EPN y Obama dan giro a la relación bilateral: la seguridad ya no es prioridad, como lo fue con Felipe Calderón

03/05/2013 - 12:00 am
Foto Equipo De Peña Nieto
Foto: Equipo de Peña Nieto

Ciudad de México, 3 de mayo (SinEmbargo).-Una agenda multitemática que privilegiará los asuntos de seguridad y comercio fue el eje de los acuerdos del encuentro de ayer entre el Presidente Enrique Peña Nieto y su homólogo estadounidense, Barack Obama, en México.

Los mandatarios se reunieron durante poco más de una hora en un despacho de Palacio Nacional. Once miembros de cada gabinete acudieron a la reunión de trabajo. Después, en el mismo recinto, ofrecieron una conferencia de prensa en la que sólo se permitieron cuatro preguntas.

En una declaración entregada a los periodistas antes del arribo de los mandatarios,  los gobiernos de México y Estados Unidos dieron a conocer que acordaron el reforzamiento de la integración económica de los dos países cuyo flujo comercial significa 500 mil millones de dólares al año, a través de un grupo de diálogo con miembros de primer nivel de los dos gabinetes.

Aunque el tema de la seguridad fue expuesto con brevedad, los mandatarios informaron con firmeza que la nueva estrategia de sus gobiernos está enfocada a diminuir la violencia. “Combatir el crimen organizado bajo toda modalidad, y reducir la violencia no son objetivos que se contrapongan”, dijo el Presidente mexicano. Sobre el mismo asunto, Barack Obama, el mandatario estadounidense, expuso que su gobierno apoya combatir la violencia mediante la reducción de la demanda de drogas ilegales en su país, así como el flujo de armas hacia el sur.

“Reconocemos que tenemos obligaciones con respecto a los armamentos, a las armas que a veces se envían al sur y contribuyen a la violencia aquí, en México. Pero, francamente, lo que más me conmueve son las víctimas de la violencia, no solamente en México, sino también en los Estados Unidos, como las de Boston”, exclamó.

Pero, en cuanto a México, Obama acotó: “Acordé seguir con nuestra estrecha cooperación sobre la seguridad. Si bien va a seguir evolucionando esa cooperación, como le dije al Presidente, será decisión del pueblo mexicano decidir cuáles serán sus estructuras de seguridad y cómo entablarlas con otros países, como los Estados Unidos”.

GABINETES

Fue el Presidente mexicano quien hizo el anuncio de la formación de un equipo de trabajo entre miembros de ambos gobiernos. “En otoño se realizará una reunión de gabinetes de alto nivel de México y Estados Unidos para analizar una mayor integración económica”, explicó.

Y abundó que este encuentro se reflejará en una frontera segura que beneficie el tránsito tanto de personas, como de bienes. A través de este grupo binacional se facilitará el desarrollo de pequeñas y medianas empresas.

EL COMERCIO

Cuando inició su discurso, Peña Nieto resumió los acuerdos: “Hacer de la región de Norteamérica una más productiva, una más competitiva, que realmente permita detonar el enorme potencial que tienen nuestros pueblos, que tienen nuestras naciones, y lo mucho que podemos impulsar y proyectar a partir de nuestra relación bilateral”.

Obama reafirmó ese dicho y entonces, concentró gran parte de su discurso en la relación comercial. Somos el cliente más importante de México. Compramos la mayoría de sus exportaciones, y México es el segundo mercado para las exportaciones estadounidenses. Así que, todos los días, nuestras empresas, nuestros trabajadores con sus cadenas, están comprando y construyendo productos juntos. Y podemos seguir construyendo con base en ello”.

Enrique Peña Nieto habría mencionado el Tratado de Libre Comercio con América del Norte. Y brindaría datos: “Baste señalar que las exportaciones que Estados Unidos hace a sus principales socios comerciales, México y Canadá, representa una tercera parte; uno de tres productos que son exportados desde Estados Unidos”.

Peña Nieto recordó que la relación de Estados Unidos con México es mayor a la que en su conjunto tiene con países europeos como Inglaterra, Francia y Los Países Bajos. Incluso mencionó que es mayor a la de China y Japón.

