Djokovic frente a del Potro: La semifinal de Wimbledon entre dolor físico y fortaleza mental

04/07/2013 - 12:00 am

Foto Efe
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Ciudad de México, 4 de julio (SinEmbargo).- Un vendaje arropa a su rodilla izquierda con apenas un orificio como para que pueda respirar. Tendido en el césped de Wimbledon, con brazos y piernas abiertas, Juan Martin del Potro permanecía con los ojos cerrados sin querer ver el cielo, mientras se ocupaba del dolor interno que parte desde su rótula; al mismo tiempo la grada no paraba de aplaudir la proeza que acaba de protagonizar el tenista con el español David Ferrer .

El “Gigante” argentino pasó a semifinales del Grand Slam más antiguo del mundo por primera vez en su carrera. A del Potro le bastó entender que retomando el arma principal de todo su catálogo, le alcanzaría para no forzar la lesión provocada por una fuerte caida que conforme avanzaba el partido parecía agravarse más, y ganar un partido bravo frente a un español que pasa por el momento de su carrera. Era un partido de tenis para el resto del mundo, para los atletas inmiscuidos, era más bien una prueba de aguerrida fortaleza mental. Lo que la rodilla era para del Potro, para Ferrer era su tobillo.

El dolor fue el verdadero protagonista de este duelo que tenía de pretexto al tenis para dar una muestra más de la resistencia y el amor propio que hay siempre en el deporte. Juan Martin pudo acoplarse mucho más rápido, de mejor manera a las circunstancias. Esas que puso su poderoso “martillo” en el saque mientras Ferrer, un aguerrido jugador defensivo, no encontraba la forma de sacarse esos misiles que le hicieron el mismo daño que su tobillo. Sin capacidad alguna de soporte sólido, el español tuvo un día largo.

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A Del Potro le bastaron tres sets para acceder al preámbulo de la gloria británica. Una estadística fría que no se equipara con lo dicho tras el partido. “Hubo momentos en que pensé en retirarme, tenía mucho dolor, hasta que el doctor me dio unas píldoras. Fue muy duro, él es un gran jugador. Estoy feliz”, declaró el agotado argentino que realizó junto a Ferrer un concierto de gesticulaciones dolorosas mientras se definía el semifinalista.

Ahogado en llanto se fue Del Potro, lágrimas entre mezcladas de alegría y dolor que llenan su cara mientras su cabeza ya piensa en Novak Djokovic. El serbio será el rival de este viernes para definir un finalista que estará en la cancha central del All England club. Nole tuvo que verse frente al checo Tomáš Berdych quien le plantó una fuerte resistencia sobre todo en el primer set. Al final, la lógica planteada desde el ranking se impuso. El serbio llega a su semifinal 13 consecutiva en Grand Slams. “Estoy jugando el mejor tenis de mi carrera”, sentenció al final Djokovic, que ya supo ganar en este césped mítico en 2011.

“Tienes que jugar un altísimo nivel y tener un poco de suerte si quieres tener alguna chance de ganarle”, declaró Berdych como resumen de lo vivido. El mensaje ha llegado a del Potro que cuida su rodilla para el viernes. La semifinal de Wimbledon tiene a dos jugadores distintos. Uno con un saque potente que se planta con la ilusión de trascender en un torneo grande por primera vez en su carrera. El serbio, un completo jugador que compite como pocos, tiene la posibilidad de adentrarse a un más en los libros sagrados de este deportes. La disputa pondrá de pie a los aficionados, como lo hicieron en semifinales, con dolor, risa y llanto.  

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