Ciudad de México, 7 de febrero (SinEmbargo).– Veracruz ha logrado posicionarse como el primero de los estados al registrar el mayor número de agresiones contra periodistas, y este año, quizá no se quede atrás. En lo que va del 2014 suman tres casos de privaciones a la libertad de los comunicadores, sólo en ese estado, según datos de la Organización Artículo 19.
La mañana del 5 de febrero, Gregorio Jiménez de la Cruz salió de su casa para llevar a sus hijos a la escuela. A las 7: 15 de la mañana, cuando volvió a su hogar, un grupo de hombres armados lo privaron de su libertad. Diversas fuentes apuntan que se traba de hombres armados que increparon al periodista y se lo llevaron en una camioneta sin placas, según informa la organización.
Periodistas independientes, representantes de la Asociación de periodistas de Coatzacoalcos, y el Comité Para Protección de los periodistas, salieron a las calles a protestar por la desaparición de su colega. Con plantones, marchas y mantas exigieron mayor protección para los trabajadores de la prensa, así como la investigación del presunto secuestro de Gregorio Jiménez.
Jiménez de la Cruz fue presuntamente “levantado” en su propia casa, trabajaba en el diario El Liberal del Sur, Noti Sur donde los últimos días investigó los secuestros recientmente ocurridos en Villa Allende.
Por su parte, Sayda Chiñas Córdova, del diario Notisur, dijo en entrevista que ya se había notificado el caso a la Secretaría de Seguridad Pública y la Marina, sin embargo, aún no se tienen respuestas.
El año pasado se detectaron en el puerto 38 casos de atentados contra los trabajadores de la prensa, de los cuales, ocho fueron privados de su libertad, según reportó Artículo 19 en la alerta de esta semana.
El gobierno que encabeza Javier Duarte ha dejado, de 2009 al 2013, 132 agresiones contra la prensa; 14 periodistas asesinados y cuatro desaparecidos.
Sin duda existen dos casos en Veracruz que acapararon la atención de todos: el del asesinato de la periodista Regina Martínez y la desaparición de Sergio Martínez. En marzo del 2012, la periodista Regina Martínez, quien fue corresponsal en Veracruz para Proceso y La Jornada, fue hallada muerta en su casa, con signos de golpes y estrangulamiento.
Diversos periodistas apuntan que la reportera fue ultimada por «destapar» el caso de Ernestina Ascencio, indígena que en 2007 falleció a causa de una violación tumultaria realizada por elementos del Ejército. Algunos de sus colegas señalan que esta acción incomodó al gobierno estatal, según un documental que presenta la organización.
Otro caso que también fue retomado y seguido por diversos medios fue del periodista Sergio Landa, de 45 años, quien trabajó para el Diario Cardel, un periódico de circulación local del municipio La Antigua, también en Veracruz.
El periodista que cubría la policía saltó a la luz por ser “el primer” periodista desaparecido del gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, a quien no se le volvió a ver después del 22 de enero, cuando sus colegas informaron que lo último que supieron de él fue que “estaba trabajando en la redacción de su diario cuando jamás volvió a su casa”, según diversas fuentes locales.
LOS NÚMEROS ROJOS EN MÉXICO
De 2000 a 2013 Artículo 19 detectó que 75 periodistas han sido asesinados, mientras que hasta la fecha se tienen registrados 331 ataques a la prensa. En 2012 se registraron 207 agresiones contra periodistas, mientras que en 2011 se documentaron 172.
La organización decidió calificar el año pasado como uno de los años más violentos para la prensa mexicana.
Hasta hoy, la organización documenta 14 periodistas asesinados en Veracruz, Tamaulipas 11, Nuevo León 2, Coahuila 3, Chihuahua 11, Sonora 2, Oaxaca 5, Guerrero 8, Michoacán 4, Jalisco 1 y Sonora, Durango y Coahuila 3.
Los diarios mexicanos han sufrido 46 ataques con explosivos y armas de fuego de 2006 a octubre de 2013. La prensa de Coahuila es la más dañada al registrar 10 casos, seguido de Nuevo León y Tamaulipas con 9 atentados cada uno; Sonora 4, Sinaloa 5, Nayarit, Jalisco, Yucatán, Guerrero y Veracruz 1 y Oaxaca 3.
Televisa se posiciona en la cabeza con 10 atentados; El Norte con 7, y El Mañana con 3.
La prensa escrita es el medio que más se ve interceptado por los delincuentes, pues registra el 70 por ciento de las agresiones contra el 17 de la radio y el 13 de la televisión.
Según las cifras, 55 por ciento de las agresiones son con explosivos; 27 con armas de fuego, 12 con ambos, y 7 mediante incendios.
Por su parte, Daniel Zapico, de Amnistía Internacional México, dijo en entrevista para SinEmbargo en diciembre de 2013: “Vemos con mucha preocupación que la impunidad continúa estando presente, no hay avances significativos en las investigaciones, ni de los casos nuevos de agresiones, ni de los que se habían producido en años anteriores”.
OAXACA
Pero la violencia contra periodistas no comenzó en Veracruz, pues los primeros agredidos del gremio se registraron apenas comenzaba el año en Oaxaca, donde cuatro reporteros fueron golpeados presuntamente por integrantes del Partido Unidad Popular (PUP) de ese estado.
El primero de enero, Antonio Mundaca, Eduardo Jiménez Sandoval, Víctor López y José de Jesús Alcántara, periodistas de El Tuxtepecano, en Oaxaca, realizaban la cobertura de la toma del alcalde de ese municipio. Se trasladaron a la carretera que fue tomada por simpatizantes del PUP.
Durante el bloqueo comenzaron a “calentarse los ánimos”, luego de que la policía Estatal intentó desalojarlos del lugar, por lo que los periodistas quisieron documentar los hechos con sus cámaras y fueron lastimados con piedras, palos y machetes.
Según información de Artículo 19, “cuando corríamos para tratar de resguardarnos uno de nuestros compañeros (Eduardo Jiménez) se tropezó y cayó al piso y ahí lo golpearon. Le atestaron un machetazo pero alcanzó a meter el pie y el golpe fue a dar en la suela del zapato”, informó Antonio Mundaca, director editorial de El Tuxtepecano.
La Organización se ha pronunciado por que las autoridades atiendan la violencia que sufren los periodistas al ejercer su profesión y que se les brinde mayor seguridad así como que su derecho a la libertad de expresión no sea coartado de ninguna manera.
“Para Artículo 19 resulta preocupante que las agresiones a la prensa en Oaxaca, cometidas en los últimos dos años, la tengan ubicada como una de las entidades más violentas para ejercer el periodismo en México”.