Chicago, 29 Ene (Notimex).- En los últimos 30 años la prevalencia de la obesidad infantil ha aumentado dramáticamente en América del Norte, marcando el inicio de varios problemas de salud en los niños, entre ellos la diabetes tipo 2 que antes sólo afectaba a los adultos.
Para ayudar a los médicos en la atención a esta población juvenil, la Academia Estadunidense de Pediatría (AAP) publicó una serie de guías de recomendaciones basadas en evidencias sobre el manejo de la Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2) en menores de 10 a 18 años.
En la elaboración de esas directrices, las primeras de su tipo para este grupo de edad, participaron la Asociación Estadunidense de Diabetes, la Sociedad de Endocrinología Pediátrica, la Academia Estadunidense de Médicos de Familia y la Academia de Nutrición y Dietética.
Incluyen además orientaciones para el control glucémico, aplicación de regímenes de insulina, así como dieta y actividad física.
La AAP sugiere, por ejemplo, iniciar el tratamiento con insulina en el momento del diagnóstico en los pacientes que son cetosis o cetoacidosis, con hiperglucemia marcada, o en los que la distinción entre el tipo 1 y la diabetes tipo 2 no está clara.
En todos los demás casos recomienda la metformina como tratamiento de primera línea, junto con un programa de modificación de estilo de vida, incluyendo la asesoría en nutrición y actividad física, pero en coordinación con la medicación y no como un enfoque inicial aislado.
En un informe técnico sobre las guías se indica que para su elaboración se recurrió a la revisión de 199 estudios y artículos médicos, de los cuales solo 58 fueron seleccionados, la investigación de una población de niños y adolescentes con un diagnóstico de Diabetes Mellitus tipo 2, así como de adultos menores de 35 años.
El reporte, que se publicó esta semana en la revista Pediatrics y fue coordinado por Shelley C. Springer, explica que en una búsqueda secundaria de material documentado se revisaron otros 336 análisis, seleccionando 26 de ellos sobre enfermedades coexistentes, que son las que acompañan o colaboran con la DM2.
Se constató que respecto a las recomendaciones de detección y tratamiento de estos males coexistentes, los datos en niños son escasos y la literatura disponible es contradictoria.
Por ello, las guías hacen recomendaciones terapéuticas para enfermedades como la hipertensión, dislipidemia, retinopatía, microalbuminuria y depresión, que acompañan a la Diabetes Mellitus tipo 2, a partir de documentos de orientación de expertos actuales.
Una de las guías, la de práctica clínica, supervisada por Kenneth C. Copeland, reconoce que la rápida aparición de la DM2 en la infancia plantea retos a muchos médicos que generalmente están mal equipados para tratar enfermedades del adulto encontradas en los niños.
«Algunos doctores de atención primaria no pueden tener confianza en su capacidad para atender con éxito la Diabetes 2 en los niños, debido a la edad del menor, enfermedades coexistentes y/u otras preocupaciones», señaló.
Precisó que en cualquier punto en el que un médico de atención primaria siente no estar entrenado adecuadamente o tiene dudas sobre el tratamiento, lo más conveniente es realizar la remisión a un subespecialista pediátrico y desarrollar con él una estrategia de co-manejo del caso.
La AAP advierte que las guías no sustituyen el juicio clínico o establecen un protocolo para la atención de los niños con DM2, y sus recomendaciones no pueden ofrecer el único enfoque apropiado para su tratamiento.
«Los médicos deben consultar a expertos capacitados en el cuidado de la enfermedad cuando las metas de la atención no se cumplen o la terapia con insulina inicia», indicó la AAP.