Ciudad de México, 30 de diciembre (SinEmbargo).– Este 2013 no pudo ser mejor para el Jefe del Ejecutivo federal y su partido, el Revolucionario Institucional (PRI): no sólo fue el “gran ganador” en la agenda política que se planteó en México, sino que lo hizo con la ayuda de las principales fuerzas opositoras del país.
El Presidente Enrique Peña Nieto y el PRI empezaron el año con el pie derecho al lograr la firma del Pacto por México con el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), dijo Luis Miguel Pérez Juárez, profesor investigador de la Escuela de Graduados en Administración Pública y Política Pública del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores Tecnológico de Monterrey (ITESM).
Y el tricolor cerró 2013 mejor de lo que esperaba, pues culminó un ciclo de reformas que planteó con la ayuda del Pacto, que los especialistas calificaron como exitoso para el partido en el poder, además de que en las elecciones de julio pasado ganó prácticamente todo, con excepción de la gubernatura de Baja California.
“Fue un año de claroscuros para todos los partidos: los pequeños hicieron un trabajo gris y simplemente mantuvieron sus privilegios, el PAN y el PRD con muchos problemas internos y el PRI fue al que le fue mejor, pues tuvo elecciones estatales exitosas, mantiene posiciones, recupera otras y como gobierno logró sacar sus reformas”, dijo.
Pérez Juárez calificó al Pacto por México con un 10, por los resultados políticos que el PRI obtuvo con él.
“Yo lo calificaría como un instrumento exitoso. Tiene un 10. Fue creado para impulsar todo el paquete de reformas y su propósito se ha cumplido”, dijo.
De acuerdo con el especialista, el Pacto por México no revivirá el próximo año, debido a que los partidos que los alimentaron se prepararán para las elecciones intermedias de 2015.
“Mientras más se acerque el proceso de 2015, en el segundo semestre de 2014 empezaremos a ver la lucha abierta por las candidaturas y el posicionamiento electoral. El primer trimestre lo veremos sin grandes sobresaltos; en la segunda mitad del año los partidos querrán distanciarse lo más que puedan uno del otro”, dijo.
PRI VENCE EN ELECCIONES
En las elecciones del 7 de julio en 14 estados del país, el PRI ganó ocho de las 13 capitales en disputa y arrasó con estados donde ya gobernaba el PRD desde hace algunos años, como en Quintana Roo.
De poco sirvieron las alianzas electorales entre PAN y PRD, pues el PRI se coronó en varios municipios en medio de las demandas de los partidos de oposición.
Tanto PAN como PRD denunciaron irregularidades en los comicios: utilización de programas sociales, compra de casillas, desaparición de urnas, compra del voto y hasta amenazas de muerte.
Según las denuncias del PRD el PRI se valió de todo, incluso, hasta de la complicidad con el narcotráfico para asesinar candidatos y dirigentes locales.
Se quemaron sedes estatales de los partidos de oposición, se incendiaron vehículos, se utilizó a la Mara Salvatrucha, pero al final del proceso electoral, el ganador fue el PRI.
EL PRI SE JACTÓ; PAN Y PRD APLAUDIERON
A mediados de año, cuando el Pacto por México estaba en todo su apogeo, con la Reforma Energética en puerta y todavía con un PRD apostándole al diálogo, César Camacho Quiroz, presidente del PRI, se jactaba del éxito del acuerdo, con la complacencia de sus firmantes.
“A ocho meses de su firma el Pacto por México es eficaz, de los 95 compromisos, 55 están en avance o cumplidos y 33 esperan. El Pacto crece y se hace grande. Crece, porque las reformas constitucionales aprobadas se desarrollan en legislaciones secundarias y si el Pacto crece significa que madura y se engrandece. Esto acredita su capacidad transformadora”, dijo el Presidente del PRI en agosto.
El priista prosiguió: “Muestra un potencial que atemoriza a los reaccionarios y conservadores y acredita la eficacia de la política. El Pacto se ha hecho más complejo…el Pacto va por más reformas”.
El plan de acuerdo con los firmantes era que, después de la instalación de las mesas de trabajo de la Reforma Política-Electoral, el Pacto iniciaría con la discusión de la Reforma Energética en el seno del Consejo Rector.
Ese mismo día, Jesús Zambrano Grijalva, presidente nacional del PRD y uno de los principales defensores e impulsores del Pacto en su momento, dijo estar convencido de que con la propuesta energética del PRD, la izquierda tendría con qué debatir con las propuestas del PAN y del PRI.
“Vamos a presentar nuestra propuesta y ojalá y se convenzan de que lo mejor que puede hacer es que sea la gente sea la que decida. Voy a tratar de convérselos de que no es necesario reformar la constitución para modernizar a Pemex”, dijo en agosto.
Zambrano Grijalva añadió: “con argumentos puestos sobre la mesa que se debata la posición de cada quien. Que nos digan porqué no es posible sacar a Pemex sin reformar la Constitución, que nos digan porqué no proponen acabar con la corrupción. Que nos convenzan de que si solo matando la gallina de los huevos de oro es como se pueden hacer las cosas”.
Pero la voz de Zambrano y la del PRD no se escuchó ni dentro del Pacto por México, ni en los recintos legislativos, donde la Reforma Energética se aprobó al vapor, antes de concluir 2013.
Los cambios constitucionales para permitir inversión privada en Pemex fue la “cereza del pastel” que coronó el triunfo del PRI, pues cumplió a cabalidad con su paquete de reformas estructurales que planteó desde un principio en la mesa del Pacto por México.
Aunque el PRD se deslindó del Pacto casi al finalizar el año y antes de la votación de la Reforma Energética, para uno de sus principales críticos, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), de Andrés Manuel López Obrador, el Sol Azteca contribuyó a la privatización de Petróleos Mexicanos.
En su mitin en el Zócalo capitalino del 27 de octubre, Obrador acusó al Presidente Enrique Peña Nieto de negociar en el extranjero la Reforma Energética y comprar en México a los líderes de los partidos “supuestamente de oposición”.
Aunque no los llamó por su nombre, se refirió a los dirigentes del PAN y PRD, Gustavo Madero y Jesús Zambrano, respectivamente,
Dijo que hubo un acuerdo con el gobierno federal para que uno de los dos partidos apoyara la Reforma Fiscal (en este caso el PRD) y otro la Energética (en teoría, el PAN).
El PRD aprobó la Reforma Fiscal de Peña Nieto junto con el Revolucionario Institucional (PRI) y sus partidos satélite (PVEM, Nueva Alianza).
El PAN apoyó la Reforma Energética y junto con el PRI, hicieron a un lado totalmente a la izquierda en el Congreso de la Unión y en los congresos locales.
