pueden decir que este gobierno hizo lo que no pudo hacer Calderón, pero no creo que fuera algo político, sino que fue más presión, prioridades, hay prioridades en este mundo. Por ejemplo el Ejército no es perfecto, tiene que erradicar plantíos, luego van por operativos a la montaña, no atrapan alChapo, tienen que regresar al cuartel para ayudar en la costa durante los huracanes; nos gusta ver el narcotráfico como un show, pero la verdad es una guerra muy larga, que toma tiempo, que a veces hay éxito, a veces no.

Cuando estuvo aquí [Barack] Obama y dos días después atraparon al Chapo, se puede ser muy cínico y decir: “Mira aquí lo tenemos”, pero al mismo tiempo podemos mirarlo como que todos nosotros tenemos jefes y cuando llega el jefe, el gran jefe, el hombre más poderoso del mundo, cuando él llega, es muy posible que la gente de inteligencia del Cisen [Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional] y del Ejército se comunica y dicen: 'Obama viene, qué tenemos sobre el Chapo'.

Yo no lo veo de una manera tan cínica como que hay un arreglo, a veces esas cosas son arregladas, pero no de una manera tan cínica. Recuerdo en 2008 otra vez la presión contra 'El Chapo' se fue porque tenían que ir contra Los Zetas y La Familia Michoacana, estaban lanzando granadas en las fiestas de independencia, esa es prioridad.

Lo que me gusta con la detención de 'El Chapo' es que el gobierno puede dar pruebas de que van a ir contra el narcotráfico.

–¿No le pareció extraña la forma en la cayó “El Chapo”? No hubo enfrentamiento, ni una bala…

–Sin evidencia no voy a creer en una negociación. Creo que en este momento estamos viendo un cambio de mentalidad en la gente por casi todo el mundo, de correr de esos tipos como Robin Hood, esos salvadores del pueblo que no son, la red de protección de 'El Chapo' estaba cayendo, de lugartenientes y de la gente, creo que se sentía más vulnerable.

Es muy difícil saber qué hicieron para capturarlo, creo que fue suerte. En ese tipo de investigaciones es como el periodismo, si tienes suerte de ir por un camino u otro. Un mes antes capturaron a gente de 'El Chapo' y unos días antes de la captura, ubicaron a la esposa. Hay gente que dice que el Mayo [Zambada] posiblemente lo traicionó, eso no lo sé, no sé exactamente cómo fue su relación, podemos especular, pero nadie sabe cuál es su tipo de amistad y relación.

–¿La captura de “El Chapo” significa algo para el país? ¿Se abatirá al narcotráfico?

–No, no. Es simbólico, eso ayuda, no es todo, pero ayuda políticamente. El gobierno puede decir que ha hecho algo, pero es bueno que se siga en un camino de seguridad, necesitamos mejor seguridad, si atrapan a 'El Chapo' se hace algo, pero no se va acabar con el narcotráfico, está aumentando el consumo de heroína en Estados Unidos y la van a producir aquí, en Colombia donde sea.

–Tumban a 'El Chapo' pero, ¿habrá otro que los sustituya?

–Hay una razón por la que llamé a mi libro El último narco: no creo que vayamos a ver otro capo del tipo de 'El Chapo' en este país. Cuando cayó Pablo Escobar en Colombia, no había nadie con esa mitología, y el mito es importante, porque ayuda a hacer crecer una organización multinacional, con alguien que no es conocido, eso es muy difícil.

Quien quiera ser esa leyenda como la  de El Chapo, va a saber que al momento que crezca su reputación, va a caer muy rápido. Vamos a ver muchas pandillas en este país, con un negocio de narcotráfico menos grande, más como en Estados Unidos, no hay cárteles en este sentido, no hay esta corrupción hasta cualquier punto.

–Lo que hemos visto con la caída de Nazario Moreno González y Enrique 'Kike' Plancarte, ¿también se explica con esta lógica? ¿Es sólo para abatir a los líderes y evitar que crezcan?

–Lo que veo es que están cayendo los de Michoacán, la razón es que están subiendo a un punto de líder y todos, la policía, el Ejército, la DEA, están cortando las cabezas de las organizaciones, porque llegan al punto de demasiado poder, nadie puede subir hasta el punto de ser leyenda, de ser mito, somos humanos y cuando alguien sube demasiado se cae. Es bueno esto, porque somos humanos.

Foto Francisco Cañedo Sinembargo
Creo que cuando cae un capo la violencia surge, advierte el escritor británico. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

–¿Cuál es su perspectiva para México en cuestión de narcotráfico?

–Todavía necesitan dar mucha más presión sobre la policía para reformarla y mantener una manera de trabajar, evitar la corrupción. Nosotros somos periodistas, hacemos nuestro trabajo, no somos corruptos y no ganamos mucho dinero, si nosotros podemos hacerlo, ellos pueden hacerlo. Es un trabajo muy duro, no es fácil, hay muchos periodistas que dicen que todos son corruptos, pero hay policías muy honestos en el país, hay varios en Sinaloa y Ciudad Juárez que tengo simpatía para ellos: son corruptos, lo admiten, porque los narcos saben a dónde van a la escuela sus hijos y es una cosa de sobrevivir, si no hay apoyo federal, tenemos que restaurar un poco de la dignidad de los policías.

Ahora con el juicio contra 'El Chapo' me gustaría que los medios y el mundo político no hagan un juego de echar la culpa, eso no ayuda a nadie. Hay corrupción en Estados Unidos también, hay corrupción, existe.

–El temor que sintió por su vida cuando estaba trabajando en Sinaloa, usted expone que no quiere estar en esa lista de los periodistas muertos. ¿Qué tan difícil fue lidiar con este temor? ¿En qué otro país ha sentido ese temor a ser asesinado por lo que está haciendo?

–Amenazas directas, no las hay,  quiero clarificarlo. En términos de seguridad, no tengo señal que alguien quiere secuestrarme o algo así, como periodistas extranjeros tenemos un poco de lujo, puedes quedarte en un hotel e irte mañana, lo que no sucede con los periodistas que viven en ese lugar, que se quedan ahí.

–Con la detención de 'El Chapo', ¿habrá guerra en el norte el país?

–Sí, casi seguro y en varios lugares. No sabemos lo que va a pasar, hay guerras por territorio y poder, es posible que veamos un poco de paz y después una lucha. Creo que cuando cae un capo la violencia surge.

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