El Cairo, 27 jun (dpa) – En varias provincias de Egipto se produjeron en la noche del miércoles fuertes enfrentamientos entre partidarios y detractores de los Hermanos Musulmanes, que dejaron 298 heridos y un muerto en la ciudad de Al Mansura, informó hoy el Ministerio de Sanidad.
En la provincia de Al Sharkiya fue incendiado un edificio de los Hermanos Musulmanes, la organización de la que partió el presidente Mohamed Mursi, informaron medios locales citando a testigos. En Al Mansura un periodista fue secuestrado durante una manifestación y después hallado inconsciente, informaron medios locales. Los compañeros de Mohamed Haisa Basid informaron que los islamistas lo torturaron con electroshocks.
Las fuerzas de seguridad creen que habrá más incidentes en los próximos días, cuando se cumple el primer aniversario del gobierno de Mursi.
El domingo, día en que juró el cargo hace un año, la oposición ha convocado protestas en todo el país para exigir la renuncia de Mursi y nuevas elecciones.
En un discurso de más de dos horas pronunciado el miércoles ante sus seguidores, el presidente rechazó el adelanto de las elecciones y las críticas y calificó al movimiento de protesta como un grupo de saboteadores que con sus constantes marchas impide el crecimiento económico del país.
La oposición asegura haber reunido más de 20 millones de firmas contra Mursi y se ha mostrado dispuesta a manifestarse todo el tiempo que sea preciso hasta que Mursi renuncie, al igual que hizo Mubarak en febrero de 2011.
Mursi acusó en su discurso a los opositores de aliarse con funcionarios del antiguo régimen de Hosni Mubarak que supuestamente pagan a bandas violentas para atacar a la policía y sembrar el caos.
El partido conservador islámico Egipto Fuerte dijo que Mursi utilizó el mismo vocabulario que el ex presidente Mubarak. Como su predecesor, ahora también Mursi está «apartado de la realidad». El movimiento juvenil 6 de Abril criticó que pese a que el presidente mencionó las numerosas protestas de los últimos meses, lo hizo «sin ofrecer soluciones a los problemas de las personas».
Otros analistas criticaron la escenificación del discurso, continuamente interrumpido por «gritos de alabanza espontáneos de ciudadanos». Éstos estaban en la sala en la que se encontraban casi exclusivamente miembros masculinos de partidos islamistas.
Mursi anuncio que los ministros y gobernadores despedirán en los próximos días «a todos los funcionarios responsables de la crisis que sufren los ciudadanos», algo considerado por los analistas como una excusa para poner a más Hermanos Musulmanes en puestos de responsabilidad del gobierno.
Muchos egipcios están insatisfechos con el gobierno por el aumento del desempleo y la delincuencia. Además falta combustible, aumentan los precios de los alimentos y el suministro eléctrico es deficiente. Mursi lo atribuye al legado del anterior régimen y a la actuación de la oposición.