“La integración de nuestras economías en los últimos años es de la mayor relevancia, y el contenido de las exportaciones que México hace, tiene un importante contenido de insumos norteamericanos: 40 por ciento”, expuso con énfasis.

Luego habló que este panorama permite generar empleos tanto en México como en Estados Unidos.

En el estrado, mientras el Presidente de Estados Unidos permanecía a su derecha, Peña Nieto evocó la reunión de John F. Kennedy y Adolfo López Mateos. En aquella reunión se dijo: “No permitiremos que nadie separe lo que la Naturaleza ha unido”. La frase, la repitió Enrique Peña Nieto para concluir su intervención de apertura.

OBAMA

A su homólogo mexicano, Barack Obama lo llamó varias veces por su nombre, sin apellidos, “Enrique”. Lo reconoció como un líder “audaz” dada la cascada de reformas estructurales logradas en poco tiempo.

“Quiero felicitar al Presidente y al pueblo mexicano por sus ambiciosas reformas para que su economía sea más competitiva, para que sus instituciones sean más efectivas, y sé que es difícil, pero también es necesario”.

Por estas reformas es que Obama consideró que hay futuro para el comercio entre ambas naciones. “Al tratar de ser más competitivo, México tiene un socio firme en Estados Unidos, porque nuestro éxito será compartido. Cuando uno prospera, lo hace el otro”.

Barack Obama invitó a la población mexicana a tomar la oportunidad de estudiar en Estados Unidos. “Así como Enrique estudió en nuestro país, queremos que más mexicanos vengan a Estados Unidos”.

Dijo: “Vamos a centrarnos en la ciencia, la tecnología, la ingeniería, las matemáticas, para ayudar a nuestros jóvenes, incluso a nuestras hijas a tener éxito en esta economía global”.

¿ADIÓS, ADIÓS A LA ENCHILADA?

En la sesión de preguntas y respuestas, el Presidente de Estados Unidos tuvo que responder sobre dos asuntos de política interna: la inversión de su país en la ayuda humanitaria en Siria y la pastilla “del día después”, aprobada por The Food and Drugs Administration (FDA) sólo para mujeres mayores de 15 años.

En esta lista de preguntas surgió también qué ocurre sobre la Reforma Migratoria, presentada por el Senador republicano Marco Rubio, y que se basa en la regularización de inmigrantes profesionales y trabajadores temporales; sobre todo los agrícolas, pero a la vez en un resguardo de la frontera. Al abrir sus discursos, ninguno de los mandatarios se había referido a este proyecto.

“Me siento optimista –respondió Obama- porque es lo correcto. Este es el momento. No contiene todo lo que quiero. Pero ya es posible lograr un marco básico”.

El Presidente mexicano intervino para decir: “Sobre ese tema solamente quisiera señalar que el Gobierno de México reconoce los esfuerzos que bajo el liderazgo del Presidente Obama ha realizado su Gobierno, el Congreso norteamericano, para eventualmente lograr una Reforma Migratoria”.

Aclaró que “México entiende que es un tema de política interna de los Estados Unidos y (que) deseamos tenga éxito”. Peña Nieto fue muy claro: “Es cuanto tuviera que decir sobre esta reforma”.

AFUERA DE PALACIO

No fue una manifestación multitudinaria como la que enmarcó la visita de William Clinton en 1997. Pero la voz de la dirigente del movimiento Bracero de Zacatecas, Martha González, bastó para causar el enojo de algunos miembros del Estado Mayor Presidencial.

“Este morenito viene nomás a ver qué ch… México”, exclamaba ante los reporteros que abandonaban el Palacio Nacional. “Soy migrante. Pasé por Piedras Negras. He lavado baños, casas, restaurantes; manejé una grúa por Colorado… Y yo pensé que este Presidente iba a cambiar. Logró colocarse en la Casa Blanca con el voto de los hispanos. Y para los hispanos, ¡Nada!” –gritaba.

“¡Que logre la ley (migratoria) está en chino, japonés y en negro!” exclamó cuando la última valla verde, que desde las siete de la mañana sirvió de cerco en el Zócalo capitalino, fue retirada.

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