El mandatario federal acusó a los conservadores de buscar que los líderes religiosos del país se pongan en contra de su Gobierno, que aseguró, no está confrontado con ninguna iglesia.
Ciudad de México, 4 de julio (SinEmbargo).- El Presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que hay «mano negra» de los conservadores en las exigencias de la iglesia católica de revisar su estrategia de seguridad tras los asesinatos de los sacerdotes jesuitas en Chihuahua.
En su conferencia de prensa matutina, el mandatario federal acusó que la oposición, que no ha podido imponerse, quiere «echarle encima a las iglesias» con una campaña de desprestigio.
“Nuestros adversarios, como no han podido imponerse, ahora están queriendo que nosotros entremos a una polémica con las iglesias, no, hablando de lo mismo», expresó en el Palacio Nacional.
Con un mensaje de «amor y paz», aseguró que no se va a confrontar con ninguna iglesia y que su Gobierno tiene buenas relaciones con el Papa Francisco, pastores y ministros religiosos.
López Obrador explicó que una de las razones por las que se identifica con el Papa es por el respeto a Jesucristo, su dirigente social «más admirado» por su entrega a los desposeídos y encabezar un movimiento en favor de los pobres, «por eso los poderosos de su época, lo seguían, lo espiaban, lo llamaban ‘alborotador del pueblo’, ‘agitador del pueblo’ y lo crucificaron».
Por ello, destacó que su Gobierno es humanista, y que son las circunstancias las que llevan a algunos a tomar el camino a las conductas antisociales, por lo que es importante detener las causas que originan la violencia.
Asimismo, reafirmó que no cambiará la estrategia de seguridad porque está convencido de que «no se puede enfrentar la violencia con la violencia».
Ahora AMLO afirma que la oposición quiere generar un conflicto entre los religiosos y su gobierno…
Claro, no es la delincuencia, es la oposición ? pic.twitter.com/B51X4YLRE3
— Ruido en la Red (@RuidoEnLaRed) July 4, 2022
«Estamos convencidos de que la paz es fruto de la justicia, y estamos convencidos de que no se puede enfrentar el mal con el mal, y estamos convencidos de que fue un error declarar la guerra a la delincuencia en el Gobierno de [Felipe] Calderón”, reiteró el mandatario federal.
“Nosotros lo que estamos atendiendo son las causas de la violencia. No se hacía así. Era el predominio de las medidas coercitivas, del uso de la fuerza; eso era lo que se ponía por delante, y eso, regresando al Papa, es antireligioso”, aseveró.