Los restos del exmandatario priista fueron desplazados desde la funeraria Lomas Memorial Santa Fe de la agencia Gayosso, en la Alcaldía Cuajimalpa de la capital mexicana, lugar donde se realizó la ceremonia fúnebre.
Ciudad de México, 10 de julio (SinEmbargo).- El cuerpo del expresidente Luis Echeverría Álvarez (1970-1976), quien falleció la noche del viernes a la edad de 100 años, fue trasladado hoy al Panteón Español, ubicado en la Alcaldía Miguel Hidalgo, Ciudad de México, para su cremación.
Los restos fueron desplazados desde la funeraria Lomas Memorial Santa Fe de la agencia Gayosso, en la Alcaldía Cuajimalpa de la capital mexicana, lugar donde se realizó la ceremonia fúnebre con la presencia de familiares y amigos del exmandatario.
Se espera que las cenizas de Luis Echeverría, cuyo cuerpo fue trasladado ayer desde Cuernavaca, Morelos, sean entregadas a sus familiares en el transcurso de la tarde de este domingo.
El año pasado, al cumplirse 53 años de la masacre de estudiantes en Tlatelolco, líderes del Movimiento del 68 exigieron reabrir el proceso judicial contra el expresidente Luis Echeverría, quien el pasado 17 de enero cumplió 100 años y se encontraba delicado de salud.
El expresidente dejó un legado oscuro marcado por la violencia de Estado, la represión y las desapariciones forzadas, según refieren analistas políticos.
Nacido el 17 de enero de 1922 en Ciudad de México, Echeverría es conocido por su rol en la llamada “Guerra Sucia”, donde perseguía a movimientos de izquierda y estudiantiles.
Echeverría, quien llegó al poder por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), afrontó juicios por genocidio por su papel en la masacre del 2 de octubre de 1968, cuando era Secretario de Gobernación del Presidente Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970) durante la matanza en Tlatelolco de más de 300 estudiantes, según cifras de organizaciones civiles, que protestaban contra el Gobierno.
Ya como mandatario se le responsabiliza del “halconazo” o la matanza del Jueves de Corpus del 10 de junio de 1971, cuando paramilitares organizados por el Gobierno, llamados “los halcones”, agredieron a estudiantes que se manifestaban y dejaron 17 muertos.