Ciudad de México, 25 de agosto (SinEmbargo).- Una foto de un aficionado que pagó por el recorrido habitual que el Real Madrid ofrece por el majestuoso Santiago Bernabéu, alimentó las redacciones deportivas del planeta. El escenario dispuesto para presentar al nuevo fichaje en turno estaba siendo montado por gente del club ante la vista de los visitantes y del mundo, gracias a las redes sociales que le dan velocidad a cualquier evento que tenga interés noticioso. El rumor predominante se confirmaba sin que alguna voz oficial se animara a hacerlo. Gareth Bale, sería jugador del Real Madrid.
Hace unos días, el aeropuerto de Barajas tuvo una anormal actividad nocturna. El recinto madrileño se llenó de gente con cámaras y camisetas blancas. Un grupo de jugadores vestidos de negro arribaban de Medio Oriente tras hacer escala en Estambul. Raúl González Blanco volvía a casa luego de tres años de su apática despedida. El "Ángel de Madrid" caminaba con el gesto cansado por el largo viaje mientras las cámaras de televisión lo enfocaban en medio del cariño de quienes habían ido a recibirlo. Un emblema del pasado reciente hacia recordar la grandeza de un club, el más ganador de la Champions League. Raúl ganó dos de las nueve.
Raúl se pronunció sobre el fichaje del talentoso galés. "No vale lo que van a pagar", dijo para después matizar diciendo que se trataba de un gran jugador. El ídolo madridista repetía el discurso preocupante sobre las cifras inminentes que se comenzarán a manejar de ahora en adelante. La tarde-noche del jueves fue emblemática para una afición que presume de señorío. Su leyenda regresaba a casa para jugar un partido con la camiseta blanca de siempre. Salido de las fuerzas básicas, el 7 no había costado un solo euro. El mercado pone el ritmo, 99 millones de euros se pagarán por un jugador de 24 años que está llamado a ser uno de los mejores de la historia.
De los diez fichajes más caros en la historia del deporte más popular del mundo, cuatro los ha hecho la entidad de Madrid. La construcción de los galácticos, fue una obsesión de Florentino Pérez. El magnate español dinamito el significado de esa clase histórica que siempre arropó al Real Madrid. De pronto, con billetazos, la arrogancia de los nuevos aficionados madridistas se confundían con aquellos que supieron ver la elegancia que vistió muchas épocas del que es considerado por Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), el mejor equipo del Siglo XX.
Con la entrada del nuevo milenio, una noticia sacudió al futbol español. Luis Figo, figura imponente del FC Barcelona, fichaba por el Real Madrid; 60 millones de euros eran suficientes para olvidar la rivalidad. El portugués cambiaría de ladera para nunca más tener tranquilidad en la ciudad condal. Al año siguiente, Zinedine Zidane dejaba Turín gracias a los 65 millones de euros que el Madrid le pagó a la Juventus. El astro francés maravilló al planeta vestido de blanco. En 2009, Kaka arribó al Santiago Bernabéu debido a los 65 millones que el Milán recibió, la afición madridista sigue esperando la mejor versión del brasileño.
Como una obsesión, Florentino Pérez se hizo de los servicios de Cristiano Ronaldo: 96 millones de euros lo convirtieron en el fichaje más caro de la historia. El portugués, de incalculable talento, es la figura emblemática actual de un equipo que busca la décima Copa de Europa. Daniel Levy, dueño del Tottenham, pidió 120 millones por Bale, las negociaciones lo hicieron ceder hasta los 100. "Es mucho dinero, declaró Pérez. Al final, serán 99 millones de Euros lo que el Real Madrid pagará en plazos por alguien que probablemente nunca juegue un Mundial de Futbol. Raúl, nacido en las entrañas del club, ha dejado claro que el amor por el equipo blanco, no nace desde el dinero. En tiempos de crisis económica, el futbol vuelve a esquivar la dura realidad.
