Mexicanas y estadounidenses alertaron desde hace meses que el sector conservador de Estados Unidos buscaría a toda costa obstaculizar el derecho a interrumpir sus embarazos y ahora, con la eliminación del fallo Roe contra Wade que desde hace 49 años garantizaba ese derecho, por lo que ya trabajan juntas para apoyar a quienes quieran ejercer su derecho.
Ciudad de México, 3 de julio (SinEmbargo).– El trabajo de activistas mexicanas para acompañar a mujeres que deciden abortar ahora es un referente para las estadounidenses, quienes han tomado las calles para protestar por la eliminación del fallo Roe contra Wade, el cual desde hace 49 años garantizaba el derecho a interrumpir embarazos. Defensoras de derechos humanos en ambos países ya preveían las intenciones de grupos conservadores, por ello llevan meses planeando una estrategia binacional para responder.
El apoyo entre mujeres de ambas naciones no comenzó desde el 24 de junio, cuando con seis votos a favor y tres en contra el Tribunal Supremo norteamericano eliminó la sentencia Roe contra Wade, ellas llevan meses preparándose para un escenario como éste. Al menos desde septiembre de 2021, con la aprobación de una ley en Texas que impide la interrupción del embarazo a partir de las seis semanas de gestación, las estadounidenses buscaron apoyo de colectivas mexicanas para orientarlas sobre cómo operan sus redes de acompañamiento en estados donde el aborto aún se penaliza.
“La estrategia binacional se da entre colectivas mexicanas que están ubicadas sobre todo en el norte del país y personas que están en Estados Unidos (EU), actualmente va avanzando ya la conformación de una red transfronteriza para compartir cómo desde las colectivas se ha trabajado aquí en México con el acompañamiento del aborto autogestivo”, dijo en entrevista Alessa Rey, integrante de la colectiva Marea Verde Chihuahua.
Desde el año pasado, luego de la aprobación de la ley restrictiva en Texas, mujeres contactaron a la organización para recibir apoyo, por ello en enero de 2022 activistas de ambos países organizaron una reunión en Tamaulipas para escuchar cómo las mexicanas han respondido para garantizar el derecho al aborto en estados donde aún se criminaliza a quienes ejercen este derecho, para que conocieran las redes de acompañamiento y los protocolos que usan para abortar en casa con medicamentos y de manera segura.
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En México las mujeres llevan años creando redes para apoyar a quienes deciden abortar porque socialmente siguen siendo juzgadas. Hasta 2019 sólo la Ciudad de México había legalizado esta práctica, en los últimos años Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Hidalgo, Sinaloa, Baja California, Guerrero y Colima se han sumado a la despenalización. Además, en septiembre del año pasado una resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación prohibió criminalizar a quienes ejercen el derecho a decidir sobre sus cuerpos, pero aún son estigmatizadas cuando buscan ayuda con autoridades.
Pese a los obstáculos, los avances legales obtenidos hasta ahora son muestra de cómo ha crecido en México y otros países la llamada “Marea Verde“, como se le conoce al movimiento que surgió en Argentina y se extendió por América Latina para exigir interrupciones de embarazos legales, seguras y gratuitas.
María Antonieta Alcalde Castro, directora de la organización Ipas Centroamérica y México, explicó que a diferencia de EU, en México la respuesta de las mujeres se ha enfocado en crear redes de acompañantes más que depender de las clínicas, eso las convierte en un referente internacional de organización, al igual que otros países latinos.
Las activistas de la región, agregó, han demostrado que pese a no ser legal se puede abortar sin poner en riesgo la vida de las mujeres, por ejemplo con medicamentos como misoprostol y mifepristona, algo avalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Esta situación en Estados Unidos nos hace recopilar nuestros aprendizajes y hacer un comparativo con el movimiento estadounidense, que de alguna manera se mantuvo lejano del movimiento global y que hoy está buscando referentes fuera de EU. Una de las cosas que es evidente no sólo en México lo vemos con la ‘Marea Verde’, una movilización de base donde no necesitas ser parte de una organización grande, las mujeres, las jóvenes, las niñas, el personal de la salud, los abogados, abogadas, se organizan localmente para garantizar el derecho [a abortar] de las mujeres”, expuso Alcalde Castro.
