Ciudad de México, 11 de noviembre (SinEmbargo).- Con un sinfín de reclamos sociales, los Juegos Olímpicos de invierno con más presupuesto de la historia, son un asunto de estado para Rusia. Con Vladimir Putin en la cabeza, se ha catalogado al evento como una prioridad nacional. Desde Moscú 1980, aún bajo el régimen comunista de la Unión Soviética, el país del norte de Europa no tenía un evento de tan grande magnitud. El deporte inmiscuido en política ha provocado reclamos prácticamente en todos los sectores de la sociedad.
La ley impuesta en contra de cualquier manifestación homosexual retumbó por toda la palestra internacional sin importar la sección. Con el mundial de atletismo dispuesto en Moscú durante este verano, las primeras voces en contra llegaron desde los atletas. Solo Yelena Isinbáyeva pidió respeto para los valores tradicionales de su país siendo también objetivo de las críticas. La LGBT, organización defensora de los derechos gays y transexuales en el mundo, le ha solicitado al Comité Olímpico internacional un cambio de sede sin que su voz haya sido escuchada. Con la batalla perdida, el protocolo ha seguido su cause.
Socchi 2014 no solo serán los Juegos Olímpicos invernales con más inversión, sino que el tradicional recorrido de la llama sagrada, ha llegado a un punto donde nadie más, en ninguna otra justa, había logrado acceder. En la Estación Especial Internacional (EEI) con un paisaje planetario, se hizo historia de la mano de dos astronautas. Los rusos Oleg Kótov y Serguéi Riazanski realizaron el primer relevo en el espacio en lo que va del Olimpismo desde aquella primera edición en Atenas. El símbolo de Sochi llegó al espacio, en una prueba más de la evolución humana.
Una caminata espacial por parte de de los cosmonautas fue captada en unas imágenes que sirven para dejar como un archivo para la posteridad. La misma antorcha utilizada a miles de kilómetros de la atmósfera, será encendida el 7 de febrero del próximo año en el pebetero dispuesto cerca del mar negro. La ciudad rusa se ha declarado lista desde varios meses atrás con muchísimo voluntarios entusiastas por una nueva justa. Entre tanto, la política sigue sus propios discursos. En la resistencia están aquellos que se han sentido ofendidos por una determinación homofóbica, mientras que desde el gobierno ruso y el COI, todo sigue conforme a lo planeado.
Sin dejarle nada a la improvisación, el recorrido espacial fue transmitido en directo en la televisión rusa. Dos horas en total estuvo la antorcha en lares donde la gravedad no existe. Los dos cosmonautas se intercambiaron ese artefacto que simboliza el olimpismo puro haciendo un relevo literal como los que se hacen en tierra. Este hecho histórico llega para seguir consolidando un discurso inflexible a los reclamos por un sector de la población mundial que se ha manifestado constantemente. La antorcha salió de la órbita para extender el espíritu olímpico, mientras en la Tierra, la polémica sigue con el mar negro expectante, con una ciudad repleta de nuevas sedes esperando la fecha pactada.