Ciudad de México, 5 de agosto, (SinEmbargo).- Singh Siddhart, un hindú de 26 años, torturó a su novia sonorense con una espátula, con sierra, un tenedor y un abrelatas por más de una hora, después la estranguló y a pesar de que confesó su crimen, un juez no encontró los elementos necesarios para consignarlo por homicidio calificado con brutal ferocidad, alevosía y ventaja.
El lunes 1 de julio, la joven Priscila Carolina Hernández Guerra, de 21 años, fue asesinada en un hotel de Bahía de Kino, en Hermosillo, Sonora, por un hombre que conoció por Internet cuando ella estudiaba inglés en Estados Unidos.
La joven acababa de regresar a su ciudad natal para iniciar sus estudios en Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Sonora y presentarle su novio Singh Siddhart a sus padres.
El día del asesinato, Priscila acompañó a Singh Siddhart a Bahía de Kino, una playa turística ubicada a 45 minutos de Hermosillo, y a las 19:00 horas se comunicó alterada con una prima suya para decirle que su novio quería obligarla a tener relaciones sexuales, pero la llamada se cortó.
De acuerdo con la prensa local, eran las 20:30 horas cuando personal del hotel se percató de que había una fuerte riña en la habitación y llamaron al 066. Cuando la Policía Municipal arribó a la recámara, encontraron a Singh Siddhart en flagrancia mientras estrangulaba a la joven Priscila.
Llegaron demasiado tarde, la joven ya estaba muerta.
A pesar de que el asesino está confeso y describió cómo torturó a Priscila con un tenedor, una espátula con sierra y un abrelatas durante más de una hora antes de estrangularla, fue consignado por homicidio doloso, un crimen que alcanza entre los 8 y 25 años de cárcel, pero, si la sentencia es mínima, podría salir libre en cuatro años, dijo Jorge Hernández Aguilar, padre de la joven.
“Desde el Ministerio Público hasta el Juez IV penal, Mario Alberto Granados, consideraron que la evidencia no era suficiente para emitirle el auto de formal prisión por este crimen de homicidio calificado con brutal ferocidad y lo calificaron sólo como en doloso”, explicó.
El padre de Priscila ahora exige a las autoridades sonorenses que reclasifiquen el asesinato de su hija, para que Singh Siddhart, reciba un castigo ejemplar a través de una pena que oscila entre los 25 y 50 años de prisión.
“Esto es un agravio no sólo a una familia sonorense, sino a toda la sociedad. Pugnamos porque sea una condena ejemplar para este homicida. Como padre quiero abogar por justicia real y en su justa dimensión para este hombre, no le deseo la muerte porque yo no soy nadie, pero como cometió el crimen en Sonora, aquí que lo pague, y que no haya ningún motivo para que vaya a otra parte y quede libre para asesinar a otra muchachita y enlutar a otra familia”, dijo Jorge Hernández.
El papá de Priscila conoció al homicida el sábado, dos días antes del asesinato, cuando su hija lo llevó a su oficina para presentárselo.
“Me dijo que operaba en un despacho como consultor de negocios. El día que mi hija me lo presentó yo no sentí nada extraño, no me pasó por la mente algo así. El asesino en su declaración dice que a su papá no le gustan los mexicanos, entonces qué estaba haciendo aquí”, dijo.
TRÁFICO DE INFLUENCIAS
En el caso de Priscila existe un visitador de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) involucrado en un posible tráfico de influencias para presionar al juez que dictó el auto de formal prisión
Se trata del abogado y séptimo visitador itinerante, Octavio Grijalva Vázquez, quien estuvo a cargo del caso, pero del lado de Singh Siddhart cuando se inició el proceso en su contra, y quien podría ser amigo de Miguel Padrés Elías, hermano del Gobernador de Sonora, Guillermo Padrés Elías.
Jorge Hernández, el padre de Priscila, aseguró que enfrentó al visitador y le reclamó por el posible tráfico de influencias.
“Yo le dije cara a cara y él me dijo que no era amigo. Yo no tengo una fotografía donde se estén abrazando, no tengo un documento donde estén haciendo negocios y se lo dije: ‘en el momento que tenga una prueba contundente yo se lo voy a mostrar al público y te voy a exhibir’. Ando en busca de la verdad y tengo información seria”, dijo el padre de la joven.
Hernández Aguilar recibió una invitación de la CEDH en donde le explicaron que la Comisión no solo defiende al victimario, sino también a la víctima.
