Dallas, 29 Oct (Notimex).- El procurador general de Texas, Greg Abbott, pidió hoy a una corte federal estadunidense de apelaciones que suspenda una decisión emitida el lunes por un juez en Austin, que desechó una parte de la nueva ley que restringe el aborto en Texas.
Abbott interpuso este martes ante la Corte Federal de Apelaciones del Quinto Circuito, en Nueva Orleans, una petición de emergencia que pide suspender el dictamen del juez federal Lee Yeakel, que declaró anticonstitucionales partes clave de ley antiaborto de Texas.
La ley debía entrar en vigor este martes, y las autoridades estatales esperan ponerla en práctica mediante una suspensión «urgente» del fallo judicial mientras el caso pasa por el proceso de apelación.
En la apelación, abogados de la Oficina del Procurador argumentaron que «no hay evidencia -y ningún hallazgo en la opinión de la corte de distrito- de que una mujer enfrentara algún obstáculo para tener un aborto en Texas si la ley entra en vigor».
«Una orden de suspensión que permita a la (ley) HB 2 entrar en vigor no perjudicará considerablemente a las pacientes de aborto», añadieron.
Yeakel declaró inconstitucional la provisión de la ley que exige a los médicos que vayan a practicar un aborto cuenten con privilegios de admisión en hospitales ubicados en un radio de 50 kilómetros, y constituye una carga excesiva para las mujeres que buscan un aborto.
La ley «no guarda relación racional con el derecho legítimo del Estado en la preservación y promoción de la vida del feto o la salud de la mujer y, en todo caso, pone un obstáculo sustancial en la trayectoria de una mujer» que busque este tipo de procedimiento, dijo.
La decisión de Yeakel responde a una demanda interpuesta el mes pasado por Planned Parenthood, organización sin fines de lucro que proporciona servicios de salud reproductiva en este país, y la Unión Estadunidense de Libertades Civiles.
Yeakel escuchó testimonios y argumentos sobre la ley durante tres días la semana pasada para tomar su decisión.
La ley establece restricciones al aborto consideradas entre las más severas del país, al prohibirlos después de 20 semanas de gestación y obligar a las clínicas especializadas a realizar fuertes inversiones para convertirse en centros de cirugía ambulatoria.
También restringe el uso de la píldora abortiva RU486, y exige a los médicos contar con privilegios de admisión en hospitales en un radio de 50 kilómetros de su área de práctica.
La ley fue promulgada en junio pasado por el gobernador Rick Perry, tras dos sesiones especiales del Congreso local con el fin específico de aprobar el estatuto, pese a la dura oposición por parte de los demócratas y de organizaciones pro derechos de la mujer.