Moscú, 5 nov (EFE).- Nadezhda Tolokónnikova, integrante del grupo «punk» ruso Pussy Riot que cumple una condena de dos años de cárcel, va a ser trasladada a un penal en Siberia, aseguró hoy su marido, Piotr Verzílov.
«Hoy hemos recibido la información de que, con una probabilidad del 90 por ciento, Nadezhda está siendo trasladada al penal IK-50, que se encuentra en el pueblo Nizhni Ingash, en la región de Krasnoyarsk», señaló el esposo de la cantante a la agencia Interfax.
Dicho lugar de reclusión se encuentra en Siberia, a unos 4 mil 400 kilómetros de Moscú.
Antes, el defensor del pueblo ruso, Vladímir Lukin, había informado de que Tolokónnikova estaba en proceso de traslado a una nueva prisión.
Sin embargo, la portavoz de los servicios penitenciarios de Krasnoyarsk, Ekaterina Brotsman, aseguró a Interfax que la integrante de Pussy Riot no se encuentra en estos momentos en ninguna de las dos colonias para mujeres de esa región.
Señaló que actualmente sólo existen dos penales de régimen común para mujeres en Krasnoyark, IK- 50 y IK-22, y que en ambos funcionan talleres de costura, como el que hay en la prisión de la república de Mordovia donde ha cumplido su condena hasta ahora la opositora rusa.
El pasado 21 de octubre se informó de que iba a ser trasladada a otro penal, después de haber llevado a cabo una huelga de hambre en protesta por las condiciones de vida de la cárcel.
De acuerdo a la legislación rusa, el nuevo lugar de reclusión de cualquier presa debe ser comunicado, al menos, a uno de sus familiares en el momento de su llegada a la nueva cárcel.
Tolokónnikova, de 23 años y madre de un niño de 5, había denunciado en una carta abierta los abusos, malos tratos y torturas a los que son sometidas las internas en la cárcel de Mordovia donde estaba recluida.
Tolokónnikova, María Aliójina y Yekaterina Samutsévich, las tres integrantes de Pussy Riot -ésta última en libertad condicional desde octubre del año pasado- fueron condenadas a dos años de cárcel por «gamberrismo motivado por odio religioso», tras escenificar en febrero de 2012 una plegaria «punk» en el principal templo ortodoxo ruso, en Moscú.
Las Pussy Riot mantienen su inocencia e insisten en que su acción en la catedral de Cristo Salvador de Moscú tenía fines políticos y no estaba dirigida contra los creyentes ortodoxos. EFE