De igual forma, alertó que la eliminación del fallo Roe contra Wade dejará en mayor vulnerabilidad a las mujeres con menos recursos.
“Desafortunadamente son las mujeres más privilegiadas, aquellas que pueden viajar, que pueden cruzar la frontera y comprar misoprostol en las farmacias de ciudades fronterizas, las que tendrán acceso a estos servicios. Las mujeres más vulnerables, muchas de nuestras hermanas latinas migrantes que están en los estados fronterizos, se verán altamente afectadas pues no tendrán la posibilidad de viajar a México y eso es lo que nos preocupa. Esa sería una de las afectaciones, sin duda el incremento de servicios y el apoyo que se brinde desde México”, expuso.
EL IMPACTO EN MÉXICO
A la par de esa organización binacional de mujeres, ahora, a días del fallo del Tribunal Supremo de EU, incrementó el número de peticiones a colectivas de México que acompañan a quienes abortan.
Las solicitudes seguirán aumentando, prevé la activista Alessa Rey, por lo que, además de ayudar a mujeres estadounidenses, considera importante seguir trabajando en la “despenalización social” del aborto para que quienes decidan practicarlo, ya sea en México o EU, no sean criminalizadas.
La defensora hizo énfasis en esto porque si bien la situación legal no es la misma en ambos países destacó la importancia de seguir vigilando que se cumplan las normas vigentes en México, pues en esta nación las mujeres siguen alertas para defender su derecho
“Estamos trabajando mucho en el tema de la despenalización social, buscar que el aborto sea visto como un proceso reproductivo más de la mujer. Sin embargo, por ejemplo aquí en Chihuahua hay un tema con el aborto por violación. [A Marea Verde] han llegado como tres menores de edad de 11 a 17 años a las que se les ha negado el aborto por violación porque tienen más de 12 semanas –esto aún cuando la Norma Oficial Mexicana 046 establece que cualquier niña o mujer embarazada víctima de violencia sexual puede recibir servicios médicos para abortar–. Jurídicamente hay herramientas para defenderlas, pero no tendrían que llegar a ello”, dijo Alessa Rey.
Por su parte, María Antonieta Alcalde destacó la importancia de la organización de mujeres porque, dijo, así como en EU los grupos conservadores también operan en México.
La eliminación de Roe contra Wade ha motivado manifestaciones en EU ya que desde 1973 sentó un precedente para dejar de criminalizar el aborto. El fallo fue la respuesta del Tribunal Supremo norteamericano al caso Jane Roe –alias legal de Norma McCorvey–, quien vivía en Texas y exigió detener su embarazo de manera segura y legal. La corte falló a su favor luego de concluir que el derecho constitucional a la privacidad “es tan amplio como para incluir la decisión de una mujer de interrumpir o no su embarazo”.
Pero fue este 24 de junio cuando seis jueces conservadores frente a tres aprobaron eliminarlo y con ello dieron libertad a que cada estado legisle sobre el tema como crean conveniente.
La decisión, impensable hace apenas unos años, fue la culminación de décadas de esfuerzos por parte de los opositores al aborto, que fueron posibles gracias a una derecha del tribunal que se vio fortificada por tres jueces designados del entonces Presidente Donald Trump.
Poco más de un mes antes fue filtrado un borrador de opinión del Juez Samuel Alito que indicaba que el tribunal estaba preparado para dar ese paso trascendental. Alito, en la opinión final difundida el viernes, escribió que los fallos Roe vs. Wade y Planned Parenthood vs. Casey —la decisión de 1992 que reafirmó el derecho al aborto— estaban equivocados el día en que se decidieron y debían ser anulados.
Se unieron a Alito los jueces Clarence Thomas, Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett. Estos tres últimos jueces fueron designados por Trump. Thomas votó por primera vez para anular el fallo Roe contra Wade hace 30 años.
–Con información de AP.