Por Jorge Mederos
Chicago (EE.UU.), 12 jul (EFE).- La Universidad Loyola, la primera de EE.UU. en aceptar estudiantes indocumentados en su escuela de medicina de Maywood (Illinois), recibirá apoyo estatal para financiar las matrículas y de empresarios hispanos que recaudan fondos privados para las primeras becas, se informó hoy.
«El sueño no es solamente ingresar a una escuela de medicina, sino graduarse», dijo a Efe Carlos X. Montoya, miembro del comité ejecutivo de la universidad y presidente del Banco AztecAmerica.
Los llamados «soñadores» interesados en cursar pediatría y medicina interna serán beneficiados por la nueva política de la universidad jesuita, que dispensa a los indocumentados el requisito legal de residencia y los ayuda a conseguir préstamos privados para pagar la matrícula y otros gastos.
Sin embargo, los costos calculados en 200.000 dólares para un programa de tres años pueden resultar prohibitivos para quienes no pueden recibir ayuda federal al carecer de papeles.
«Son estudiantes extraordinarios que necesitan de toda ayuda posible», expresó Montoya, quien propuso y logró que la junta directiva universitaria iguale los montos que aporten iniciativas privadas al fondo de becas.
Entre ellas el noveno torneo anual de golf que será organizado el próximo lunes en el suburbio de Orland Park por Amigos Foods, una empresa distribuidora de carne a mayoristas que preside Max Hurtado y que este año confía en recaudar por lo menos 100.000 dólares.
«Esta es una causa personal para mí, porque perdí a mi madre por AML (una enfermedad incurable que degenera las células nerviosas del cerebro y de la espina dorsal) y confío en que alguno de esos estudiantes se especialice y quiera investigar y mejorar su tratamiento», señaló Hurtado en una entrevista con Efe.
Según el empresario, hay muchos latinos que sufren lo que también se conoce como enfermedad de Lou Gehrig, pero «lo ignoran hasta que son diagnosticados».
La Escuela Stritch de Medicina de la Universidad Loyola recibe anualmente unas 10.000 solicitudes de inscripción para un número limitado de vacantes, y en los últimos seis meses hubo cientos de indocumentados que pidieron información, explicó el director del Instituto Neiswanger de Bioética y Políticas de Salud, Mark Kuczewski.
Se aceptarán inscripciones hasta el 15 de octubre para los cursos que comenzarán en julio de 2014, estimándose que serán seleccionados entre 10 y 12 jóvenes que representarán «a lo mejor de los soñadores», agregó.
La doctora Linda Brubaker, rectora de la escuela, señaló que la inclusión de los indocumentados es una respuesta a la acción diferida aprobada por el presidente de EE.UU., Barack Obama, en junio de 2012, que otorga residencia provisional y permiso de trabajo a jóvenes que viven en el país desde niños.
«Ellos son como cualquier otro estudiante con la ventaja de estar mejor equipados para servir a nuestra población multicultural. Sería una injusticia rechazarlos», expresó.
Brubaker señaló que entre los candidatos interesados hay estudiantes con «credenciales académicas destacadas y antecedentes culturales muy ricos».
Los futuros doctores podrían tener problemas en el futuro fuera de Illinois, donde no es necesario tener residencia legal para ejercer la medicina, pero sí es un requisito en otros estados para recibir la licencia de médico.
Loyola podrá contar además con ayuda de la Autoridad Financiera de Illinois (IFA), cuya junta directiva aprobó esta semana una medida que permitirá a los estudiantes indocumentados obtener préstamos para asistir a escuelas de medicina y odontología en el estado con la condición de que trabajen después de graduados en áreas menos favorecidas.
El presidente de IFA, Chris Meinster, manifestó que hay «jóvenes inteligentes, trabajadores y motivados quieren estudiar medicina pero no tienen ayuda financiera por circunstancias que están fuera de su control».
La agencia prestará fondos a escuelas como Loyola, que a su vez los trasferirán a los estudiantes. EFE