México, 8 Mar. (Notimex).- La violencia en el lugar de trabajo reviste diversas formas y las mujeres suelen ser especialmente vulnerables a ella, sobre todo en la economía informal, afirmó Guy Ryder, director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En su mensaje con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer, sostuvo que la violencia no debe ser tolerada, ya que vulnera los derechos humanos más fundamentales.
La violencia en el lugar de trabajo, incluido el acoso sexual, también representa un obstáculo para que las mujeres disfruten de igualdad de oportunidades, acceso y trato en el mercado de trabajo, afirmó.
Dijo que el mandato de la OIT relativo al trabajo decente le obliga a actuar contra la violencia en el trabajo y a fomentar entornos de trabajo basados en el respeto y en la igualdad de género.
«La violencia de género está en clara contradicción con el significado del trabajo decente, esto es, el empleo pleno y productivo para las mujeres y los hombres en condiciones de libertad, igualdad, seguridad y dignidad humana», refirió.
En este contexto, Guy Ryder sostuvo que el mundo del trabajo es el contexto idóneo para aplicar medidas preventivas y correctivas.
Desde hace tiempo, la OIT se ha comprometido a tomar medidas prácticas contra la violencia de género en el lugar de trabajo, tanto a nivel de políticas como de programas, puntualizó.
El director de la OIT enfatizó que se han desarrollado herramientas y guías con un fuerte enfoque sectorial dirigidas a ámbitos en los que la fuerza de trabajo está muy feminizada, como los sectores de la salud y servicios.
Además, dijo, medidas en apoyo del empoderamiento de las mujeres ya sea a través del desarrollo de empresas y de aptitudes para la gestión, y el acceso al ahorro y al crédito como también a través de su organización, las hace menos vulnerables a la violencia.
Destacó que en la Conferencia Internacional del Trabajo de 2009, los delegados tripartitos pidieron a los Estados Miembros que elaboraran políticas, programas, legislación y otras medidas destinadas a luchar contra la violencia de género.
Refirió que en diversas normas internacionales del trabajo incluido el Convenio sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos, que cubre un sector particularmente vulnerable y en el que predominan las mujeres trabajadoras se exige a los
Estados que las han ratificado, a los sindicatos y a las organizaciones de empleadores que adopten medidas contra toda forma de abuso, acoso y violencia en el trabajo.
«Entre las distintas formas que se manifiesta la discriminación sexual globalmente, la violencia de género es particularmente deshumanizante, generalizada y degradante», apuntó.
Sostuvo que ha llegado el momento de tomar cartas, aunar fuerzas y actuar con determinación para evitar que se tolere, se trivialice o se oculte cualquier comportamiento discriminatorio injusto, como el acoso sexual y el hostigamiento en el trabajo.
«Un mundo decente con justicia social defiende la igualdad entre mujeres y hombres, niñas y niños, y garantiza a todas las mujeres y niñas que nunca se tolerará la violencia de género, ya sea en el hogar, en la escuela o en el lugar de trabajo», concluyó.