Nueva Delhi, 15 ene (EFE).- El tribunal de menores que instruye en Nueva Delhi el caso de uno de los seis acusados por la violación y posterior muerte de una joven que ha indignado a la India recibió hoy documentos escolares que certifican que el presunto agresor tiene 17 años.
Según los medios locales, el director y un ex director de la escuela donde el acusado estudió primaria explicaron que los documentos se basan en la declaración que hizo el padre al ingresar a su hijo en el centro educativo y no en un certificado de nacimiento, algo habitual en la India.
Tras esta comparecencia, la magistrada Geetanjali Goel fijó la siguiente audiencia del caso para el próximo 28 de enero, fecha en la que el tribunal deberá decidir si la edad de este presunto implicado es ésa u otra distinta.
Los otros cinco acusados por el crimen son mayores de edad y están siendo juzgados desde la pasada semana por un tribunal regular, que los ha imputado por violación y asesinato, un cargo este último que en la India puede ser castigado con la pena capital.
Personalidades políticas y secciones de la sociedad han presionado, no obstante, para que el menor, al que la policía considera el más violento del grupo, sea juzgado igual que el resto de los acusados, de ahí la insistencia en probar su edad.
El crimen fue cometido el pasado 16 de diciembre, cuando los acusados violaron y torturaron durante 40 minutos en un autobús de la capital india a la joven y a su novio.
Los presuntos agresores arrojaron luego a la pareja, sin ropa y herida, a la carretera, y la chica acabó falleciendo trece días después en un hospital de Singapur a causa de las heridas sufridas.
El caso ha desatado unas movilizaciones de protesta inusitadas en el país asiático, donde la prensa se hace eco cada día de nuevas y aberrantes violaciones que alimentan la indignación popular, como la que sucedió ayer en el estado costero de Goa.
Allí, una niña de siete años fue violada en el baño de su colegio por un agresor que permanece en paradero desconocido y hoy varios miles de personas se lanzaron a la calle para protestar por lo ocurrido. EFE