Ciudad de México, 8 de julio (Sin embargo).- Los gestos desde el banco mexicano son de incredulidad mientras en la grada se disfruta igual de la fiesta con el pretexto de un partido de futbol. En el debut del Tri en la Copa Oro 2013, el equipo de José Manuel "Chepo" de la Torre sigue con la irregularidad de los últimos meses. Los jugadores son distintos, el parado táctico es otro, pero las lamentaciones continúan desde la eliminatoria pasando por una Confederaciones para el olvido. El supuesto gigante de la zona no tiene ni pies ni cabeza.
La Confederación de Futbol de Norte, Centroamérica y el Caribe (CONCACAF) organiza su torneo regional con una duración de casi un mes, como un Mundial. Un torneo incómodo que a nadie le hace gracia. En tiempos de clasificación al Mundial, la Copa Oro se plantea recorrer gran parte de los Estados Unidos, con una visible prioridad económica más que lo deportivo. Lo que pintaba a principios de año como un verano prometedor, se ha convertido en la pesadilla de un entrenador que supo darle un juego que producía victorias al por mayor. El Tri ha olvidado lo aprendido, el cuerpo técnico se ha envuelto en una serie de pretextos de frases cortas ante la adversidad.
Tras la medalla dorada de Londres, el entorno de la selección se llenó de comerciales nuevos y hasta un documental especial. La ilusión de otra generación que por fin nos diera ese paso que hace falta para competirle de tú a tú a las grandes potencias, se terminó sepultando en un paupérrimo estilo de juego que tiene a la improvisación como principal argumento cuando se está en Cancha. Hoy Panamá fue mejor con muy poco. El equipo del canal entendió bien las circunstancias del pobre presente mexicano e intento con éxito tocar la pelota rápido ante una selección alterna que en su camino de preparación para este torneo, dejó severas preocupaciones.
Antes de los cinco minutos, México perdía 0-1 por un penal infantil de Raúl Jiménez. Con el resultado adverso, la estrategia de poner un equipo nuevo, sin la presión de la selección "A", claudicó. Los fantasmas regresaron de Brasil y se postraron sobre la cancha del Rose Bowl de Pasadena, California. La pelota no circuló del lado mexicano, a pesar de que Marco Fabián logró empatar antes del final del primer tiempo. El Tri tenía un empate que no merecía. Esta vez, raro por su personalidad tan caprichosa, el futbol fue justo con la realidad. Panamá empató al inicio de la segunda mitad, y de ahí todo se nubló.
Esperanzados en los pies de Marco Fabián, el "10" dormido del Guadalajara mostró enjundia y entrega pero no mucho futbol. Fue el mejor de la cancha, pero no alcanzó frente a un rival que tenía jugadores habitualmente suplentes. En duelo de selecciones alternas, la mexicana dio mucha pena. La preocupación por la falta de resultados es casi igual a la provocada por la incapacidad para jugar como una selección que se dice competitiva a nivel mundial. La Copa Oro, esa zona de confort tradicional, le dio la espalda al actual campeón. La pelota sigue exigiendo un mínimo de talento grupal para retribuir con goles y espectáculo.
La FIFA colocó a México en el lugar 20 del ranking mundial tras el final de la Copa Confederaciones. Un halago poco merecido si se analizara la forma tan bizarra de competir. Este equipo sin idea, hoy perdió la credibilidad que un nuevo torneo te da. El empezar de cero, las nuevas caras y un compromiso renovado se fueron al olvido. La selección mexicana carece de liderazgo alternativo. No hay un jugador que despierte nuevas sensaciones. En el banco, todo sigue igual. Los malos gestos y las groserías pronunciadas, son el pan de 90 minutos. Al final del partido, el abucheo de 75,000 personas retumbó. Chepo de la Torre, caminando hacia los vestidores, fue bañado en cerveza. Un aficionado le increpaba a lo lejos, el que en 2012 era un estandarte, hoy es el enemigo público número uno.
MÉXICO 1- 2 PANAMÁ
México: Orozco; I. Jiménez, Huiqui, Pereira (Valenzuela), Aldrete; Henriquez, Castro (Peña), Velarde (Brizuela); R. Jiménez, M.Fabian y Márquez Lugo.
Panamá: Penedo, Parris, Rodríguez, R. Torres, Gómez, Sánches, G. Torres, Waterman (Blackburn), Quintero, Godoy y Chen.