La Habana, 14 ene (EFE).- Cuba puso hoy en vigor una esperada reforma migratoria que deja atrás décadas de restricciones para viajar al extranjero y que la población acogió con una mezcla de esperanza e incredulidad ante las nuevas facilidades para salir de la isla.
«Esto es demasiado sencillo, aquí tiene que haber algo. Yo todavía no creo que sea así», dijo a Efe uno de los muchos habaneros que acudieron este lunes a oficinas de inmigración y extranjería para informarse de las novedades migratorias o para tramitar la obtención o prórrogas de pasaportes.
Y es que a partir de este lunes, los habitantes de la isla solo necesitarán presentar su pasaporte en regla, el visado que les exija el país de destino y un pasaje para tomar un avión y salir de la isla.
La reforma migratoria de Cuba es una de las medidas más populares de las emprendidas por el presidente Raúl Castro porque elimina restrictivos, engorrosos y costosos trámites como el denostado «permiso de salida» que debían conceder las autoridades para poder salir del país, o la conocida como «carta de invitación».
También se amplía de 11 a 24 meses el tiempo en que un cubano puede permanecer en el exterior por motivos particulares y se facilitan las entradas temporales de emigrados, incluso de algunos que según el Gobierno abandonaron «ilegalmente» el país.
En un ambiente de normalidad, este lunes se notó mayor afluencia de cubanos a las oficinas de inmigración y extranjería, donde están expuestos carteles y paneles informativos con las novedades y donde funcionarios dentro y fuera de los edificios asesoraban a ciudadanos sobre sus casos concretos.
También se exhibía el listado de situaciones que sí requieren autorización específica para viajar como quienes estén llamados a cumplir el servicio militar o los poseedores de armas de fuego que no hayan «depositado».
La reforma migratoria mantiene limitaciones para los viajes al exterior de cuadros directivos, profesionales de la salud o la educación y atletas que sean «vitales» para el país.
Una de las más madrugadoras en acudir a informarse e iniciar trámites para renovar su pasaporte fue la bloguera crítica Yoani Sánchez a la que, según asegura, el gobierno le ha denegado en 20 ocasiones el permiso de salida del país en los últimos cinco años.
«Calculo que en febrero tendré mi pasaporte y ya podré viajar. Cruzo los dedos. Cuando esté en el avión no lo creeré!», escribió hoy Sánchez en la red social Twitter tras ser informada de que puede recoger su pasaporte dentro de 15 días laborales.
Para obtener un pasaporte, los cubanos solo deben presentar su carné de identidad, excepto en el caso de los menores de edad, que deben ser autorizados por sus padres o representantes legales.
El Gobierno puede denegar pasaportes por razones de «interés público» o de «seguridad y defensa nacional», en lo que algunos ven -sobre todo sectores de la disidencia- como el nuevo «filtro» para limitar salidas al exterior.
Con la «actualización» migratoria se reducen en general los costos que requería el conjunto de antiguos trámites, pero se encarece el precio del pasaporte que pasa de 55 a 100 CUC (moneda fuerte sólo valida en Cuba equivalente al dólar).
Otra de las dificultades de los cubanos para viajar depende ahora de los países de destino, ya que los residentes en la isla necesitan visado para viajar a casi cualquier parte del mundo con la excepción de poco más de una decena de Estados.
Sin necesidad de visado los cubanos pueden ir a Antigua y Barbuda, Barbados, Bielorrusia, Eslovaquia, Granada, Hungría, Liechtenstein, Malasia, Rusia, San Cristóbal y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas y Ucrania, pero desde la isla no hay vuelos directos a la mayoría de estos países.
Cuba defiende que su reforma migratoria es un paso más «para lograr que los movimientos migratorios sean de forma legal, ordenada y segura, así como para fortalecer la relación con la emigración».
«Son medidas aprobadas por decisión soberana del Estado y no responden a presiones ni imposiciones de nadie», aseveró hoy en un editorial el diario Gramna, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC, único).
Según La Habana, Estados Unidos, donde residen el 85,7 por ciento de los cubanos emigrados, ha utilizado históricamente su política migratoria hacia la isla con fines de hostilidad, subversión y desestabilización y contra los intereses legítimos» del país. EFE