“Mi meta no es estar señalando a los servidores públicos, mi meta es decirles que se haga justicia en el caso de mi hija por el homicidio cruel que cometió ese señor. Los de la Comisión me dijeron que estaban defendiendo los derechos del asesino, pero que también estaban para atender a la víctima. Yo les dije que nunca había visto que se acercaran a mí y me dijeron que porque no había puesto una denuncia”, detalló.
En Sonora, el Diputado local perredista Carlos Navarro, solicitó al presidente de la CEDH, Raúl Arturo Ramírez Ramírez, se cese de sus funciones al visitador Octavio Grijalva por el presunto tráfico de influencias.
El Legislador presentó una iniciativa para tipificar el delito de feminicidio en Sonora, pues la entidad, al igual que Baja California Sur, Michoacán y Chihuahua, está rezagada en su tipificación en el país.
La semana pasada la Diputación Permanente aprobó por unanimidad convocar a las comisiones de Equidad y Género, Justicia y de Derechos Humanos a emitir un dictamen sobre la iniciativa.
En México, 28 estados han tipificado al delito de feminicidio y precisamente el sábado pasado Félix Vélez Fernández, vicepresidente de Información Demográfica y Social del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), pidió a las instancias de procuración de justicia clasificar adecuadamente estos casos, debido a que hay una tendencia a clasificarlos como homicidios comunes.
Vélez Fernández informó que durante 2012 no se registró ningún feminicidio en el país, a pesar de que se cometieron 2,774 asesinatos de mujeres.
En Sonora, de acuerdo con el estudio realizado entre la ONU, Inmujeres y la Cámara de Diputados, Violencia feminicida en México. Características, tendencias y nuevas expresiones en las entidades federativas, 1985-2010, el porcentaje de defunciones de mujeres por presunción de homicidios varió de 17.8% 1985 a 19.7% en 2010.
En cuanto a la edad promedio de las féminas asesinadas se incrementó de 24.1 años a 32.4 años en el mismo periodo.
Según el Observatorio Feminicidio Sonora, durante 2012 se registraron 40 casos de asesinatos de mujeres que entran en esta tipificación, en 2011 47 y en lo que va de 2013, son 27.
EL HOMICIDIO DE PRISCILA SE PUEDE RECLASIFICAR
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El padre de Priscila y sus abogados buscan reclasificar el homicidio y de acuerdo con Rodolfo Domínguez, abogado especialista en Género, están muy a tiempo de apelar a la decisión del juez que emitió el auto de formal prisión por homicidio doloso.
“Se puede impugnar por amparo o por apelación, si es por apelación depende de los magistrados del Tribunal Superior, y es el momento en que se puede hacer, en caso de ser amparo será un juez de distrito. Es difícil pero se puede y todo dependerá de cómo se documente”, dijo.
Para el abogado, el crimen de Priscila tiene todas las características de un feminicidio.
“Los signos que identifican al feminicidio son si la mujer al morir fue lesionada de forma degradante y grave, con saña. El tipo de lesiones, si murió a causa de las lesiones, si se dieron previamente o después, son características que a partir de su estudio se clasifica. Si el cuerpo donde fue encontrado fue en un lugar público o no, el agresor”, explicó.
En el caso de Sonora donde el feminicidio aún no está tipificado, se puede clasificar como un homicidio agravado por razones de género.
“Es homicidio calificado, más penado que el doloso, con características que lo hacen más condenable como la traición, la alevosía y los medios empleados”, detalló.
El abogado destacó la importancia de que el feminicidio en el país se tome en serio y no solo se tipifique, sino que se realice una reforma integral.
“Los que se busca es tener una reforma integral que incluye reformas procesales, protocolos de investigación que es importante porque lo que se busca es combatir esa discriminación que está afectando a las mujeres. Un homicidio por cuestiones de género daña al tejido social, destruye muchísimas cosas”, dijo.
Jorge Hernández indicó que en su familia solo quedó dolor.
“No entendemos cómo se le puede quitar la vida a una mujer tan infamemente. Ese hombre por sus acciones habla de una persona con pocos valores de la vida, porque en su cultura vale más una vaca que una mujer”, dijo.
A Jorge Hernández solo le queda el recuerdo de Priscila, una jovencita de ojos verdes, 21 años, con sueños de ser comunicóloga y un gran amor por su familia y por los seres vivos.
“Era un ser muy amoroso, a todos nos amaba mucho. Amaba mucho a los animales, siempre andaba recogiendo perros y gatos que se encontraba abandonados y los llevaba a la casa. Así la recuerdo, llevando un perro siempre”.
