Ciudad de México, 3 de julio (SinEmbargo).- En la región vasca, el futbol tiene aires distintos. Fieles a una tradición histórica, los aficionados al deporte más popular del mundo son tan orgullosos de sus colores como de lenguaje propio lejano al entendimiento del español. Un club rojiblanco de grandes vuelos representa con orgullo todo el sentimentalismo nacional que el país Vasco genera. El Athletic club de Bilbao, es para muchos, uno de los equipos más especiales que existen en el planeta.
En los últimos años, un delantero espigado fue el hombre gol de ese equipo al que se acopló como una pieza de engranaje perfecta. El futbol del Bilbao pasaba por ese hombre referente donde se culminaba todo el armamento dispuesto para que el gol cayera de la cabeza o los píes de Fernando Llorente. El jugador nacido en Pamplona, cumple el requisito de ser oriundo de la zona. Parte de la tradición rojiblanca es que no puede haber jugador en el plantel de distintos lares al de la región.
Uno de los equipos mas coperos en el futbol español, convive con estas particularidades ideológicas que tiene el país vasco como Cataluña misma. Las dos zonas con aires independentistas, tienen dos organizaciones representativas españolas que brillan por su capacidad dentro de una cancha. No es fácil ponerse la camiseta del FC Barcelona ni del Bilbao. El Barça es un club catalán global. Así lo han definido muchas veces sus dirigentes. El equipo blaugrana es la principal imagen de la catalanidad. El Athletic Club mucho más casero, empieza a asomarse a Europa.
Marcelo Bielsa llegó a Bilbao ávido de conocer lo que tantos le habían contado. El técnico argentino hizo lo mismo que cuando llegó a Chile para dirigir a la selección andina o a la argentina. De inmediato se empapó de la cultura de aquella región ganándose a la gente dentro y fuera del club. El Athletic de Bielsa rompió con las expectativas cuando disputó la Europa league durante 2011. El juego mostrado fue esperanzador y digno de la garra que durante tantos años representó a esta institución.
Llorente se convirtió en una figura continental. Su buen rostro desmayaba mujeres en los entrenamientos mientras el ariete no se cansaba de hacer goles trascendentes. El “9” Vasco comenzó a llamar la atención de los poderosos de Europa. Mientras el buen recorrido continuaba, las especulaciones comenzaron a llenarle la cabeza al delantero con la posibilidad de irse a un mejor lugar. Mientras, San Mames, el mítico estadio del Bilbao, conocido como “La Catedral”, disfrutaba como nunca, de su equipo.
Al final, como le ha pasado siempre al romántico juego de Bielsa, el Athletic no ganó ni la Copa del Rey ni la Europa League. En mera ilusión quedó el rendimiento del equipo rojiblanco. A la temporada siguiente, varios jugadores fueron buscados por equipos de palmarés importante que buscaban reforzar sus líneas con el juvenil talento de la escuadra vasca. El principal fue Llorente.Fernando explotó cuando notó las dificultades que su directiva ponía para dejarlo ir. Tuvo que quedarse. A mitad de la temporada, la Juventus de Turín, anunció el fichaje del delantero para el 2013.
Llorente tuvo que pasar un año enteró de suplencia y de momentos intrascendentes como castigo para tanto reclamo y polémica. Este 2013, el Athletic club de Bilbao comenzará una nueva campaña sin Marcelo Bielsa, quien no fue renovado. También lo hará en una nueva cancha tras el adiós de San Mames que, a sus 100 años, ha sido jubilado. La desmantelada se completa con su ariete. La revolución en Bilbao será dura, uno de los mejores delanteros que ha pasado por sus filas se ha ido. El eficiente artillero volvió a sonreír ayer en Italia. La Juve le dio el dorsal 14 para que posara frente a las cámaras con alegría en su rostro, la que muchos pensaron que había olvidado.
