Guatemala, 2 Nov (Notimex).- El Gobierno de Guatemala resaltó los primeros resultados de la intervención operativa en el sistema aduanero, que empezó a aplicarse esta semana para combatir la corrupción, el contrabando y la evasión fiscal.
El presidente guatemalteco Otto Pérez Molina afirmó que al impedirse las prácticas de corrupción y al tener mayor control en las operaciones aduaneras, se previenen y combaten actos ilícitos, incluidos delitos graves como tráfico de drogas y armas.
Asimismo, las autoridades destacaron que la intervención de las aduanas ha favorecido también la recuperación de los ingresos fiscales del Estado.
Con la intervención de las aduanas «no sólo detuvimos la caída de los ingresos tributarios de entre ocho y nueve millones de quetzales diarios (un millón y un millón 125 mil dólares)», indicó Pérez Molina.
La medida ha permitido aumentar la recaudación diaria en las aduanas en montos de hasta dos millones de quetzales (250 mil dólares), desde que entró en vigencia el pasado 29 de octubre.
«Esto (la recuperación de ingresos por cobro de impuestos en las aduanas) quiere decir que se están haciendo bien las cosas, y significa que se estaban robando mucho dinero», indicó al referirse a empleados corruptos y grupos vinculados con el crimen organizado.
El gobierno guatemalteco decretó la intervención operativa de las cinco principales aduanas del país, que desde el martes pasado son vigiladas por contingentes de la Policía Nacional Civil y del Ejército.
Según la medida, la policía y los militares fueron asignados para vigilar las operaciones y «prevenir, combatir, controlar y neutralizar acciones delictivas en las aduanas».
El «refuerzo interinstitucional» ?como también llama el gobierno a la intervención- se aplica desde el 29 de octubre en las aduanas de Puerto Quetzal, en el sureño departamento de Escuintla (Pacífico), y en Santo Tomás de Castilla, departamento de Izabal (Caribe).
Así como en la aduana central de la ciudad de Guatemala y en las de Pedro de Alvarado, en el oriental departamento de Jutiapa (región fronteriza con El Salvador) y de Tecún Umán, departamento de San Marcos, en la frontera con México.
El presidente Pérez Molina aseveró que además de la intervención, el sistema mejorará los controles e ingresos con la reciente aprobación de una nueva Ley de Aduanas.
Comentó que Guatemala «era el único país que no tenía una Ley de Aduanas» en Centroamérica, lo cual le restaba posibilidades en materia de competitividad.
Afirmó que la nueva legislación es importante, en virtud de que se podrá coordinar el tema de aduanas con el resto de países de Centroamérica, así como la cooperación institucional y el trabajo regional contra delitos como el contrabando y la evasión.
Las autoridades carecen de datos confiables pero se estima que las pérdidas para el Estado son cuantiosas por los delitos de contrabando, así como por la evasión y la defraudación fiscal (pago de impuestos menor a lo que fija la ley) en las aduanas.
Según estimaciones de las autoridades, sólo en los puertos de Santo Tomás de Castilla y Quetzal se evade mensualmente alrededor de 200 millones de quetzales (unos 25 millones de dólares).