Ciudad de México, 21 de julio (SinEmbargo).- El Presidente Enrique Peña Nieto cumplió ayer 47 años de vida.
Su fiesta pública ocurrió en el municipio de Villa del Carbón, en el Estado de México, donde inauguró un hospital que lleva el mismo nombre.
Él ofreció un discurso pleno en agradecimientos a “la mayoría de los mexicanos”, que le brindó la confianza para convertirse en Presidente.
También agradeció a su equipo de colaboradores e incluso, a los periodistas que lo han seguido desde la campaña porque ellos “han transmitido” su mensaje.
Tras los agradecimientos, Peña Nieto refrendó que procura el bienestar de todos los mexicanos, tanto los jóvenes, los hombres y las mujeres...
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Las mujeres. Las mujeres son las ausentes. Las mujeres muertas y asesinadas. Por un hombre o varios. Con dolo o sin él. Por ser mujeres o no; pero al final, asesinadas.
Ayer, el estado de México –primer lugar en feminicidios o muertes violentas contra mujeres en el país- amaneció sin alerta de género. El Sistema Nacional para Prevenir y Sancionar y Erradicar la Violencia se negó por segunda vez a pintar –metafóricamente- en rojo el territorio mexiquense.
Y el tiempo pasa. Y parece que en esta tierra es cruel y le gustan los juegos en contra. Hasta 2011 había casi mil feminicidios. Y el año pasado, 563 cuerpos de mujer fueron encontrados entre los baldíos, las zanjas, los montes, los puentes, las calles, los autos abandonados o las vías rápidas del estado que gobernó Enrique Peña Nieto y que ayer escogió para celebrar su cumpleaños.
Él mismo dijo que desde que fue mandatario estatal desarrolló esta tradición, la de acercarse a la gente de “una parte de la República”, en su día.
“Ahora quiero mantener esta tradición como Presidente de México en estas celebraciones de cumpleaños, que todos tenemos en lo particular. Quiero llegar a alguna parte hoy del país para estar con la gente, con las mujeres, con los jóvenes y con los hombres, quienes dedican todos los días el mayor de sus empeños para que sus familias estén bien”.
Todo está bien. Así se percibe. En la madrugada, el dispositivo del Estado Mayor Presidencial se encargó de una revisión minuciosa de todos y cada uno de los asistentes a esta fiesta. El Presidente más que reconocido, será aplaudido, vitoreado, abrazado por el grito de:
¡Peña! ¡Peña! ¡Enrique, amigo, Edomex está contigo! ¡Graciaaaas” –y muchos otros.
El Gobernador del estado de México colmará el ambiente de bienestar con estas palabras:
“Vale la pena referir que si alguien cumple sus compromisos y nos ha enseñado a muchos que si la palabra que se empeña se cumple, es el Señor Presidente, que el 10 de noviembre de 2010, aquí en Villa del Carbón, (el Presidente) les ofreció que tendrían un hospital de primera clase”.
Luego, en la región que se distingue por su incidencia de feminicidios, pero que carece de alerta de género, surgirá la voz de una mujer.
Las cámaras y luces hacia ella. Está con blusa anaranjada como otras tantas en la audiencia. No parece víctima de nada. Al contrario: está eufórica. Se le permite manifestarse y el silencio se vuelve teatral:
-¡Sí, señores, Enrique y Eruviel, se comprometieron con el hospital, y hoy ya cumplieron!
LA FELICIDAD DE UN PRESIDENTE
Si se contabilizara el número de veces que sonrió y si se tomara en cuenta la calidad de esas sonrisas, podría decirse que el Presidente de México ayer estuvo feliz, muy feliz.
Para declarar tal estado, habría que añadir el momento en que se arropó en la ironía:
- Está aquí Aurelio Nuño, quien es el jefe de la oficina… No se pongan tan inquietos y nerviosos, porque él es del DeFe, no es del Estado de México, por aquello de que pensaran otra cosa…
Convencido, tal vez, que el murmullo generado fue de aprobación, el Presidente se arropó en el juego de palabras:
-Desde hoy en la mañana, más bien desde ayer en la noche, mi esposa y yo tuvimos una celebración… Ahí, con algunos de nuestros hijos…
Fue un “iuuuuu” el que se escuchó unánime.
Él continuó: “Estábamos cenando y compartiendo con algunos de nuestros hijos, y recordando varios de esos momentos, de esos bellos momentos que de verdad nos inspiran y alientan al estar al lado de la gente”.
Quizá al estado celebrativo del Presidente habría que añadir el momento cuando se permitió la ternura:
El niño Isaí García Diego le había dedicado una pieza oratoria en la que le manifestó que lo inspiraba para su futuro. Isaí leyó que sus abuelos le contaron cuando en su pueblo no había atención médica de ninguna clase.
