Ciudad de México, 12 de diciembre (SinEmbargo).- La Football Association (FA) es la federación más longeva de todas en el planeta futbolístico. La encargada de llevar acabo toda gestión de la tradicional selección inglesa está metida en un lío que empieza a tomar fuerza en redes sociales. Preocupado por erradicar el racismo y ver por la igualdad de género con el futbol de pretexto, no han aceptado un caso peculiar de un ser humano que lo único que quiere hacer es competir pateando una pelota. Aeris Houlihan ha dejado de ser futbolista para convertirse en una bandera social ante el silencio atroz de los máximos dirigentes.
Aeris se maquilla para salir a la cancha tan vanidosa como en su vida diaria. Hace 32 años nació en UN pequeño pueblo inglés llamado Middleton sin saber que su mente no estaba en la misma órbita que su cuerpo. En 2012 decidió dar ese paso que durante tanto tiempo le dio temor. Una operación le permitió sentirse mujer desde la apariencia física como durante tanto tiempo lo deseó. Después de la intervención quirúrgica, se inscribió en el Middleton Park Ladies FC para hacer una de las cosas que más le apasionan en la vida. Tras acordar con su entrenador y las jugadoras, el obstáculo vino desde la alta esfera del balompié inglés.
“Los individuos sometidos a un cambio de sexo después de la pubertad requieren haber tenido los cambios quirúrgicos pertinentes completados por lo menos dos años antes, así como la terapia hormonal por un período de tiempo suficiente para minimizar las ventajas relacionadas con el género en un partido de fútbol”, declaró la FA de la mano de un portavoz del organismo, luego de que la polémica se acrecentara. Según la norma, sería hasta los primeros meses del próximo año cuando la futbolista tendría derecho de participar en alguna competencia bajo el cobijo exigente de la Federación inglesa.
Activa en su videoblog en youtube, ha rechazado la determinación oficial, con un masivo apoyo para su demanda. Deseosa de salir a la cancha con sus compañeras de equipo, describe como una ridiculez la forma de actuar de la FA. “Sólo quiero jugar al fútbol y tanto mis compañeras como los demás equipos de la liga han aceptado, ¿así que cuál es el problema?”, declara Aeris bien maquillada viendo fijamente a la cámara. Su mirada pide reconsiderar la noticia sin ocultar su enfado en un mundo que cada día está más abierto a la igualdad entre los seres humanos. Constante en sus videos sobre la transexualidad, hoy se ve afectada por un simple deseo tan básico como jugar futbol.
“Estoy realmente decepcionada y no tiene ningún sentido. Sólo quiero jugar al fútbol. No es como si yo quisiera jugar con el Barcelona, solo quiero jugar con un club local”, le ha dicho a la prensa inglesa atenta a su llamado de igualdad. La apelación tiene pocas posibilidades de efectuarse después de que la Federación ha cerrado el caso de manera tajante. En pleno camino al Mundial, esa justa donde el planeta se para en pos de una pelota, una tradición le ha dado a una mujer la prohibición de sentirse parte de un equipo regional sin muchas aspiraciones comerciales o de profesionalismo.
Aeris quiere jugar, sin que importe nada más. Desde las redes sociales se lamenta el hecho de que otra vez se preste más atención a un aspecto que debería pasar desapercibido. “La FA no se molestó en mirar mis niveles hormonales o los resultados de mis análisis de sangre, que son los mismos que los de cualquier otra mujer. Están ciegos y tienen que ver la prueba delante de ellos”, se lamenta. En la página oficial del organismo, se puede leer: “La orientación o identidad de género de una persona no debe ser una barrera para participar y disfrutar de nuestro deporte nacional. La FA se ha comprometido asegurar que se dan todas las oportunidades para que los miembros de comunidades de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales para participar y progresar dentro de su área elegida de la participación en el fútbol”. Por mientras, le han dado la espalda a esa afirmación.