Ciudad de México, 6 de diciembre 2013 (SinEmbargo).- Péle rechazó participar en el sorteo de la Copa del Mundo para evitar darle mala suerte a Brasil. La paranoia se esparcía por las 32 selecciones que temían quedar en un posible grupo de la muerte tras definir los bombos. Las ocho selecciones que han sabido alzar la copa (Uruguay, Italia, Francia, Argentina, Alemania, Brasil, Inglaterra y España) están presentes con diferente actualidad pero con la misma obligación. Premiados con 9.5 millones de dólares por el simple hecho de participar, el sorteo se llevó acabo con un homenaje previo a Nelson Mandela, uno de los símbolos de la humanidad, fallecido ayer a los 95 años. Después del acto solemne, inicio el protocolo pactado previo a lo que todos esperaban.
El Mundial 20 en la historia de la FIFA se vislumbra como uno de los más parejos de todos los tiempos debido al sistema planteado que definió a las cabezas de serie. El balón oficial “Brazuca” ha sido desvelado y las 12 sedes se dicen listas a un 90%. Después de actos festivos en donde el comité organizador presentó su propuesta para organizar una nueva justa que paralizará al mundo, el sorteo se realizó con los nervios apoderándose de los sentidos. La fiebre mundialista comenzó hoy. En Costa da Sauípe, un complejo turístico de Salvador de Bahía, estuvieron los ojos de millones de feligreses entregados a “la única religión que no tiene ateos”, como definió Eduardo Galeano al futbol.
Nelson Mandela llego a Zurich en 2009 como parte del Comité Organizador de Sudáfrica que soñaba con ganar la sede de 2010, y llevar el futbol al continente negro por primera vez en la historia. Madiba ya había sido pieza vital en el Rugby, deporte nacional en su país con vínculos a la raza blanca que tanto lo había maltratado. Un hombre distinto al resto unió a una sociedad con un balón ovalado. Hace cuatro años, su presencia fue determinante para que el esférico se decantara ante su presencia. La FIFA comenzó la transimisión del sorteo con un homenaje póstumo para un ser humano venerado en todo el planeta. Después de los aplausos, la fiesta programada comenzó con la impaciencia de los aficionados adentrándose cada vez más en los sentidos.
«Somos un país que ha superado la miseria. Estamos felices de recibir a todos los visitantes de los cinco continentes», declaró Dilma Rousseff, Presidente de Brasil, junto a Jospeh Blatter. Después de un año lleno de protestas por el excesivo monto de dinero dirigido a la organización de la justa, el Comité Organizador tuvo un respiro hoy con un evento determinante para la gestación final de las emociones. En ocho bombos, dos años de eliminatoria se definieron de la mano de exjugadores históricos encargados de ir sacando las pelotitas con los nombres de las selecciones. «Ya era tiempo de que la copa regresara a Brasil», exclamó Blatter con júbilo. Tras 63 años, el Mundial aterrizaba en el páis más ganador en la historia.
«Estoy muy ilusionada como aficionada con Brasil. Somos el único equipo pentacampeón y el que ha participado en todas las justas. Somos la tierra de Pelé, el mejor jugador de todos los tiempos, la tierra de Ronaldo, el mejor goleador en la historia de los mundiales. Amamos el futbol, bienvenidos a Brasil. Haremos una gran Copa del Mundo», terminó la Presidente su participación. Después comenzó el sorteo, lo que todos esperaban. El camino de cada selección quedó definido en una dinámica que provocaba altibajos en el ritmo cardiaco de todos los que estaban atentos a lo que ocurría en aquella sala donde 2000 periodistas tuvieron que apagar su celular. Como lo hace la FIFA, el escepticismo se puso como bandera, mientras iban saliendo uno a uno todos los participantes.
Cesare Prandelli, entrenador de Italia, describió al sorteo como «cosa de risa». Los italianos no fueron cabeza de serie, apartados por Suiza. El evento donde se determina el camino de los mundiales siempre está sujeto a suspicacias. Jerome Vlacke, Secretario General de la FIFA, moderó el sorteo que dejó dos «Grupos de la Muerte» en los sectores G (Alemania, Portugal, Ghana y Estados Unidos y D (con tres campeones del mundo como Uruguay, Inglaterra e Italia, además de Costa Rica). México se enfrentará a Brasil, definido por Luis Felipe Scolari, entrenador de la Verde-Amarelha, como un «Clásico Especial». Fernanda Lima cautivó a las redes sociales, para después decantarse por la pasión futbolística. Otro Mundial está listo, en un suelo distinto al resto, donde todo lo que se ve y se toca, tiene algo de futbol.
