En enero del 2021 cerca de 800 personas irrumpieron en el Capitolio de Estados Unidos para impedir que se ratificara la victoria de Joe Biden. Estos actos de violencia dejaron cinco personas muertas y 140 agentes heridos. A pesar de que ha pasado más de un año de este asalto, un juicio penal contra Donald Trump sigue en busca de justicia.
Ciudad de México, 13 de julio (SinEmbargo).- “Me importa una mierda que tengan armas”. Fueron las palabras que replicó Donald Trump luego de haber sido notificado que varios de sus seguidores se dirigían al Capitolio en medio de la ratificación de la victoria de Joe Biden. El entonces Presidente estadounidense sabía que sus votantes estaban armados con cuchillos, aerosoles para osos, tubos de metal, taser y armas de fuego y aunque pudo prevenir lo ocurrido, no lo hizo.
La historia de un Trump furioso por su derrota en las votaciones de noviembre del 2020 ha vuelto a salir a la luz luego de que una comisión selecta de la Cámara de Representantes escuchara la versión de los hechos de Cassidy Hutchinson, exasistente de la Casa Blanca, quien aseguró que Trump apoyó en todo momento a una turba armada que marchaba hacia el Capitolio para impedir el nombramiento de Joe Biden como nuevo Presidente de EU y que además exigía a gritos que colgaran al exvicepresidente Mike Pence luego de que Trump lanzara un tuit en el que lo acusaba de traición por no objetar la victoria de Biden.
Lo sucedido en el capitolio ha adquirido relevancia en los últimos días a raíz de que se diera a conocer que el republicano tiene planes de anunciar su candidatura para un segundo mandato en los comicios presidenciales de 2024, en donde podría volver a encontrarse con el actual Presidente de Estados Unidos Joe Biden, quien enfrenta cuestionamientos entre los demócratas y una popularidad que apenas rebasa el 30 por ciento. Pero sobre todo con lo que tendrá que lidiar el republicano son los señalamientos por su presunta irresponsabilidad por los hechos suscitados el pasado 6 enero del 2021.
Ese día cerca de 800 personas irrumpieron en el Capitolio para impedir que se ratificara la victoria de Biden. Estos actos de violencia dejaron cinco personas muertas y 140 agentes heridos. A pesar de que ha pasado más de un año de este asalto, un juicio penal contra Donald Trump sigue en busca de justicia.
Cassidy Hutchinson testifies that she was told that as then-President Donald Trump was being driven back to the White House after the Jan. 6 rally that he demanded to be taken to the Capitol and tried to grab the steering wheel from a Secret Service agent. https://t.co/JefVhEsY0b pic.twitter.com/uUyQcnSlLG
— The Associated Press (@AP) June 28, 2022
Una encuesta del New York Times/Siena College develada el pasado 11 de julio dio a conocer que Joe Biden tampoco tendría el camino fácil para los siguientes comicios ya que dentro de su propio partido, el 64 por ciento de los votantes demócratas prefieren otro candidato. Los resultados dan cuenta cómo los votantes de todo el país han manifestado su desacuerdo con su liderazgo, pues tan sólo 13 por ciento dijo que EU estaba en el camino correcto.
“Entre sus compañeros demócratas, su índice de aprobación es del 70 por ciento, una cifra relativamente baja para un Presidente, especialmente de cara a las elecciones intermedias de 2022, cuando Biden necesita reunir a los demócratas en las urnas para mantener el control del Congreso”, apunta el reporte.
UN JUICIO PENAL BUSCA JUSTICIA POR VIOLENCIA EN EL CAPITOLIO
A más de un año de lo sucedido, Trump negó el testimonio de Hutchinson a través de sus redes sociales. Asimismo emitió un comunicado en el que de acuerdo con Michael S. Schmidt y Maggie Haberman, periodistas de The New York Times, ofrece en la mayoría de sus páginas explicaciones sobre porqué asegura que le hicieron trampa en las elecciones presidenciales del 2020.
The Associated Press explicó que la ley federal tipifica como delito incitar, organizar, alentar o promover una horda como la que irrumpió en el Capitolio.
En febrero del 2022, el Juez Amit Mehta rechazó los intentos de Trump por desestimar las demandas por conspiración presentadas por legisladores y dos policías, asegurando que el discurso del expresidente en el que llamó a sus seguidores a «luchar como el infierno para tratar de dar (a los republicanos débiles) orgullo y audacia que necesitan para recuperar nuestro país» fueron “palabras de incitación no protegidas por la Primera Enmienda”.
La primera enmienda de la Constitución de Estados Unidos está encargada de proteger los derechos a la libertad de religión y expresión sin interferencia del gobierno. “Solo en las circunstancias más extraordinarias podría un tribunal no reconocer que la Primera Enmienda protege el discurso de un presidente, pero el tribunal cree que este es ese caso” compartió el juez Amit Mehta.
A pesar de todo esto, fuentes cercanas a Trump citadas por CBS News aseguran que el expresidente estaría contemplando la posibilidad de anunciar su segunda candidatura a la Presidencia de Estados Unidos para los comicios de 2024.
Desde diciembre del 2020 el exmandatario advirtió que buscaría «una candidatura en cuatro años».
“Han sido cuatro años fabulosos, estamos intentando tener otros cuatro años. Si no es así, los veré en cuatro años”, expresó en un discurso durante una fiesta decembrina con miembros del Comité Nacional Republicano en el marco del final de su carrera presidencial.
Durante la séptima audiencia, realizada el día de ayer, el panel de la Cámara de Representantes reiteró que el tuit de Trump invitando a sus seguidores a “ponerse salvajes” cuando el Congreso certificó la victoria de Biden “sirvió como un llamado a la acción y, en algunos casos, como un llamado a las armas”.
El comité mostró un montaje de videos y publicaciones en las redes sociales después del tuit de expresidente de EU, en el que se veía cómo reaccionaron los simpatizantes y planearon viajes a Washington, algunos de ellos usando retórica violenta y hablando de matar policías.
Según AP, los clips incluían el testimonio de la abogada de Trump Sidney Powell, las máquinas de votación violadas y los termostatos pirateados que de alguna manera vinculó con las falsas afirmaciones de fraude.
Expertos legales aseguraron a AP que el testimonio de Cassidy es potencialmente problemático para Trump, ya que los fiscales federales investigan posibles irregularidades criminales. “Fue antipatriótico, antiestadounidense, y estaba viendo el edificio del Capitolio desfigurado por una mentira […] Todavía lucho por superar las emociones de eso”, testificó Hutchinson.
En tanto Mark J. Caruso y Michael Smith, abogados de Trump, también están siendo investigados por impugnar los resultados de las elecciones presidenciales de Nuevo México de 2020 semanas antes de la toma del Capitolio de Estados Unidos.
Nuevo México se encuentra entre los siete estados donde supuestos electores presentaron certificados falsos del Colegio Electoral que declararon a Trump como el verdadero ganador de las elecciones de 2020. La nueva denuncia apunta que ambos letrados pudieron haber alentado a los electores.
– Con información de AP