Washington, 10 jul (EFE).- El secretario del Tesoro de EU, Timothy Geithner, dijo hoy que el presidente Barack Obama insistirá este domingo en defender su plan para recortar sustancialmente el déficit, pese a que los republicanos han asegurado que no lo aceptarán.
En una entrevista en el programa «Face The Nation» de la cadena CBS, el titular del Tesoro subrayó la urgencia de alcanzar un acuerdo que eleve el límite autorizado por el Congreso, de 14.3 billones de dólares, lo antes posible.
«Creo que esta semana, y seguramente para el final de la siguiente, tenemos que tener un acuerdo en las líneas principales de un paquete», dijo Geithner.
Para ello, Obama continuará defendiendo hoy su plan, que prevé reducir el déficit en unos 4 billones de dólares en los próximos diez años, pero incluye recortes de impuestos a los más adinerados.
Esa medida provocó que el líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, John Boehner, anunciara anoche que no aceptará ese plan, y abogara por una «medida más modesta», que situaría el recorte en torno a los 2,4 billones de dólares.
Geithner subrayó que el reloj sigue avanzando y que no es posible esperar hasta el 2 de agosto, porque «las agencias mundiales de calificación de crédito ya han dejado claro en público que cuanto más nos adentremos en julio sin un camino para resolverlo, más riesgo van a imponer sobre nuestra calificación».
«No hay ninguna razón por la que los líderes del Congreso deban dejar que eso ocurra», dijo el secretario del Tesoro, para quien la incapacidad de llegar a un acuerdo «no es una opción».
«El riesgo al que nos enfrentamos empieza a ocurrir en julio, pero el 2 de agosto tendremos el depósito vacío, sin ninguna capacidad para tomar dinero prestado», advirtió.
Ningún «líder responsable» permitiría que el país se exponga a un incumplimiento de sus obligaciones fiscales, agregó.
En la misma línea se pronunció hoy la nueva directora gerente del FMI, la francesa Christine Lagarde, quien advirtió que la incapacidad de llegar a un acuerdo sobre la deuda dejaría «secuelas graves y reales» en todo el mundo.