“Estamos orgullosos de que usted sea el Presidente de México porque es como nosotros del estado de México, y eso nos enseña que con esfuerzo y estudio podemos hacer cosas importantes para nuestro país”.
Le aplaudieron.
“Gracias señor Presidente por el hospital, por su visita y por todo el apoyo que le da a nuestro pueblo”.
El Presidente le correspondió con un abrazo. En su discurso, le dijo:
“Me da mucho gusto escuchar a Isaí en este día en particular porque realmente me hace recordar y tener muy presente mi infancia”.
El Presidente de México está feliz.
LAS MAÑANITAS
El cumpleaños de Enrique Peña Nieto arranca con un tuit. “47 años de vida. Gracias por sus mensajes de felicitación y afecto. El mejor regalo es la oportunidad de trabajar por un mejor México”.
Después, en Villa del Carbón, estado de México recibirá dos veces "Las Mañanitas". La primera, mientras la presidenta municipal, María de Lourdes Montiel Paredes, intenta felicitarlo.
Son gargantas de hombres y mujeres dispuestas, imparables, podrían prolongarse hasta la última estrofa. Nada importa que hayan llegado a las seis de la mañana, convocados por esa presidenta que ahora está en uso del micrófono, ni que el mediodía cale ya con sus rayos de sol que en esta región arden un poco más en la piel. No hubo desayunos nutritivos. Los que apetecieron, tomaron pan al estilo chapata, con jamón.
Las segundas "Mañanitas" las interpretará un conjunto de mariachis. Ellos sellarán el acto público, transmitido con algunos problemas técnicos por la Presidencia de la República. El pastel será tricolor, en rectángulo. A la blanca superficie, como de nieve, la coronará el 47. Así terminará la fiesta del Presidente.
LA POLÍTICA DE SALUD
En realidad, el hospital de Villa del Carbón tiene rostro y cuerpo modernos. En el recorrido que hicieron el Presidente Enrique Peña Nieto, su esposa, Angélica Rivera, el Gobernador del Rstado de México, Eruviel Ávila, y la Secretaria de Salud, Mercedes Juan López, entre otros invitados, escucharon de un altavoz que el nosocomio cuenta con: seis consultorios de consulta externa, laboratorios con tres áreas (hematología y bioquímica, bacteriología y hemoderivados); además de un equipo de rayos X fijo.
Luego, la voz-guía dice que hay una unidad hospitalaria de tres secciones, para varones, mujeres y niños. Menciona que habrá un equipo de alta tecnología que permitirá la comunicación del paciente con los médicos y enfermeras.
Y cuando esa voz dice que el paciente podrá hacer videollamadas, y ver películas y videos de entretenimiento, una voz entre los asistentes, completa:
-¡Ah, chihuahua!
En los discursos, será el Gobernador, Eruviel Ávila, quien mencione lo de las películas a través de un iPad. Le parece importante que el paciente no caiga en el aburrimiento. “Los que hemos estado hospitalizados lo sabemos”, dirá.
Luego, hablará de la Diabetes. De su prevención. Pondrá el foco en el ejemplo del Presidente Peña Nieto, que hace ejercicio. Que ya lo demostró con una condición incomparable el pasado sábado 13 de julio cuando por primera vez corrió un maratón en la ciudad de México. Esa es una manera de prevenir, dirá.
El discurso de Enrique Peña Nieto se dirigirá por unos instantes a la política de Salud: anunciará la inversión de 10 mil millones de pesos en cumplimiento de 26 promesas que hizo en ese ámbito desde la campaña. Para este año, la inversión será superior a 6 mil 200 millones de pesos, un 35% más que el año anterior.
No dejará de lado a la reforma hacendaria, una de las enmiendas pendientes que se propone su gobierno bajo el Pacto por México. Esa iniciativa contiene una propuesta de seguro social universal.
El Presidente le dirá a la Nación que en materia de salud, la especialización del personal y la cobertura universal son los retos porque México se enfrenta a enfermedades no transmisibles.
Y Mercedes Juan López, la Secretaria de Estado con menos apariciones públicas hasta el momento, dirá que en la construcción y equipamiento del Hospital de Villa del Carbón se invirtieron 124 millones de pesos, tanto en recursos federales como estatales.
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El Presidente Enrique Peña Nieto celebró ayer su cumpleaños número 47, en su tierra, el estado de México. Escogió el estilo más desenfadado, entre los que se permite mostrar en público: chamarra café –casi caqui- con solapas en oscuro, contrastante con una camisa clara, sin corbata. Su trabajo, desempeño, presencia, todo lo que Peña Nieto representa, fueron reconocidos con amplitud.