México, 24 Ago. (Notimex).- Como hace 45 años, este sábado tocó a una mujer Enriqueta Basilio, encender el pebetero del Estadio Olímpico Universitario, en una sencilla ceremonia que sirvió como preámbulo a la celebración de la XXXI Edición de la Maratón Internacional de la Ciudad de México.
Luego de que este sábado poco más de 200 personas portaran la Antorcha con la flama que vino directamente de la ciudad griega de Maratón, cuna de la que es la competencia más emblemática del atletismo, una vez más la ex corredora Enriqueta «Queta» Basilio, fue quien tuvo el honor de encender el pebetero del estadio de Ciudad Universitaria.
En esta ocasión no había un estadio lleno esperando a los relevistas, pero los asistentes que se dieron cita en este inmueble disfrutaron cada instante de este momento, entre ellos estaba José Narro Robles, rector de la UNAM y el Director del Instituto del Deporte del Distrito Federal (IDDF) Horacio de la Vega Flores.
Basilio recibió la antorcha al pié de la escalinata que conecta al pebetero, ya que a diferencia de hace 45 años, no llegó al pebetero corriendo a través de la pista y ascendiendo unas escaleras dispuestas especialmente para que llegara más rápido sino que recibió la antorcha de manos de otra gran deportista mexicana Adriana Fernández, para después subir unos pocos escalones y encender por segunda vez en su vida el pebetero de Ciudad Universitaria.
Por otra parte, al hacer uso de la palabra, tanto el Rector José Narro Robles como Horacio de la Vega Flores, agradecieron a las autoridades de la ciudad de Maratón el haber cedido la flama para que esta pudiera ser encendida en este histórico inmueble.
Ambos dirigentes, coincidieron en destacar el enorme significado que eso tenía, ya que este encendido le daba una dimensión distinta a la Maratón de la Ciudad de México.
Hay que señalar que ésta es apenas la quinta ocasión en la que se enciende el pebetero del Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria, pues la primera ocasión fue en el 12 de octubre de 1968, cuando se llevó a cabo la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos que se celebraron en México.
La segunda ocasión fue en el año de 1975, cuando México fue la sede de los Juegos Panamericanos los que se escenificaron del 12 al 26 de octubre de ese año, posteriormente el pebetero fue encendido una vez más en el año de 1979, cuando México albergó la Décima Edición de Universiada.
Finalmente, hay que señalar que la última ocasión en la que se había encendido el pebetero universitario fue en el año de 1990, cuando México fue sede de los XVI Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe que se celebraron del 24 de noviembre al 4 de diciembre.